¡Muchaaachos!
La Mosca
—Cómo, no puede ser. ¿Dónde?
—Ahí, justo al sur de la Cruz del Sur.
Sí: hay una constelación para la Mosca. Así como el cielo alberga a Hércules y su maestro el centauro Quirón, a Orión y su enemigo el Escorpión, a Andrómeda, Casiopea y las trenzas de Berenice, al Telescopio, el Microscopio y la Bomba de vacío, también cobija a la molesta Mosca. Qué necesidad.
El asterismo principal es un cuadrilátero que parece un reflejo chiquito y deformado de la ya pequeña Cruz, formado por estrellas de entre tercera y cuarta magnitud, bastante fácil de encontrar e identificar tanto a simple vista como con binoculares, incluso desde una ciudad como Buenos Aires. Alfa y Beta son las más brillantes, dos estrellas azules de clase B. La siguiente es Delta, una gigante roja (se nota el color distinto en la foto de abajo) que tiene al lado una estrellita azul de clase B, mucho más lejana. La más tenue es Gamma, otra azul de clase B que, casi de cuarta magnitud, es la más difícil de ver desde una ciudad:
La Mosca revolotea el borde sur de la franja densa de la Vía Láctea: fíjense que en la foto hay muchas más estrellas chiquitas del lado izquierdo que del lado derecho. En fotos de larga exposición la Mosca es una maravilla inesperada, y está llena de objetos interesantes del cielo profundo:
Para explorarla, recomiendo la reseña de
Enzo de Bernardini y
Rodolfo Ferrauiolo,
A la pesca con mosca, que también forma parte de su excelente guía
Exótico cielo profundo, volumen 2. El otoño es la temporada ideal para visitarla. Aquí voy a contar lo más interesante, que señalo en esta versión anotada.
Lo primero que hay que buscar son dos lindos cúmulos globulares.
NGC 4833 se encuentra cerca de Delta Muscae, del lado de "adentro" del cuadrilátero, mientras que
NGC 4372 está cerca de la más tenue Gamma, del lado de "afuera". Son de brillo similar (magnitud 7), pero 4833 es un poquito más compacto. Son lejanos y pequeños y se necesita un telescopio para apreciarlos como cúmulos estelares, pero se los puede encontrar con binoculares. Y salen bien en fotos, como la mía, hecha con un teleobjetivo de 200 mm nomás.
La joya de la Mosca, sin embargo, es una notable nube oscura, casi rectilínea. Se necesita un cielo bien oscuro para verla a simple vista, pero en fotos sale fenómena. Se trata de un filamento de polvo frío, parte del complejo molecular de Musca-Chamaeleon. En inglés se la llama popularmente Dark Doodad, que en castellano vendría a ser el Coso Oscuro, un nombre que me encanta. Y en Argentina (según De Bernardini y Ferrauiolo) también se la conoce como el Río Negro:
Estas nubes de gas y polvo frío (muy frío, tipo 200 grados bajo cero) son el lugar donde nacen las estrellas. Esta nube, en particular, está bastante estudiada, y sabemos que está en una etapa previa a la formación estelar. Mide unos 20 años luz de largo y tiene muy pocos grumos que estén colapsando. El polvo y el gas están quietitos, casi en equilibrio. Sólo se le conoce un único objeto que califica como "young stellar object", que está escondido en el pedacito que parece un poco separado del resto, en la parte inferior izquierda de la foto, el que Aage Sandqvist catalogó como 146 en la década de 1970:
(Esta imagen negativa, tomada de SurAstronómico, está rotada con respecto a mi foto.)
En mi foto también podemos ver un cúmulo abierto pequeño y muy rico, catalogado como Harvard 6 o Collinder 261.
Se trata de un cúmulo extremadamente antiguo, tal vez tan antiguo como la Vía Láctea. Las estrellas, generalmente, nacen de a muchas, de a cientos o miles, en cúmulos que con el tiempo, por interacciones mutuas o con el resto de la galaxia, acaban dispersándose. Harvard 6 debe haber sido inmenso en su origen, para haber alcanzado una edad de miles de millones de años con tantas estrellas. Curiosamente, en varios catálogos y programas planetarios, la posición del cúmulo aparece un poquito corrida, tal vez centrada en una de sus estrellas más brillantes (en Cartes du Ciel aparece centrado unos 4 minutos al sur de la posición correcta, ¡donde hay una estrella de magnitud 19!).
Hay más objetos interesantes. En la foto marqué, cerca de Beta Muscae, una estrella pequeñita catalogada HD 111232. Es una estrella de clase G en la secuencia principal, es decir, parecida al Sol. Y tiene un planeta más pesado que Júpiter en una órbita de algo más de 1000 días, un poco más amplia que la de Marte. Si tiene alguna luna grande con mucha agua, como las de Júpiter, estarían al borde de la habitabilidad. ¿Será una especie de Pandora, el mundo de Avatar?
Marqué también la estrella roja (¿supergigante?) BO Muscae, variable de período largo, y R Muscae, variable cefeida clásica, de las que se usan para calibrar las distancias de la escalera cósmica. Pero hay más, incluso una pequeña galaxia, algo inusual en el campo de la Vía Láctea. Pero quedaron fuera de mi foto. Recomiendo nuevamente la reseña de De Bernardini y Ferrauiolo para explorar la Mosca en su totalidad.
Sandqvist,
More southern dark clouds, AA 57:467 (1970).
Hacar et al., The Musca cloud: A 6 pc-long velocity-coherent, sonic filament, A&A 587:A97 (2016).
Rodolfo Ferraiuolo y Enzo De Bernardini, A la pesca con mosca, SurAstronómico y Exótico Cielo Profundo vol. 2.
Las fotos de la Mosca fueron hechas desde la Estación Perito Moreno, la noche del airglow. Nótese cómo el brillo del aire, tan evidente en las fotos anchas, no se nota en la foto tomada con el teleobjetivo.