29/07/2023

El incidente sandwich

No se cumple ningún aniversario particular, pero aquí va la extraña anécdota que descubrí navegando por el ciberespacio.

Involucra nada menos que al legendario John Young, el único astronauta de cuatro clases de nave espacial. Voló en la primera Géminis tripulada, la 3, y luego en la 10 con Pete Collins. En 1968 integró la tripulación de la Apollo 10, en la cual Young fue la primera persona en orbitar la Luna en soledad total. Fue luego comandante de la Apollo 16 y pasó tres días en la superficie de la Luna explorando por primera vez las tierras altas e instalando el primer telescopio en la Luna. Ya en la década de 1980 fue comandante del primer vuelo del Columbia, y finalmente de la novena misión del transbordador espacial, también del Columbia. ¿Y qué hizo de extraño, para aparecer acá?

El vuelo de Géminis 3 iba a ser el primero donde se probaran alimentos para las misiones espaciales más largas (las de Géminis no lo requerían, pero las de Apollo sí lo harían). El menú preparado llevaría salchichas, brownies, patas de pollo y jugo de fruta. Pero no era lo que están imaginando al leerlo. Eran bolsitas deshidratadas, todas iguales de aspecto, color y textura, para rehidratar y consumir sin hacer enchastres. 

Era más un experimento científico que una comida. Young quiso "ayudar" con algo completamente razonable: antes del vuelo, se metió en el bolsillo un sándwich. Éste:

Bueno, tal vez no exactamente ese, pero uno como ese: un sandwich común y corriente de fiambre en pan de centeno. Ya en órbita, en medio de las operaciones de prueba de los impulsores (primera vez que una nave espacial cambiaba de órbita), a la una hora y 44 minutos del vuelo, probaron un pancho astronáutico, agua y jugo. Young en un momento dice que está bueno (Hot dog! Good old food). Pasan de los brownies. Y entonces ocurrió lo siguiente:

01:51:45 Grissom: Entendido. Two-Bravo: 90 AV. 16 52 25 GMTRC. Tiempo transcurrido 02 28 25. Rolamos a la izquierda 55.
01:51:55 Houston: Afirmativo.
01:52:26 Grissom: ¿Qué es eso?
01:52:27 Young: Sánguche de fiambre.
01:52:28 Grissom: ¿De dónde salió?
01:52:30 Young: Lo traje yo. A ver cómo está. Huele bien, ¿no?
01:52:41 Grissom: Sí. Se está desarmando. Me lo voy a guardar yo en el bolsillo.
01:52:43 Young: ¿Se desarma?
01:52:49 Young: Bueno, fue una idea.
01:52:51 Grissom: Sip.
01:52:52 Young: No muy buena.
01:52:54 Grissom: Bastante buena, si no se hubiese desarmado.
01:53:13 Young: ¿Querés pata de pollo?
01:53:15 Grissom: No, dale vos.

Eso fue todo. Duró menos de un minuto. No pasó nada. Géminis 3 fue exitosa y regresaron a tierra a las 4 horas y pico. El incidente sandwich trascendió, al público le encantó, pero a la Comisión de Presupuesto del Congreso no le hizo ninguna gracia. ¡Chan! Convocaron a una audiencia con autoridades de la NASA, donde uno de los diputados dijo «Después de gastar un montón de dinero y tiempo, que uno de los astronautas se lleve un sándwich a la nave es un poco desagradable». La verdad que no entiendo la lógica, pero en fin. Estarían todos cortando clavos en medio de la carrera espacial. El responsable de los vuelos tripulados respondió que «tomarían acciones para prevenir la ocurrencia de sándwiches de corn beef en misiones futuras» (un poco específico, ¿no?).

La verdad que, en el lugar de Young, yo hubiera hecho lo mismo. Pero habría evitado decirlo por radio, y además habría llevado uno de nuestros argentinos sándwiches de miga, que como todos saben, no se desarman y hasta pueden comerse en la cama.

21/07/2023

La galaxia ignorada por Messier

Charles Messier fue un astrónomo del siglo XVIII, especializado en la observación de cometas. Se pasaba la noche escudriñando el cielo de París con un pequeño telescopio, buscando las manchitas difusas que delataban a los cometas. Si eran nuevos, mejor. Para no confundirse con otros objetos nebulosos fijos (nebulosas brillantes, galaxias y cúmulos estelares no resueltos) hizo una lista. Al principio tenía 45 objetos, desde Messier 1 que es un residuo de supernova, hasta Messier 45 que son las Pléyades. Pero con ayuda de amigos y sucesores la lista fue creciendo en sucesivas ediciones, y hoy tiene 110 objetos (¡con Messier 110 agregado en 1967!). Sí: el tipo tenía miedo de confundirse las Pléyades con un cometa. Lo cual hace más increíble lo que contaré a continuación.

Cuarenta de los objetos del catálogo Messier son galaxias, de las cuales 20 son más brillantes que magnitud 9, y el resto están entre 9.1 y 10.2. Diecisiete están en los densos cúmulos de Virgo y Coma, y 6 están un poquito al oeste de éstas, en Leo. ¿Cómo cuernos se le pasó esta otra galaxia en Leo, preciosa, de magnitud 9, refácil de ver, recerca de la eclíptica?


Nadie lo sabe. Es la galaxia NGC 2903, descubierta en años de Messier por William Herschel, quien la describió como un objeto doble. Está en la trompa del León, a un grado y medio y directamente al sur de la estrella de cuarta magnitud lambda Leonis, lo cual la hace bastante fácil de encontrar:


NGC 2903 es una linda espiral barrada, con un núcleo bien marcado. La parte interna, alrededor de la barra, es más brillante y con brazos apretados, y por fuera tiene dos grandes brazos bastante abiertos. La vemos inclinada unos 60 grados con respecto a la visual desde la Tierra. Hay una linda foto de la región central hecha por el telescopio Hubble, que la muestra pletórica de regiones de formación estelar (rojas de hidrógeno) y una filigrana de polvo frío y oscuro:

Es impresionante la cantidad de estrellas individuales que muestra el Hubble (y eso que reduje bastante la imagen original para ponerla aquí). En particular, hay muchísimas regiones de estrellas azules brillantes que delinean los brazos espirales. Son estrellas jóvenes cuyo color contrasta con las que forman la región amarillenta del bulbo central de la galaxia, mucho más antiguas. 

NGC 2903 está solita, no forma parte de ningún grupo ni cúmulo de galaxias. Algo que a veces los astrónomos llaman una "galaxia de campo" (field galaxy). La foto de arriba está recortada. Pongamos el campo entero, para verla aisladita:

En realidad hay muchísimas más galaxias en esta imagen. Pero están mucho más lejos. Se las ve mejor en negativo, así:

Los numeritos que puse junto a las designaciones son las distancias en millones de años luz. Hay una galaxita irregular (UGC5086, arriba y a la derecha de NGC 2903) que es cercana. Está a la misma distancia que la espiral, y es su única compañera. Todas las demás están súper lejos. Vemos un montón de galaxias a 400-700 M a.l., pero también unas cuantas a más de 2000. ¡Hay una a 2400 millones de años luz! Es mi propio campo profundo. En particular me gusta el grupo que aparece cerca del extremo izquierdo. Lo busqué en imágenes de archivo, para ver cómo eran. Es el compact galaxy group MLCG 0600, medido a z = 0.0342 (471 M a.l., cifra bastante parecida a la que calculé a ojímetro) muy lindo:

Voy a poner la mía rotada para compararlas mejor:


La espiral de canto que vemos ahí arriba es la que en mi foto aparece identificada como PGC1650298. Su verdadero nombre es 2MFGC 7366, y realmente está más lejos (z = 0.07246, 956 M a.l.). Y no me digan que no se ve aunque sea el núcleo de la espiral de brazos abiertos que yo no marqué, junto a la brillante elíptica PGC26951. Como siempre, me quedan ganas de hacerla de nuevo. 🤷

 


Puse distancias aproximadas y redondeadas, que calculé a partir de datos no calibrados de algunos catálogos, ya que no todas están estudiadas en detalle. Los nombres son los que usa internamente Cartes du Ciel en base al catálogo HyperLEDA de 5 millones de galaxias, pero no todos son estándar (no sirven para buscarlos en catálogos online, debí sacar las siglas PGC, pero cuando me di cuenta ya me dio fiaca). De todos modos, Cartes du Ciel permite acceder a los catálogos online por posición, así que pude chequearlas a todas. 

La foto de NGC 2903 por el telescopio Hubble es de NASA/ESA/STScI. 

Mi foto combina 90 minutos de exposición desde un barrio oscuro de Bariloche. Me ayudaron mis amigos Eduardo y Yimy, hace años.

15/07/2023

El ojo en el cielo

I am the eye in the sky, looking at you.
Alan Parsons

Todos lamentamos el desgraciado colapso del Radiotelescopio de Arecibo, antes de que pudieran desarmarlo de manera controlada. Así es como se ve hoy el enorme reflector en Google Maps:

El Telescopio de Arecibo fue, durante casi 60 años, un instrumento sobresaliente en varias disciplinas: la radioastronomía, la ciencia planetaria y la investigación de la atmósfera, y su pérdida dejó un vacío súbito, tanto en la ciencia como en el sistema cultural y educativo de Puerto Rico. Inmediatamente, muchos radioastrónomos empezaron a pensar qué hacer para reemplazarlo. Se ha publicado el primer estudio preliminar de un nuevo instrumento: el Next Generation Arecibo Telescope. La propuesta consiste en un sistema de 102 antenas de 13 m cada una, funcionando en conjunto, como el VLA, ALMA, MeerKAT, y tantos otros radiotelescopios modernos. A diferencia de estos (que se llaman phased arrays), sin embargo, el NGAT tendría todas sus antenas montadas sobre una única plataforma orientable (un compact phased array, al estilo del Pluton):

Alternativamente, podrían ser varias plataformas modulares, lo cual permitiría ir construyéndolo de manera incremental (como han hecho en Sudáfrica con el MeerKAT), además de ser estructuralmente más robusto:


El tamaño sería equivalente a un plato único de 130 m, bastante más chico que el de 300 m de diámetro del telescopio desaparecido. Pero con nueva tecnología, dicen los autores, en ese tamaño se tendría un instrumento competitivo para el costo. Uno de los gráficos del trabajo muestra la sensibilidad del diseño comparado con otros telescopios. Está medida en tiempo necesario por área barrida (con otras magnitudes mezcladas), así que es mejor cuánto más baja es la curva:

En la comparación aparecen la versión actual del VLA (el ngVLA), el Square Kilometer Array (SKA1, actualmente en construcción en Australia y en Sudáfrica), el Green Bank Telescope (GBT, el más grande plato completamente orientable, mide 100 m de diámetro) y el FAST, el radiotelescopio chino de 500 metros de diámetro que es actualmente el más grande del mundo:

¿Se hará? Quién sabe. Al día de hoy, esto no es siquiera un proyecto. Es sólo un estudio preliminar. Estas cosas llevan mucho tiempo, no se hacen de un año para el otro. Habrá que hacer más estudios preliminares y convencer a los colegas, conseguir plata, hacer un estudio detallado y convencer a las agencias, conseguir más plata, después hacer un diseño, conseguir más plata, construir un prototipo, más y más plata... construir el telescopio (que llevaría muchos años) y operarlo... (ojo, no es taaanta plata, comparada con otros grandes gastos de los estados, pero es limitada y todos quieren usarla). Recuerden lo que conté sobre la prehistoria del telescopio Hubble. Pero, si no se empieza, no se termina. Así que celebro este primer estudio. Ojalá se haga.



El estudio es: Anish et al., The Next Generation Arecibo Telescope: A preliminary study, arXiv:2305.07780v1 (2023). Está basado en un trabajo mucho más largo: The future of the Arecibo Observatory: The Next Generation Arecibo Telescope (2021).

La imagen del concepto del NGAT la tomé de una charla de Francisco Córdova, el Director del Observatorio de Arecibo: The Arecibo Observatory: Legacy and Ideas for the Future.

08/07/2023

Fuera de foco

Una más (y última, prometo) de la misma preciosa noche en el lago Moreno que conté recientemente. Siendo la última salida del otoño, no podía dejar de fotografiar Orión. En esa época lo teníamos ya recostándose sobre el oeste, en este caso a poco de hundirse en la vegetación del bosque patagónico. 


Las fotos astronómicas, a veces, nos decepcionan por la cantidad de estrellas. ¿Dónde está Orión? ¡A simple vista es tan fácil de encontrar! La fotografía funciona de manera muy distinta que la visión humana, y a veces hay que editar un poco la foto para lograr un aspecto "más natural". Una técnica posible es usar un filtro minimum, que aplasta las estrellas chiquitas y rescata las brillantes:


Así me gusta más. Incluso se llega a notar que Betelgeuse estaba tan brillante como Rigel, en un inusual evento que renueva la expectativa de que finalmente explote. Pero lo que quería hacer realmente era una foto desenfocada, que ayuda a rescatar el color de las estrellas. No me salió bien, voy a tener que repetirla el año que viene. Mientras tanto, podemos hacerlo también en post procesamiento:


¡Linda! Rescaté en foco la nebulosa M42, era una picardía perderla, sepan disculpar. Se nota perfectamente la diferencia entre la supergigante roja Betelgeuse y la supergigante azul Rigel. Se distingue bien que las Tres Marías no son trillizas: Mintaka, "la de abajo", es más tenue. Y las tres son más azules que Rigel. También vemos un lindo trío de estrellas azules a la izquierda: son estrellas de la Liebre, iota, kappa y lambda. Y de otro lado, donde Géminis se acerca al gigante, varias estrellas son bien rojas: eta, mu, épsilon y zeta. A punto de desaparecer en la vegetación, otra luminaria roja es el planeta Marte.


Curiosamente, también salió muy bien en la foto una de las estrellas más extraordinarias del cielo, una estrella de carbono que compite con DY Crucis y V Hydrae el puesto de estrella más roja: R Leporis, la Estrella Carmesí de Hind, índice de color B-V +5.75. Es una estrella tenue, así que la muestro en un recorte de la foto enfocada:


¡Súper roja! Hind la describió como "una gota de sangre en un campo negro". Ese día brillaba a magnitud 8.1 (no la medí yo, revisé el valor en AAVSO), que es un valor intermedio en su variación, tipo Mira, entre 5.5 y 11. Es una linda estrella para buscar en el telescopio. Anótenla para el verano que viene. Verano austral. Si vivís en el hemisferio norte, no sabés lo que te perdés.

01/07/2023

Agarrá los libros que no muerden

Cada tanto me piden que recomiende algún libro para los aficionados a la astronomía, así que aquí van. Estos son libros para observar el cielo: para planificar observaciones, para reemplazarlas cuando hay mal tiempo, para repasar y entender lo que observamos. 

En primer lugar, Cielo Brillante, de Enzo de Bernardini. Si observás desde una ciudad, éste es el libro para vos. Pero los objetos seleccionados también se ven desde un cielo suburbano o rural, por supuesto, y mucho mejor. Si recién empezás, si lo único que sabés encontrar en el cielo nocturno es la Luna, si no sabés qué observar con tus binoculares o con tu telescopio, no pienses más: los ciento y pico de objetos seleccionados por Enzo deberían integrar un nuevo catálogo, el catálogo De Bernardini. Olvidate de Messier, olvidate de Caldwell: empezá por acá. 

Cielo Brillante es, además, una belleza de edición. Para cada objeto se incluye una foto de referencia, una tabla de datos, un mapa de ubicación y una descripción que casi siempre contiene jugosos datos históricos y de observación de destacados observadores. Algunos objetos tienen mapas adicionales, a otras escalas, para facilitar su ubicación. ¡Hasta hay un pequeño casillero para tildar cuando lo veamos! El libro está organizado en estaciones, para que los objetos visibles en cada época del año estén juntos, con mapas de todo el cielo al comienzo de cada parte y hermosas ilustraciones. 

Cuando marques todos los casilleros de Cielo Brillante pasá a Exótico Cielo Profundo. En dos volúmenes imperdibles, el mismo Enzo y su amigo Rodolfo Ferraiuolo te presentarán cientos de objetos fascinantes para observar con todo tipo de instrumentos.

Exótico Cielo Profundo está organizado en regiones del cielo elegidas por los autores, quienes nos invitan a recorrer sus objetos destacados. El texto descriptivo es impecable y está acompañado por fotos de referencia y hermosas cartas para orientarse en el cielo. Los dos tomos son buenísimos, pero el volumen 2 tiene algo extraordinario: más o menos una cuarta parte está dedicada a la constelación de Orión, con una larga, completísima y fascinante nota sobre la Gran Nebulosa de Orión, abarcando desde las observaciones históricas hasta los detalles astrofísicos que se conocen hoy en día. 

Como ya dije, estos son libros de observación. Pueden leerse en cualquier orden, tienen índices muy completos, y pueden usarse junto al telescopio. Cielo Brillante tiene además una breve introducción a conceptos básicos de astronomía, pero su propósito principal es la observación. Si estás todavía más perdido, si no entendés ni jota y no sabés distinguir una nebulosa planetaria de un planeta, si no estás seguro de si armaste el telescopio al derecho o al revés, pero te fascinan la astronomía y el cielo nocturno, entonces además necesitás el Manual del Astrónomo Aficionado, también de Enzo de Bernardini. El cielo y sus movimientos, el brillo y las magnitudes, espectros y colores, estrellas dobles y variables, todos los instrumentos y accesorios, mapas del cielo y todos los tips para observar, basados en una vida de experiencia.


¿Cómo es esto, siempre los mismos autores? ¡Sí! Ya hubiera querido yo tener estos libros hace 30 años, escritos especialmente (pero no exclusivamente) para observadores del hemisferio sur. Advierto que Enzo y Rodolfo son mis amigos, pero yo no tengo nada que ver con sus proyectos editoriales. Los libros son buenísimos y los recomiendo porque se lo merecen.

Visiten el sitio de Enzo, Astronomía Sur, donde además de comprar los libros (incluso algunos más, que no mencioné en esta nota) encontrarán una cantidad de recursos. Y también Sur Astronómico, un sitio colectivo de Enzo, Rodolfo y otros, también con enlaces a los libros y muchos recursos más.