Este lunes es 25 de diciembre, y los físicos celebramos el nacimiento... ¡de Newton! El 25 de diciembre de 1642, una hora después de la medianoche, nació Isaac en esta casa, en la aldea de Woolsthorpe-by-Colsterworth. Su padre había fallecido tres meses antes, y Galileo a principios del mismo año. Nació prematuro y Hannah, su madre, decía que habría cabido en un jarro de un litro.
Hannah volvió a casarse cuando Isaac tenía 3 años, dejando al niño al cuidado de su abuela en Woolsthorpe Manor. Allí el niño Isaac vivió una infancia normal, inclusive dibujando en las paredes como cualquier otro. Cuando volvió a enviudar la madre regresó a la casa, intentando encaminar al chico en la vida de agricultor acomodado que había vivido su padre. Pero Isaac odiaba la vida de campo y se fue a continuar sus estudios. Regresó a fines de 1665, recién graduado en Cambridge, cuando la universidad cerró a causa de la epidemia de peste. Y allí vivió su "año milagroso", durante el cual inventó el cálculo infinitesimal, revolucionó la Óptica y la Mecánica, y formuló la Ley de Gravitación Universal.
En buena medida el mundo que disfrutamos hoy, con los milagros tecnológicos de las comunicaciones, la salud, la industria, el transporte y el confort en general, nacieron con Isaac Newton el día de Navidad, hace casi exactamente 375 años.
¿Por qué casi exactamente?
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