16/06/2018

Los cúmulos de la Daga

Vamos a hacer un último rebote del ping-pong de cúmulos estelares que nos llevó de IC 2602 en el cielo del sur, a las Pléyades en el cielo del norte, y nuevamente al sur con NGC 2516. Ahora, justo cuando el gigante Orión se escabulle tras la cordillera para comenzar su hibernación anual, regresamos la cielo del norte para visitar su Gran Nebulosa. ¿Cómo, no era un ping-pong de cúmulos? ¿Qué tiene que ver una nebulosa? Bueno, es que los cúmulos nacen de las nebulosas, y dentro de M42 hay un cúmulo recién nacido. Además, en esta foto tomada a través del telescopio acromático Orion ST80 cabe la Daga de Orión casi entera, 1.85 grados de ancho ricos en cúmulos:


Ésta es la Daga, que a simple vista vemos como 3 estrellitas pendiendo de las Tres Marías. Como vemos, no son tres estrellitas. La estrellita central, que a simple vista se aprecia difusa, es naturalmente el complejo dominado por la gran nebulosa M42 y las brillantes estrellas del Trapecio. Me encanta el color con que salió en esta foto. El rosado es característico de la fluorescencia del hidrógeno, excitado por la intensa radiación ultravioleta de las estrellas jóvenes del Trapecio. En la parte central, alrededor de éste, la radiación es tan fuerte que hasta el oxígeno, menos abundante, brilla con su característico verde azulado. Pliegues de polvo y gases más fríos y oscuros parecen envolver la nebulosa desde afuera, particularmente donde se encuentra M43. No es una ilusión: M42 es realmente una burbuja esculpida en el medio interestelar por la radiación del Trapecio.

A la derecha de la Gran Nebulosa está el cúmulo NGC 1980, que sería notable en regiones menos abigarradas del cielo. Su estrella más brillante es Iota Orionis, Nair al Saif: "la más brillante de la espada". Es una estrella binaria. La principal, Iota Orionis A, de tercera magnitud, es una estrella de la escasísima (una cada tres millones) clase espectral O, una gigante azul 14 mil veces más brillante que el Sol. La segunda del sistema (Iota Orionis B) era la compañera original de Mu Columbae cuando juntas chocaron de frente con el par Iota Orionis A y AE Aurigae, resultando en el actual matrimonio Iota Orionis A y B y la fuga a toda velocidad de las otras dos. Ya lo hemos contado aquí. Las acompaña una doble fácil que se distingue en mi foto (arriba del 9), Struve 747, y una decena de estrellas más.

Del otro lado de la nebulosa (hacia las Tres Marías) hay un complejo de cúmulos y nebulosas que tiene varias designaciones: NGC 1973, 1975 y 1977. La región entera está catalogada también Sh2-279 (Sh de Stewart Sharpless, que compiló un catálogo exhaustivo de regiones H II, hidrógeno atómico ionizado). La nebulosa es compleja y no fácil de ver, incluyendo partes de emisión, de reflexión y nubes oscuras. Se la llama popularmente el Corredor (Running Man), una forma que con ganas se aprecia también en mi foto.


Las fotos son mías. El gráfico del scattering que dio origen a Mu Columbae, AE Aurigae y Iota Orionis está basado en uno de N-body simulations of stars escaping from the Orion nebula, de Gualandris et al., Mon. Not. R. Astron. Soc. 350, 615–626 (2004).

1 comentario:

  1. Anónimo3/7/23 12:02

    Coatlicue
    Categoría: nebulosas
    Actualización 01 de junio 2013
    ¿Cómo fue creada la nebulosa en el origen de nuestro Sol?
    Según los astrofísicos, el Sol habría aparecido en una nube molecular gigante hay unos 4,5 millones de años tras la explosión de una supernova al menos 30 veces la masa del Sol, se habría dado lugar a la nube de gas y polvo del que venimos. Esta estrella gigante se llama Coatlicue, la madre del Sol en la mitología azteca, sino también la diosa de la fertilidad, de la tierra, del fuego, de la vida, de la muerte, del renacimiento, en fin todo!
    La estrella Coatlicue habría aparecido en una gigantesca nube molecular que contiene decenas de miles de estrellas, algunas muy rápidamente en unos pocos millones de años habría explotado en una supernova. A continuación, una segunda generación de unos pocos miles de estrellas que se originó en el polvo y el gas comprimido por las primeras supernovas. Es en este momento que Coatlicue nació y, a su vez iba a explotar como sobre la imagen (derecha), envuelta en una capa de materia y de gas denso alimentada a través de millones de años por los vientos de la estrella moribunda. Es en este corteza rica de materia que muchas estrellas, incluyendo nuestro Sol aparecen. Así, en unas pocas decenas de millones de años, tres generaciones de estrellas han logrado dar a luz a nuestro sistema solar ahora aislado en algún lugar en las afueras de la Vía Láctea. Desafortunadamente, no hay posibilidad de encontrar las estrellas desde el mismo proceso, al mismo tiempo que nuestro Sol durante 4,5 millones de años, la velocidad de 217 km/s, tenemos por lo menos 18 veces alrededor de la Vía Láctea, distanciándose las Hermanas del sol.


    La muerte de una estrella puede ser leve o grave, en función de su masa. Por debajo de 1,4 veces la masa del Sol, las estrellas se desvanece muy lentamente en la serenidad.
    Entre 1,4 y 5 veces la masa del Sol, su agonía es mucho más violento. Su radio reduce hasta 10 km. La densidad final es enorme, los núcleos no pueden resistir y el corazón de la estrella se convierte en un gigante núcleo de neutrones. El colapso provocó una terrible explosión que proyectará las capas superiores de la estrella hacia el espacio y en el cielo brilla una supernova. Por encima de 5 veces la masa del Sol, el colapso es muy violento y rápido. El colapso no puede ser detenido. El corazón de la estrella se convierte en un agujero negro. La violencia de la caída produce una gran explosión que proyecta las capas superiores de la estrella hacia el espacio.

    nota : La violencia del colapso de una estrella produce una gran explosión que proyecta las capas superiores de la estrella hacia el espacio, jugando una función clave en la historia de la vida. Fue durante la explosión de la supernova que la estrella libera elementos químicos que sintetizan durante su vida y durante la propia explosión. Estos elementos químicos viajan en el medio interestelar y se dispersen en el espacio. Una supernova se extienden sobre cientos de miles de millones de kilómetros, sembró el medio interestelar con elementos pesados​​, producidos durante la vida de la estrella y durante la explosión.
    Estos elementos pesados ​​son componentes de los planetas terrestres como la Tierra.

    Nebulosa de la burbuja cuadrada
    Imagen: La muerte de una estrella, imagen infrarroja de los restos de una supernova. La capa de gas frío aparece en azul alrededor de 300 000 000 000 000 kilómetros de la estrella invisible muriendo en el centro de la burbuja. Es en esta capa de gas que va a nacer muchas estrellas como nuestro Sol.
    © CNRS-Image

    ResponderEliminar