Antes de que se me pierda, tengo aquí este fragmento de
Astronomia Nova, de Kepler, que quisiera rescatar:
"En teología puede valer el peso de la Autoridad, pero en filosofía sólo vale el de la Razón. Así, fue santo Lactancio, que negó la redondez de la tierra, y fue santo Agustín, que admitió su redondez pero negó los antípodas. Y sagrado es el Santo Oficio en nuestros días, que admite la pequeñez de la tierra pero niega su movimiento. Pero para mí más sagrada que todo es la Verdad cuando, con todo respeto por los doctores de la Iglesia, demuestro que la tierra es redonda, habitada por antípodas, de una insignificante pequeñez, y rápida vagabunda entre las estrellas."
Johannes Kepler, Astronomia Nova
No hay comentarios:
Publicar un comentario