Galaxias espirales
Los brazos espirales contienen la mayor parte de la materia interestelar, en forma de nubes de polvo y gas. En los brazos nacen nuevas estrellas a partir de estas nubes, y son ellas las que vemos como filamentos oscureciendo parte del brillo de la galaxia en nuestra Vía Láctea y en todas las espirales vistas más o menos de perfil. La de la foto es UGC 12158, una espiral "barrada": una barra central con estrellas antiguas, menos azules que las de los brazos. De sus extremos nacen los brazos espirales. La Vía Láctea es muy parecida a esta galaxia. Las estrellas individuales son de nuestra propia galaxia, menos una: la estrella azul a la izquierda del centro es una supernova en UGC 12158.
La mayor parte de la masa de las galaxias espirales está en un disco muy chato, con las proporciones de un CD, pero casi todas tienen además un bulbo central, más o menos grande. Este abultamiento contiene estrellas más antiguas y más rojas que los brazos, y a veces parece una mini galaxia elipsoidal. Y, a veces, está cruzado por la barra.
Finalmente, las galaxias espirales tienen un halo más o menos esférico, difuso y formado por estrellas y cúmulos globulares, que rodea toda la galaxia. La Galaxia Sombrero (en la foto aquí arriba) tiene un halo bien conspicuo.
Galaxias elipsoidales
Son esencialmente puro bulbo. Sus estrellas son más antiguas y rojas, hay menos gas y polvo y menos estrellas jóvenes. Las órbitas de las estrellas no están todas en el mismo plano, como en los discos de las espirales. La de la foto es ESO 325-G004, una elíptica gigante que vemos en un campo de estrellas de nuestra propia galaxia y otras galaxias mucho más lejanas, de diversos tipos.
Galaxias irregulares
Son, bueno, irregulares. No son raras: son más o menos un cuarto de todas las galaxias. Se supone que muchas irregulares fueron elipsoidales o espirales, y que se distorsionaron en colisiones con otras galaxias. Muchas tienen abundante materia interestelar e intensa formación estelar, incluso mayor que en las espirales.
Galaxias enanas
Uno puede agregar esta cuarta categoría, que son versiones pequeñas de las otras tres. Son las galaxias más abundantes, aunque sean menos visibles por su tamaño. En general orbitan muy cerca de galaxias grandes, y están siendo destrozadas por fuerzas de marea, dejando largas estelas de estrellas enroscadas en las galaxias mayores. Las enanas irregulares, en particular, tienen mucho gas y pocos elementos pesados, y son similares a las galaxias más tempranas del universo. Son como fósiles de aquéllas.
La Nube Menor de Magallanes (aquí en la foto) es una enana irregular con algo de estructura espiral, en órbita de la Vía Láctea. La Nube Mayor no es enana, es una irregular o espiral barrada en órbita de la Vía Láctea. Algunos astrónomos inclusive la usan como prototipo de una categoría propia: las magallánicas.
Galaxias peculiares
Las peculiares son, bueno, peculiares. Suelen tener características mezcladas de elipsoidales y espirales, como nuestra vieja amiga Centaurus A. O colas u otros estiramientos, producto de la interacción con otras galaxias, como en el caso de otras conocidas nuestras: las Antenas. O raras estructuras de cáscaras (como la ESO 381-12, aquí en la foto), o anillos, también producidas por colisiones galácticas. Posiblemente la peculiaridad es una fase transitoria en todos estos casos.
Las imágenes de UGC 12158, ESO 325-G004, ESO 381-12 y de la Galaxia Sombrero son del Telescopio Espacial Hubble, NASA/ESA. La Nube Menor de Magallanes es de ESA/Hubble y Digital Sky Survey 2.(NASA/ESA)
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