30/03/2019

El atlas perdido de Hiparco

Hiparco de Rodas, nacido en Nicea en el año 190 AEC, fue probablemente el más grande astrónomo de la antigüedad clásica. Fundó la trigonometría, y resolvió muchos problemas de la geometría esférica que le permitieron desarrollar modelos cuantitativos muy exactos del movimiento del Sol y la Luna. Fue también un fenomenal observador, usando varios instrumentos que él mismo inventó, como el astrolabio y la esfera armilar. En base a sus observaciones compiló el primer catálogo estelar exhaustivo de Occidente, con más de un millar de estrellas. Comparando sus observaciones con las de los babilonios, que ya eran antiguos en su época, observó una discrepancia sistemática que lo llevó a descubrir que el eje de rotación de la Tierra (que es redonda, ya lo sabían los griegos hace miles de años) se movía produciendo una precesión, un bamboleo con un período de 26 mil años. Es el movimiento que comentamos con motivo de su espantosa representación en la película Alpha.


Sus obras, como la de tantos sabios de la Grecia Antigua, se han perdido, y sólo nos quedan fragmentos y menciones de segunda mano. Así que no tenemos su atlas estelar. Se sospecha que el catálogo que presenta Ptolomeo en el Almagesto, también de un millar de estrellas, podría ser el de Hiparco. El propio Tycho Brahe sostenía que Ptolomeo había agarrado las estrellas de Hiparco y había actualizado sus posiciones por precesión a su propia época (casi 3 siglos posterior). Por otro lado, la Escuela de Atenas de Rafael (detalle aquí arriba), representa a Hiparco sosteniendo un globo estelar, como un Atlas sin hacer fuerza. ¿Es posible que existiera una representación física, ya no un catálogo, del atlas estelar de Hiparco?

En 2005 el astrónomo Bradley Schaefer publicó un sesudo análisis sosteniendo que el atlas perdido de Hiparco estaba a la vista de todo el mundo en una escultura notable, el Atlas Farnese. Se trata de una representación del titán Atlas sosteniendo la esfera celeste. El Atlas Farnese es una escultura de mármol de origen romano, presumiblemente copia de una griega más antigua. El titán sostiene sobre sus hombros una esfera celeste con 41 constelaciones, más el ecuador, los trópicos, los círculos polares y los coluros. No tiene estrellas señaladas, pero basándose en las descripciones tradicionales de las constelaciones y en las líneas coordenadas, Schaefer calcula las coordenadas celestes de 70 (posibles) estrellas.

A partir de ellas y del movimiento de precesión de la Tierra deduce la época de observación, obteniendo el 125 AEC más o menos 55 años, compatible con la época de Hiparco. Por ejemplo, observemos en esta imagen la coincidencia del coluro de 0 horas de ascensión recta (la línea vertical) con el punto más extremo del carnero Aries:


Hoy en día esa estrella, Gamma Arietis, tiene ascensión recta 1h 53m, ¡pero en el cientoveintipico antes de nuestra era estaba justo en el coluro! Podemos recrearlo en Stellarium, que tiene programada la precesión de la Tierra, por supus:


Después de todo, el punto de intersección entre la eclíptica y el ecuador, que se toma como origen de la ascensión recta, se llama primer punto de Aries por esta razón (notar el símbolo ♈, que es el de Aries), aunque hoy esté en la constelación de Piscis (a punto de pasar a Acuario como querían los hippies). Observen, de paso, que en el Atlas Farnese los Peces están a la izquierda de Aries, y en Stellarium al revés: se debe a que la representación del globo ¡es el cielo visto "desde afuera"!

El análisis también permite deducir la latitud del observador, que da 38.3° Norte, correspondiente a Atenas y compatible con Rodas, donde trabajó Hiparco (y excluyendo Roma, Alejandría y la Mesopotamia, otros sitios de posible origen de la pieza). Si se fijan bien verán que la Cruz del Sur, que se encuentra entre las patas del Centauro, era visible desde aquellas latitudes septentrionales en aquellos tiempos, como comentábamos recientemente.

Hay que decir que la conjetura de Schaefer ha sido disputada por otros especialistas, en algún caso con increíble vehemencia y hasta violencia. Yo he leído el artículo y me parece sólido, y aunque no conozco toda la bibliografía ni sobre el atlas perdido ni sobre el Atlas Farnese, me parece muy razonable.

En todo caso, se non è vero, è ben trovato.


El artículo de Schaefer, así como material adicional, se encuentra aquí. Una furiosa crítica (que da vergüenza ajena leer, hagan como quieran) está aquí. La Escuela de Atenas es de Rafaello Sanzio, capo, la tengo colgada a mi espalda en mi oficina. La foto del Atlas Farnese es de la Wikipedia (Gabriel Seah, CC BY-SA). La del detalle es de Schaeffer.

6 comentarios:

  1. Un lujo. Con tantos enlaces requiero un par de días para repasar todo esto, demasiada información

    Muchas gracias por compartir todo esto!
    Abrazo

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  2. Excelente artículo !, en realidad todos los del Blog !!!.
    Mis humildes felicitaciones :-)
    Saludos !

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  3. Buenísimo y muy interesante Guillermo !!!
    Excelente artículo.

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