23/11/2024

El cráter de Bajo Hondo

Cuando nos dirigíamos a Santa Cruz para ver el eclipse anular pasamos por Esquel, Y cada vez que paso por Esquel miro los campos aledaños y me pregunto "¿estará ahí el resto del meteorito?". La palasita de Esquel es uno de los meteoritos más extraordinarios del mundo. Tuve la suerte de ver un corte, y es una cosa increíble, una matriz metálica incrustada de cristales amarillos transparentes:


Nunca se supo dónde exactamente se había encontrado el meteorito, mientras hacían un pozo de agua. Un traficante de meteoritos se lo llevó clandestinamente a Estados Unidos y dice que pagaría cualquier cosa por el resto. Se conjetura que podría haber más fragmentos, vaya uno a saber dónde, en los campos que rodean la ciudad de Esquel. 

Y a propósito de la Patagonia, hace algunos meses me llamó la atención una nota sobre un notable cráter simple, el Bajo Hondo, a la altura de Esquel pero bastante hacia el Este, en un lugar muy inhóspito y remoto de la meseta de Somuncurá:

No se sabe si es el resultado de un impacto, o si es una caldera volcánica. Si fuera un crater de impacto, sería el más grande conocido en la Tierra. ¡Mide casi 5 km de diámetro! En comparación, el familiar Meteor Crater en Arizona, que mide poco más de 1 km de diámetro, aparecería ahí perdido en el fondo. ¡Y tan grande que se lo ve cuando estás parado en el borde!

Hay gente que cree que Bajo Hondo es un crater de impacto, y en marzo de este año lo exploró una expedición del INTA de España (no es agropecuario como el nuestro, es el instituto de técnica aeroespacial). Tomaron mediciones, y la forma del cráter realmente es compatible con un cráter de impacto, como los que vemos en la superficie de la Luna y de Marte. Pero mejor que esto, tomaron muestras. El análisis microscópico tal vez pueda determinar el origen de Bajo Hondo, ya que el impacto producido por un meteoro deja huellas en el material sometido a las ondas de choque. Quizás encuentren incluso algunos minerales provenientes del objeto que lo produjo. ¿Habrá fragmentos esparcidos o enterrados en el fondo?

Dan ganas de visitar Bajo Hondo, pero es un lugar muy difícil de llegar. Apenas más accesible es otro sitio de impacto, mejor documentado, un campo de numerosos cráteres unos 70 km al sudeste de Bajo Hondo, en el borde de la meseta de Somuncurá, llamado Bajada del Diablo. Está 200 km justo al oeste de Puerto Madryn. Es como Campo del Cielo, pero con los cráteres a la vista:

Y hay otro, bastante más accesible, a unos 13 km de la ruta nacional 40 cerca de Zapala, que es súper parecido al Meteor Crater, tanto en morfología como en tamaño:


Si me entero de los resultados de Bajo Hondo, lo contaré. Si encuentro el resto del meteorito Esquel, no sé si lo contaré...
 


La foto del meteorito de Esquel es de Wikipedia (Doug Bowman, CC BY). Yo vi un fragmento en el Museo de Historia Natural de New York; en Argentina creo que no hay ninguno. La foto del cráter de Bajo Hondo (42°18'05.46" S  67°55'34.80" W) es de la nota de Xataka que cité. La de Meteor Crater es mía. La vista de Bajada del Diablo (42°49'21.81" S  67°26'49.98" W) está hecha en Google Earth, así como la de la meseta Barda Negra (39°10'28.25" S  69°52'58.58" W). 

Robert Haag, el traficante que se llevó el Esquel, en otra ocasión quiso robarse el Chaco, que pesa 37 toneladas, en Campo del Cielo. Por suerte lo agarraron a tiempo. Actualmente el tipo está prófugo de la justicia chaqueña.

16/11/2024

La Luna pinchuda

El análisis que hice de las montañas de la Luna en ocasión del eclipse anular es posible gracias a que conocemos con precisión el relieve de la Luna. Igual que el relieve de la Tierra, que comenté hace un par de semanas, fue medido desde la órbita (pero de la Luna). Las dos notas me hicieron acordar de una imagen que vi hace algunos meses. Se trata de la Luna, tal como la vemos desde la Tierra, pero con el relieve exagerado de acuerdo a las mediciones hechas por el fantástico satélite LRO usando un altímetro láser llamado LOLA (no un radar como en la misión del Shuttle):

 

Esta rareza fue compuesta por Ildar Ibatullin, y dan ganas de descargar los datos de LOLA (que son públicos) para hacerlo uno mismo y poder ver el relieve lunar desde todos los ángulos y en todas las fases. La visualización pone en evidencia la enorme diferencia entre las planicies de los mares y las rugosas tierras altas, producidas por el inimaginable bombardeo de meteoritos cuando el sistema solar era joven.

Por supuesto, las montañas de la Luna no son tan picudas como muestra esta visualización. Pero cuando la vi me vinieron a la mente las ilustraciones antiguas, de antes de los viajes a la Luna, donde por alguna razón las pintaban súper escarpadas. Así, por ejemplo:


En la región cercana al polo sur lunar podemos ver, en la Luna pinchuda de Ibatullin, el perfil exagerado del Monte Mouton y el Macizo Malapert, como nos lo mostró la secuencia de fotos del eclipse alrededor del tercer contacto:

La correspondencia no es exacta porque la Luna no muestra exactamente la misma cara hacia la Tierra, sino que se bambolea (como se ve en los videos que muestro a fin de año), de manera que las montañas del borde no las vemos siempre con la misma perspectiva, y a veces ni siquiera son las mismas. Pero, por el enorme tamaño de estos dos cerros, creo que la identificación es correcta.

 


La imagen de la Luna exagerada es de Ildar Ibatullin, y apareció en APOD el 24/7/2024.

09/11/2024

Doce cosas que (tal vez) no sabías sobre las constelaciones

Hoy les traigo algunas curiosidades sobre las constelaciones, que quizás no conocían.

1. Existen 88 constelaciones en el cielo moderno. Cada una es una porción de cielo, no una figura de rayitas conectando estrellas (como se las suele representar). Los 88 sectores son irregulares pero cubren completamente el cielo, sin dejar ningún hueco.

2. Estas constelaciones modernas fueron establecidas en la década de 1920 por el astrónomo belga Eugene Delporte, por encargo de la Unión Astronómica Internacional. Delporte se basó en los límites usados por el director del Observatorio de Córdoba, Benjamin Gould, en su Uranometria Argentina.

3. La más pequeña de las constelaciones es la Cruz del Sur, una de las pocas que casi todo el mundo (del hemisferio austral) sabe encontrar en el cielo. Cubre apenas 68 grados cuadrados, el 0.1% del total de la bóveda celeste. Pero en su rinconcito del cielo alberga 5 estrellas brillantes, de magnitud mayor que 3. Su nombre oficial, en latín, es Crux.

4. La mayor de las constelaciones es Hydra, con 1303 grados cuadrados (el 2% del cielo). Es mucho menos conocida que Crux, y a pesar de su tamaño (20 veces mayor que Crux), tiene apenas 2 estrellas de magnitud mayor que 3. Lo que sí tiene, es una buenísima historia mitológica, que ya contamos.

5. Existe una constelación partida en dos: Serpens, la Serpiente. Se la encuentra a uno y otro lado de Ophiuco, el Encantador de Serpientes. De un lado está la cola, Serpens Cauda, y del otro la cabeza, Serpens Caput, que en un mapa del cielo que supe tener ¡estaba traducida como "serpiente muerta"!

6. La constelación con mayor cantidad de estrellas visibles a simple vista es Cygnus, con 290 estrellas. Equuleus es la que menos tiene, con apenas 15. (Revisé el Bright Star Catalogue 5th ed., que contiene las 9096 estrellas que generalmente se consideran visibles a simple vista en condiciones óptimas.)

7. Las constelaciones del hemisferio norte las hemos heredado de la Grecia antigua (o incluso de Babilonia) por vía del atlas de Ptolomeo. Por eso tienen nombres de personajes de sus mitologías: Hércules, Orión, Andrómeda, Perseo, Pegaso...

8. Las constelaciones del hemisferio sur fueron identificadas a partir de los viajes de descubrimiento y por astrónomos modernos, que usaron nombres de su interés: la Cruz, el Telescopio, el Microscopio, la Bomba de Vacío, el Sextante, la Brújula, el Indio, el Tucán... Por supuesto, los pueblos que vivían en regiones australes ya conocían esas estrellas, y tenían sus propias constelaciones.

9. Hay 37 constelaciones que representan animales (la Jirafa, el Escorpión, la Ballena, el Ave del Paraíso, el Águila...), entre los cuales hay 4 perros y ningún gato (pero hubo uno, vean el mapa de Hydra que puse arriba). Seres humanos hay 13 (el Aguatero, el Boyero, el Cochero, la Virgen...), mientras que 4 son seres mitológicos (2 son centauros: Centaurus y Sagittarius). Dos son accidentes geográficos: el río Eridanus y el cerro Mensa. Las restantes 29 son objetos (la Lira, la Balanza, el Compás, la Copa...), de los cuales cinco son objetos del mundo real: Sextans, Scutum, Reticulum, Coma y Mensa.

10. Hay constelaciones obsoletas: las inventaron cartógrafos celestes del pasado, pero Delporte las canceló. La más notable es Argo Navis, una constelación enorme que representaba un barco, y que fue dividida en Carina (la Proa o Quilla), Puppis (la Popa) y Vela (las Velas, plural, por eso el genitivo es Velorum y no Velae). Pero hay muchas más, desde una tortuga hasta una imprenta, pasando por el gato que mencioné en el punto 9.

11. Las estrellas se mueven, muy despacito, en el cielo. Así que dentro de decenas de miles de años las formas que reconocemos hoy en día no existirán más. Así se ve la Osa Mayor a través de los milenios:

12. El universo tiene una tercera dimensión que no alcanzamos a apreciar con nuestros ojos. Así que las estrellas que vemos cercanas en el cielo generalmente no están cerca entre sí. ¿Reconocerían a Orión de costado?



Bonus: Estas son todas las constelaciones, con su nombre latino oficial, una traducción o descripción, y clasificadas por el tipo de objeto que representan. Muchos de los animales y seres humanos son protagonistas de mitos, pero separé los que son seres mitológicos puros.

Animales Apus Ave del Paraíso (literalmante, "sin pies"; ¿a quién se le ocurrió?)

Aquila Águila, la de Zeus/Júpiter

Aries Carnero

Camelopardus Jirafa (cruza de camello y leopardo, nótese bien)

Cancer Cangrejo

Canes Venatici Perros de caza o lebreles (Asterión y Chara, los perros del Boyero)

Canis Major Can mayor (a veces identificado como perro de Orión)

Canis Minor Can menor (también, a veces identificado como perro de Orión)

Cetus Ballena

Chamaeleon Camaleón

Columba Paloma

Corvus Cuervo

Cygnus Cisne

Delphinus Delfín

Dorado Pez dorado (¿cuál será? ¿el carasius o el del Paraná?)

Equuleus Caballito o potrillo

Grus Grulla

Hydra Hidra (o serpiente marina)

Hydrus Hidra macho

Lacerta Lagartija

Leo León

Leo Minor Leoncito

Lepus Liebre

Lupus Lobo

Lynx Lince

Musca Mosca (sí, hay una mosca)

Pavo Pavo real

Pisces Peces (dos, los del mito)

Piscis Austrinus Pez austral

Scorpius Escorpión, némesis de Orión

Serpens Serpiente

Taurus Toro

Tucana Tucán

Ursa Major Osa mayor

Ursa Minor Osa menor

Volans Pez volador

Vulpecula Zorrita
Seres mitológicos
Capricornus Carnero acuático (híbrido de cabra y pez)

Centaurus Centauro (tal vez Quirón, el tutor de Hércules)

Draco Dragón (tal vez el guardián de las manzanas doradas de las Hespéridas, muerto por Hércules)

Monoceros Unicornio

Pegasus Pegaso (el caballo alado)

Phoenix Ave Fénix

Sagittarius Centauro arquero (no como Dibu, sino con el arma que lanza flechas)
Humanos Andromeda Princesa de Etiopía, hija de Cefeo y Casiopea

Aquarius Aguatero (quizás Ganímedes, el mozo del Olimpo)

Auriga Cochero; chofer diríamos hoy

Bootes Boyero (una ocupación hoy en desuso, equivalente a un camionero, fletero, tractorista, algo así)

Cassiopeia Casiopea, Reina de Etiopía

Cepheus Cefeo, Rey de Etiopía

Gemini Gemelos (Castor y Pollux, hijos de Leda, hermanos de Helena de Troya)

Hercules Hércules

Indus Indio (aborigen americano)

Ophiuchus Cazador de serpientes (Esculapio, el inventor de la medicina)

Orion Orión, el cazador

Perseus
Perseo, héroe que salvó a Andrómeda

Virgo Virgen (la diosa Ceres o Démeter, no la cristiana)
Accidentes geográficos
Eridanus Río Erídano (tal vez el Po)

Mensa El Cerro Mesa (en Sudáfrica, cerca de Ciudad del Cabo; objeto real)
Objetos Antlia Bomba de vacío

Ara Altar

Caelum Cincel

Carina Proa o quilla del barco de los argonautas

Circinus Compás (de dibujo)

Coma La cabellera de la Reina Berenice de Egipto (objeto real)

Corona Australis Corona austral

Corona Borealis Corona boreal

Crater Copa

Crux Cruz del Sur (el símbolo cristiano)

Fornax Horno (de laboratorio químico)

Horologium Reloj

Libra Balanza

Lyra Lira (el instrumento musical, no la moneda)

Microscopium Microscopio

Norma Regla (de dibujo)

Octans Octante

Pictor Caballete de pintura

Puppis Popa del barco de los argonautas

Pyxis Brújula del barco de los argonautas

Reticulum Retículo (del ocular del telescopio de Nicolas de Lacaille; objeto real)

Sagitta Flecha

Sculptor Taller del escultor

Scutum El escudo de armas del Rey Juan III Sobiesky de Polonia (objeto real)

Sextans El Sextante de Johannes Hevelius (que se incendió; objeto real)

Telescopium Telescopio

Triangulum Triángulo (la letra griega Delta mayúscula)

Triangulum Australe Triángulo austral (un nivel de agrimensor)

Vela Velas del barco de los argonautas

Las tapas de la Uranometría Argentina las tomé del excelente sitio Historia de la Astronomía, de Santiago Paolantonio.

02/11/2024

La altura de la Tierra

«Levantaron un mapa del Imperio, que tenía el tamaño
del Imperio y coincidía puntualmente con él.»

Jorge Luis Borges, Del rigor en la ciencia

La Tierra es redonda, ya sabemos. Pero no es esférica. Ya Newton observó que un cuerpo gravitante y en rotación tenía que tener una forma de elipsoide, aplastado en la dirección del eje y abultado en el Ecuador. Pero la física es una ciencia empírica, así que había que medirlo. En el siglo XVIII un matemático francés, Pierre de Maupertuis (uno de los defensores del newtonismo fuera de Inglaterra), organizó un viaje a las regiones boreales para medir un arco de meridiano y sacarse las dudas. Resultó un aplastamiento de una parte en 300, tal como había predicho Newton.

Pero la Tierra tampoco es un elipsoide, del mismo modo que un zapallito no lo es. Tiene irregularidades, principalmente debido a que no es homogénea. La forma que se aparta del elipsoide, pero que de todos modos ignora la topografía, se llama geoide. Es la superficie que tendría el planeta si estuviera cubierto por un océano global. 

El elipsoide de Maupertuis fue sucesivamente refinado, pero el geoide fue más difícil de medir, hasta que se hizo necesario al principio de la Era Espacial. Se estableció un estándar internacional llamado World Geodetic System, WGS, cuya primera versión fue la WGS-60 de 1960. También éste se fue actualizando, siendo el actual el WGS-84 de la década de 1980, al nacer el posicionamiento satelital GPS. El estándar define tanto un elipsoide como un geoide de referencia, que sirven para dar coordenadas razonables en la superficie de la Tierra. 

Pero los requerimientos de precisión siguieron aumentando, y se proyectó una misión del Transbordador Espacial para medir la irregularidad que faltaba: la topografía, desde las depresiones y los bajos hasta la cima de las montañas, pasando por los llanos, las colinas y las mesetas. Se llamó Shuttle Radar Topography Mission (SRTM), y voló a bordo del Endeavour durante 11 días en febrero de 2000. El transbordador llevaba dos antenas de radar, una en la bahía de carga y la otra en el extremo de un mástil de 60 m de largo. Entre las dos funcionaban como un sistema de interferometría, midiendo desde 250 km de altura el relieve de la Tierra debajo. Se usó una órbita polar para cubrir casi todo el planeta, entre los 56° S y los 60° N, con precisión de 1 segundo de arco en la superficie (30 metros) y 10 metros en altura. Los datos de máxima resolución estuvieron inicialmente reservados, y se redujeron a 90 m para uso público; pero desde 2014 están disponibles los de alta resolución para todo el mundo. Sólo hay que descargarlos del USGS y saber usarlos. Con ellos hicimos las texturas para la Tierra en Celestia hace muchos años, y hoy en día los usa todo el mundo sin darse cuenta, para navegar usando el celu. 

La antenas de radar pesaban 500 kg, y aunque estaban en órbita, eran 500 kilos de inercia en la punta de un mástil flexible. El sistema tendía a oscilar, produciendo un movimiento imperceptible a simple vista, pero que se convertiría en un error de 300 m en las mediciones, algo inaceptable para la precisión buscada. Para contrarrestar la oscilación, la antena lejana tenía unos propulsores de gas, que funcionó un par de días, y después parece que se congeló. Entonces los astronautas Kevin Kregel y Dominic Gorie implementaron una maniobra usando los propulsores del shuttle, sacudiendo el mástil como si fuera una caña de pescar, con una intensidad y timing justos para amortiguar las oscilaciones. Corrían el riesgo de usar demasiado propulsor y verse obligados a acortar la misión, pero lograron hacerlo tan eficientemente que pudieron terminar las mediciones. En esta foto, Kregel es el de la izquierda (el otro es el astronauta alemán Gerhard Thiele).

¿Qué nos depara el futuro? Obviamente, en 30 metros horizontales la topografía puede cambiar bastante. No en la pampa, pero sí en la cordillera. ¿Habrá mapas de mayor resolución que el SRTM? Claro que sí: un sistema alemán, TanDEM-X, está rehaciendo las mediciones de radar de apertura sintética. Pero son dos satélites, cada uno con su antena, para lograr una precisión sin precedentes, de 12 m en horizontal y 2 m en elevación. No sé el estado de avance del proyecto, pero en el sitio de la empresa encontré este lindo mapa del glaciar Uppsala en la Patagonia austral. 

Tampoco sé si estará disponible libremente, pero seguro que empezaremos a usarlo casi sin darnos cuenta. Mientras tanto, cada año decenas de miles de trabajos científicos siguen valiéndose de los extraordinarios mapas del SRTM, un cuarto de siglo después de la "excursión de pesca" de Kregel y Gorie, sus compañeros de vuelo Mohri, Thiele, Voss y Kavandi.  



La imagen del geoide tiene la escala de alturas exagerada 10 mil veces (si no, se vería como una esfera). Es del International Centre for Global Earth Models (CC BY, en Wikipedia).

26/10/2024

Rarezas del eclipse

Antes de alinear las fotos que tomé en el tercer contacto del reciente eclipse anular, me gustó el efecto que producían las imágenes individuales superpuestas. Las combiné de varias maneras diferentes para hacer una composición eclíptica abstracta de este tornado eclíptico:

Además de la combinación con desplazamiento, que usé para mostrar la silueta de las montañas de la Luna, hice una breve animación del tercer contacto, donde se puede ver (o imaginar) el desgranamiento de la luz solar entre los valles y las montañas del limbo:

Durante el eclipse siempre vale la pena hacer otro tipo de fotos. Por ejemplo, apuntando directamente al Sol con una cámara compacta, se pueden ver siluetas del eclipse en reflejos internos de las lentes:

Y, claro está, siempre vale la pena llevar una espumadera o colador, para hacer eclipsitos en su sombra:

El efecto en las sombras, durante los momentos de eclipse más grande, es tan fuerte que se puede hacer con los dedos, incluso sin formar un agujerito, simplemente mirando los ángulos:

Para terminar, y para que los que no vinieron a Santa Cruz se hagan una idea de la primavera en la Patagonia austral, comparto una foto con el equipo fotográfico. Para los interesados, usé la Canon Rebel T7i acoplada al Orion ST80 (F=400mm, F/5), montado sobre un cabezal Benro con movimientos finos en tres ejes (un cabezal extraordinario para la fotografía astronómica), sobre un trípode Manfrotto normal. No usé la montura ecuatorial motorizada que usé para los eclipses totales, para minimizar la vibración, ya que para el eclipse anular los tiempos no son tan críticos. Hice el filtro solar con el film que vendía Saracco en 2020 (no conozco las especificaciones). Enfoqué antes del eclipse, valiéndome de las manchas solares, usando Liveview x10 y haciéndome sombra con la pantalla de cartón que se ve en la foto, y una tela oscura sobre la cabeza. Expuse a 1/250, ISO 100, usando un disparador remoto, con avisos hablados por un script que preparé para EclipseDroid. Hice AEB por si se nublaba, pero las de 250 salieron bien expuestas. Durante un rato se formaron unas nubes iridiscentes que casi cubrieron el Sol, pero no afectaron la exposición. 

19/10/2024

Las montañas de la Luna

Si la Luna fuera una esfera perfectamente lisa, su silueta sería un círculo perfecto durante los eclipses solares. Pero la Luna tiene montañas y valles (tal como descubrió Galileo el 30 de noviembre de 1609). Es habitual apreciarlos por las cambiantes sombras que producen al progresar las fases. Pero durante los eclipses, en particular cuando se producen los contactos entre los bordes de la Luna y el Sol, se da un juego inusual en el que la luz del Sol pasa por los valles y es bloqueada por los montes. Durante los eclipses totales producen el efecto lamado "perlas" o "cuentas de Baily", que ya he mostrado. Durante un eclipse anular, como no retiramos el filtro solar, el efecto se ve distinto. En el reciente eclipse del 2 de octubre, que comenté la semana pasada, hice ráfagas de fotos para apreciar el cambiante aspecto del relieve lunar al cortar la luz del Sol. Durante el segundo contacto (al comienzo de la fase anular), una ráfaga de otro tipo, de poderoso viento patagónico (los roaring forties) me sacudió el telescopio y casi todas las fotos salieron movidas. Pero en el tercer contacto salieron bastante bien. Combiné varias decenas en una composición interesante:

La foto de la izquierda es, obviamente, el Sol entero, antes del eclipse. Está salpicado de manchas solares enormes, algo típico de los años de máximo de actividad solar. Por detrás y a la derecha vemos la rápida progresión del fin de la anularidad. A medida que la Luna avanza (hacia la derecha en la foto), su borde irregular va cortando el borde luminoso del Sol. El resultado, al verlo así desplegado, es una representación de las montañas de la Luna. Lo pongo girado, para que realmente parezcan montañas:

Vemos que se trata de un macizo grande, con por lo menos dos picos principales, uno de ellos con un borde muy vertical. Si todavía no se lo imaginan, lo muestro compactado verticalmente, porque esta visión eclíptica exagera la escala vertical de las montañas.

Ahí está, en silueta, una gran montaña de la Luna. En las simulaciones del borde lunar preparadas habitualmente por Xavier Jubier podemos ver que efectivamente es un monte muy grande en la región del polo sur lunar (invertí el diagrama para que quede con la misma orientación que las fotos, y marqué en rojo la región de interés):

Usando el Virtual Moon Atlas (compañero ideal de todo lunático que se precie de tal) no tardé en identificar que se trata del Mons Mouton, el Cerro Mouton, la montaña con nombre más alta de la Luna. Acá comparo las dos imágenes para que se vea mejor:

Mons Mouton recibió su nombre hace apenas un par de años, en preparación de la llegada del robot VIPER, que iba a aterrizar este año en sus laderas para explorar la existencia de sustancias volátiles (principalmente agua), que se sospecha existen en esas regiones polares, muchas veces en sombra perpetua, y que van a resultar útiles para las futuras colonias permanentes en la Luna. Lamentablemente, VIPER fue súbitamente cancelado en julio pasado. Quevachaché. 

Cerro Mouton se alza 6000 metros sobre el terreno a su alrededor, más que el Aconcagua (que mide 7000 pero sobre el nivel del mar; Puente del Inca está a 4700 metros por debajo de la cima, por ejemplo). Así se ve la región de Mons Mouton desde arriba (hecho con Virtual Moon Atlas):


La línea azul es el borde de la Luna en el momento del eclipse. Y así se ve la altimetría (del robot japonés Kaguya):

No estoy seguro de cuál es el pico que en silueta se ve más alto, directamente frente al polo sur. Es posible que sea ese otro cerro alto que está justo al sur del crater Malapert, llamado Macizo Malapert de manera extraoficial, y que está exactamente a longitud 0 grados. Por alguna razón de perspectiva se podría ver más alto que Mouton. Aquí se ven ambos en una imagen en perspectiva; el polo sur está en el borde del cráter Shackleton:

¿Y por qué se llama Mouton? Melba Mouton fue una matemática y programadora de la NASA, que trabajó en el cálculo de las órbitas de los primeros satélites artificiales, en la década de 1960, cuando lideró un grupo de programadoras y "computadoras". Hoy en día, una computadora es una máquina, pero en la primera mitad del siglo XX, una computadora era una mujer, generalmente una chica. Como las de la película (algo inexacta) Hidden Figures, que trabajaron en el Programa Apollo. Aquí la vemos junto a una computadora (en el sentido actual) de la época. En muchos laboratorios tenían equipos de mujeres entrenadas formal o informalmente en matemática, que funcionaban como computadoras (como en el Observatorio de Harvard en la época de Pickering). ¿Por qué eran mujeres? No estoy seguro. Imagino que es porque les pagaban menos. 

Tengo algunas fotos más, ya aparecerán más adelante.



Las fotos del eclipse son mías. Las imágenes del polo sur de la Luna están hechas con Virtual Moon Atlas (datos de NASA/LRO y JAXA/Kaguya). La imagen del perfil de la Luna es la que ofrece Xavier Jubier en su Solar Eclipse Calculator. La foto de Melba Mouton es de NASA.


12/10/2024

Un anillo para atraerlos a todos

«One Ring to rule them all, one Ring to find them,
One Ring to bring them all, and in the darkness bind them.
»
J.R.R. Tolkien, The Lord of the Rings

El eclipse solar del 2 de octubre pasado fue mi tercer eclipse anular, después del de 2012 y el de 2017. Tras varios días de tempestad, con nieve incluida, el cielo se despejó y los visitantes del Parque Patagonia pudimos disfrutarlo en toda su espectacularidad.

En la foto vemos la silueta de la Luna completamente contenida en el disco solar, en el momento medio del eclipse. Es una cosa preciosa de ver en una foto, y más aún de experimentarla en vivo, con nuestros propios ojos. Una visión casi mágica, increíble, ver el Sol convertido en un anillo dorado durante más de cuatro minutos. 

El eclipse entero duró casi tres horas, desde que la silueta lunar comenzó a reptar sobre el Sol, produciendo dos puntas que fueron separándose durante más o menos una hora, y luego empezaron a juntarse más y más, y cada vez más rápido, hasta fundirse en un punto irregular y formar el anillo.

Y luego, de manera asimétrica, las puntas volvieron a formarse y el eclipse se desarmó...

Este eclipse fue el quinto de una increíble racha de una década con seis eclipses solares, entre totales y anulares, que cruzan el territorio argentino. 


Siete, si contamos el eclipse solar de 2010 que se vio desde El Calafate mientras Iniesta metía el gol que le dio a España su primer Mundial de fútbol, en Sudáfrica. No fui porque era en julio, con el Sol a un grado sobre el horizonte, y quién se iba a imaginar que estaría despejado. Bueno, estuvo. Tampoco pude ir al de la Antártida en 2021: ni la Armada ni el Instituto Antártico quisieron llevarme a la Base Orcadas, por dudosos motivos epidémicos. Pero estuve en cuatro, y seguramente no me perderé el último, en 2027, que pasa muy cerquita de Bariloche. Cuando termine esta racha, vienen décadas y décadas sin eclipses totales en la Argentina, hasta el 2064, si bien hay uno anular en 2034 en el norte del país.

Como se ve en las fotos, la superficie del Sol estaba decorada por muchas manchas el día del eclipse, que hicieron todavía más atractiva la (laaaarga) progresión de la fase parcial. Es la situación normal en los años alrededor del máximo de actividad solar. Revisé las imágenes del Solar Dynamics Observatory, un telescopio espacial dedicado al Sol, que toma imágenes cada 15 minutos, para verlas en detalle. 


Esta imagen está muy reducida, asi que comparto un par de recortes para que se vea la riquísima estructura que tienen estas regiones, donde el campo magnético es más intenso y la temperatura de la materia solar es unos 1000 grados más fría, que es la razón por la cual las vemos más oscuras que el resto del Sol. Primero, un recorte del enorme "archipiélago" que ondulaba una línea de latitud en el hemisferio sur solar:

Y la siguiente es la gran mancha que estaba apareciendo por el borde occidental del Sol el día del eclipse, y que puede verse en la foto del anillo que puse al principio:

Todas estas manchas son inmensas, mucho más grandes que nuestro planeta entero. Son las regiones activas donde se producen las grandes erupciones llamadas eyecciones de masa coronal, como la que vimos en el eclipse total de 2020. El Sol y su energía son muy impresionantes.

Hay más cosas para comentar sobre el eclipse, pero quedarán para la semana que viene. Para terminar elegí esta foto, de algunos de los muchos guanacos que vimos en el Parque Patagonia. Me pregunto si habrán notado algo raro en la luz durante el máximo del eclipse, algo que era evidente para nosotros. Son uno de mis animales favoritos, y están más presentes en mi trabajo científico que el Sol y la Luna.



Las fotos del eclipse, y la de los guanacos, son mías, pero se las presto. Las del SDO son de NASA/SDO. Los mapitas de la década eclipsada son de timeanddate, buenísimo sitio.

Además de guanacos, vimos choiques, zorros, flamencos, cauquenes comunes (distintos de los de Bariloche, que son los reales), loicas, un águila mora, un milano blanco, un halconcito colorado, y algunos otros rapaces no identificados, más las familiares bandurrias, caranchos, chimangos, teros y escarabajos (Nyctelia circumundata, creo).

05/10/2024

El cometa retrógrado


Se lo promocionó como "el cometa del siglo", de manera totalmente injustificada. Pero el cometa Tsuchinshan-ATLAS se convirtió, al acercarse a su perihelio (máxima aproximación al Sol) en un lindo cometa, apenas visible a simple vista. Quizás "el cometa del año". En Bariloche, tras una racha de mal tiempo que culminó con tres días de nieve durante el equinoccio de primavera, pudimos verlo finalmente el día 23 de septiembre. Convalesciente de un fuerte resfrío, no pude moverme de casa. Por suerte las circunstancias del cometa lo pusieron en el cielo del amanecer, así que pude verlo asomado al balcón.

El cometa muestra una linda cola en binoculares y en fotos, de un par de grados de largo, apenas distinguible a simple vista. Compite, por supuesto, con la claridad del amanecer. A medida que el cometa sube en el cielo y se despega de la atmósfera densa del horizonte, también se acerca el amanecer y el cielo se vuelve más brillante. El día 25 pude verlo con más facilidad, y cada vez más lindo:


En estos días el cometa está pegando la vuelta en su apretada órbita parabólica, en forma de horquilla, y como su movimiento es retrógrado, nos lo estamos cruzando de frente, mientras pasa delante del Sol. Dentro de poco se producirá el máximo acercamiento a la Tierra, el 12 de octubre. Al adelantarnos, lo veremos aparecer nuevamente, pero esta vez en el cielo vespertino, como hace unos meses cuando empezó a aparecer en los medios de prensa.

Mencioné su órbita parabólica, abierta, muy inclinada y retrógrada, típica de un cometa no periódico de la nube de Oort. Esta es su primera visita a las regiones interiores del sistema solar, y viene cargado de hielos vírgenes, que jamás sintieron el calorcito del Sol. Esto hace que probablemente produzca mucho gas y polvo a su alrededor, y lo que vimos en septiembre parece indicar que será un cometa brillante (si bien tendrá que competir con la Luna gibosa creciente). Ojalá se convierta en un "gran cometa", es decir, en un cometa que es obviamente visible a simple vista, por todo el mundo, sin necesidad de binoculares o siquiera saber hacia donde mirar. Seguramente no será el cometa del siglo: el cometa del siglo ya lo vimos, fue el McNaught de 2007. Qué cometa, ese.

En todo caso, las cosas que he visto decir sobre el Tsuchinshan-ATLAS, más allá de la tontería del "cometa del siglo", o que "sobrevoló Córdoba", me han dejado boquiabierto, patitieso y turulato. He leído, en una misma nota, que es un cometa no periódico, que no se acerca a la Tierra desde hace 80 mil años, y que no volverá hasta dentro de 26 mil años. ¿En qué quedamos? ¿Es no periódico, o tiene un período de 80 mil años, o tiene un período de 26 mil años? ¿No leen lo que escriben? ¿No razonan? Qué lejos quedaron los tiempos en que un periodista como Jonathan Swift usaba las leyes de Kepler para "inventar" un par de lunas de Marte (que resultó que existían), o cuando un poeta como Edgar Alan Poe explicaba correctamente que la noche era oscura porque el universo tenía un principio, o cuando un periodista y poeta como Leopoldo Lugones filosofaba sobre las ideas de Einstein

Bueno, una vez que pase el perigeo elegiré la mejor foto que tenga, para agregar a Tsuchinshan-ATLAS a la página de Los cometas de mi vida, que es tan popular en el blog.



La foto del cometa McNaught sobre Bariloche es de mi amigo Martín Moliné. ¡Síganlo! Martín siguió fotografiando el Tsuchinshan-ATLAS unos días después que yo, y me contó que estaba cada vez más brillante. Veremos dentro de unos días.

El diagrama de la órbita es de Gideon van Buitenen, que mantiene un lindo sitio con información actualizada de manera automática sobre cometas brillantes. La tomé de la página sobre el cometa Tsuchinshan-ATLAS y la adapté.