05/11/2022

La rosa celeste

Hace unos meses, en el aniversario de la Librería Patalibro de San Martín de los Andes, conocí a Isol Misenta, artista, autora e ilustradora de libros infantiles. Si no conocen su obra, vayan corriendo a revisarla, porque es buenísima. Yo espero acá.

Isol me contó que su abuela Gloria pintaba paisajes astronómicos. Y me mandó uno, preguntándose que objeto astronómico sería, porque la abuela no los había documentado. El cuadro es precioso, vean:

Vemos una nebulosidad en forma de anillo, de colores rosa y verdes azulados. Sobre la nebulosa se entrecruzan unos filamentos oscuros, intrincados y ramificados. Y hay un cúmulo de estrellas brillantes inserto en el anillo. Todo sobre un fondo de cielo oscuro con muchísimas estrellas pequeñitas. Enseguida me di cuenta de que tenía que ser un objeto real: son las características de las regiones de formación estelar, la nebulosas que brillan por fluorescencia al ser irradiadas por las estrellas jóvenes que nacieron en su interior. ¿Cuál sería?

No me llevó mucho identificarla, porque la forma de la nebulosa y la disposición más o menos rectangular de las estrellas del cúmulo son las de un objeto bien conocido. Se trata de la Nebulosa de la Roseta, que tiene cuatro números en el catálogo NGC, pero generalmente se la designa con uno solo de ellos, NGC 2237. El cúmulo estelar, como suele ocurrir, tiene su propia designación: NGC 2244

En fotografias normales (de "espectro completo") estas nebulosas brillan con el color rojo característico de la línea de Balmer alfa del hidrógeno, a 656 nanómetros. Es el salto cuántico del electrón del hidrógeno regresando a su nivel 2, después de haber subido al 3 por acción de la radiación estelar. En la pintura de Gloria vemos en cambio mucho verde, una paleta que suele verse en fotos tomadas con filtros de banda angosta. Los aficionados lo hacen para mitigar el efecto de la contaminación luminosa de las ciudades, pero también tienen un uso científico, y se han hecho famosos en muchas fotos del Telescopio Espacial Hubble. Tres filtros muy usados son H-α, SII (hache alfa y azufre dos, ambos rojos) y OIII (oxígeno tres, verde). Con las tres imágenes se construye una imagen RGB que en general tiene el H-alfa en el canal verde (con el oxígeno en el azul y el azufre en el rojo), y por eso las nebulosas, que fluorescen rojas, quedan verdosas. Queda una cosa así, bastante parecida a la pintura de Gloria:

La Nebulosa Roseta está en la constelación del Unicornio, no lejos de Betelgeuse en Orión, casi en el ecuador galáctico (por eso hay tantas estrellitas de fondo). Así que es un objeto que podemos observar a partir de esta época del año y durante todo el verano. No es fácil de ver en un telescopio pequeño, a pesar de ser una de las regiones de formación estelar más grandes y masivas de la Vía Láctea. Bajo cielos oscuros se la ve como un aura muy tenue rodeando el cúmulo (que sí se ve perfectamente). La estrella más brillante del cúmulo es 12 Monocerotis, una gigante amarilla de sexta magnitud que (creo) no forma parte del grupo estelar nacido de la nebulosa, sino que se encuentra por delante, alineada casualmente con él. El cúmulo propiamente dicho es muy joven, y tiene una notable cantidad de estrellas muy luminosas: 5 de la rara clase O, 16 de clase B, y centenares de estrellas más pequeñas. La intensa radiación de las estrellas masivas del cúmulo ha excavado en el gas de la nebulosa la burbuja que le da su forma característica.

A menos de dos grados de distancia se encuentra una estrella extraordinaria, la estrella de Plaskett, una estrella binaria con una masa total de 100 masas solares. Es comparable a Eta Carinae pero con las dos estrellas más parecidas, 50 masas solares cada una. Son dos gigantes de clase O, tan próximas entre sí que no podemos distinguirlas con ningún telescopio. Sólo su espectro delata que son dos estrellas, una en órbita de la otra, completando un giro ¡cada 14 días! Por edad y movimiento propio, existen sospechas de que la estrella de Plaskett nació en NGC 2244 y que fue expulsada por alguna razón dinámica. 

Una de ellas gira tan rápido sobre sí misma que debe tener una forma como de almeja, en lugar de ser una esfera como el Sol. Se deben ver como algo así:

Esta ilustración está hecha para otro par, HR 6819, cuya estrella aplanada gira a 180 km/s en el ecuador, desde donde (se supone) se le centrifuga materia. El Sol gira a apenas 2 km/s. La de Plaskett lo hace a 300 km/s. Imaginate.



La pintura de la Nebulosa Roseta es de Gloria, gentileza de su nieta Isol (Marisol) Misenta.

La foto en colores naturales (rojos) es de Antonio Ferretti & Attilio Bruzzone (CC BY-SA).

La foto hecha con filtros Ha, OIII y SII es de Chuck Ayoub (CC BY-SA).

La foto de campo ancho, en la que marqué la estrella de Plaskett, es de Franz Hofmann y Wolfgang Paech, Observatorio Onjala.

La ilustración del sistema binario con una estrella en rotación rápida es ESO/L Calçada (CC BY).

El nombre en inglés es Rosette Nebula. Es un nombre clásico, pero no sé quién la bautizó así, ya que fue descubierta de a pedazos (por eso tiene varios números de catálogo). Rosette, en inglés, designa una figura en forma de rosa. En castellano no, a pesar de lo que podría sospecharse. En fotos, ciertamente, se parece más a una rosa que a la regadera de la ducha.

7 comentarios:

  1. David Batista6/11/22 12:25

    Como cada vez que he entrado, encuentro la entrada (perdón por tanto arribo) interesatísima. Nuestro universo, visto a lo grande, nos tiene sorpresas para toda la vida y más. Pero son pocos los que son capaces de descubrírnoslas y ¡cómo se les agradece! (Claro, visto a lo chico también asombra y tiene tantas maravillas que es inutil pretender comparar ... y a lo pequeñísimo, lo mismo)

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  2. David Batista6/11/22 12:29

    Se me pasó ponerlo arriba: ... y tú también hablas de lo pequeñísimo: el salto cuántico del electrón del hidrógeno regresando a su nivel 2, después de haber subido al 3" ...

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  3. Qué hermoso e interesante el post, Guillermo, muchas gracias por la investigación y la explicación. ¡Mi abuela estaría contenta! Abrazo grande

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  4. Estimado Guillermo: mi madre dibujaba,y pintaba con entusiasmo.Pero recién casi a los 70 años descubrió que lo suyo (le encantaba lo figurativo:caras,casas,paisajes) eran los cielos.Y de los cielos,las estrellas,las galaxias,las sorpresas coloridas y sutiles. Era figurativo, si,pero no.Permitía soñar.. Mi hija Isol tuvo la excelente idea de preguntarte por su cuadro.Yo no me hubiera atrevido.Muchas gracias por tu respuesta a su pintura. Te saluda con mucho cariño y respeto
    Gloria Ortiz Noguera (hija de Gloria y madre de Isol)

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