Yo, que medía los cielos, ahora mido la sombra de la Tierra.La sombra de la Tierra. Impresionante, ¿no? Bueno, espero que todos hayan podido ver aunque sea un poquito de la sombra de la Tierra durante el eclipse del solsticio el martes pasado. Yo saqué fotos desde la barranca que mira hacia el oeste, a pasos de mi oficina, por sobre el valle del arroyo Gutiérrez y hacia la Cordillera. Debo decir que pocas veces vi un eclipse tan hermoso. Además, el color rojo de la Luna vino fenómeno para adornar este pino...
Johannes KeplerSu propio epitafio
Más sobre el eclipse en el resto de esta nota. Ya se sabe, click aquí abajo.
A las 3 y media, cuando la Luna empezó a meterse dentro de la sombra de la Tierra, todavía era de noche y apenas se veía el paisaje. Un rato después de las 5, durante el eclipse máximo, la luz crepuscular era suficiente para mostrar la Luna eclipsada sobre los bosques, los barrios, los cerros y valles. Junto a la Luna brillaba la gran constelación de Orión. (¡No deje de clickear en las fotos para verlas un poco más grandes!)
Mientras sacaba fotos panorámicas como ésta con la cámara compacta, a través del telescopio saqué algunas fotos con la Luna en primer plano que permiten ver otros detalles. ¿Vieron la forma curva de la sombra de la Tierra sobre la Luna? Midiendo cuidadosamente este fenómeno, hace 2500 años el astrónomo griego Aristarco calculó que la Luna se encontraba a 20 radios terrestres de distancia. ¡Veinte radios terrestres! Fue el comienzo de la medición del tamaño del universo, el salto de la geografía a la cosmografía. Bueno, la Luna está en realidad a 60 radios terrestres, pero podemos disculparle el error en vista de la dificultad de observar (¡a simple vista!) el borde de la sombra que, como habrán visto, es más bien difuso. Aquí están acomodadas para mostrar el tamaño de la sombra de la Tierra a la distancia de la Luna.
La imagen correspondiente al máximo eclipse tiene un color raro, no? Es porque ya estaba clareando, y el cielo empezaba a teñirse de azul con la proximidad del amanecer. En el 2014 la saco de nuevo, va a ser más de noche y va a salir mejor.
El cambio del color del cielo se ve perfecto en esta secuencia, que muestra el progreso del eclipse desde las 4:20 hasta que la Luna se puso, a las 6 de la mañana, detrás de un cerro del otro lado del brazo Blest del lago Nahuel Huapi. Hay un montón de colores inusuales mezclados en estas fotos. Casi todos se deben a la dispersión de la luz del Sol en la atmósfera de la Tierra, responsable de que la sombra de nuestro planeta no sea completamente negra. El color rojizo de la Luna eclipsada se debe a que, vista desde la Luna durante el eclipse, la Tierra muestra su hemisferio nocturno rodeado por una corona delgada, brillante y rosada: son todos los amaneceres y todos los atardeceres del mundo a la vez. Forman un círculo continuo que separa la noche de la Tierra del día (¡donde está toda la gente que se pierde el espectáculo del eclipse!). La atmósfera de la Tierra dispersa fuertemente la componente azul de la luz del Sol. O sea: le cambia la dirección, con lo cual parece venir de todos lados y por eso nuestro cielo es azul. La luz que pasa de largo está privada de azul, y por lo tanto enrojecida, y tiñe de rojo el cono de sombra de la Tierra. Si uno fuera griego y fuera poeta, tal vez podría decir que es la Luna tocada por Aurora, la de rosados dedos.
En las fotos se ve también que la iluminación no es pareja: el centro de la sombra de la Tierra es más oscuro, y el borde más claro. En esta imagen, de las 4:50, se observa perfectamente esto. El prominente cráter Tycho apenas se ve ahí arriba, mientras que Platón se distingue perfectamente en la costa del Mar de las Lluvias. Es interesante notar que el borde claro se ve un poco azulado: es luz dispersada por una de las capas más altas de la atmósfera, la famosa capa de ozono, que absorbe parcialmente el rojo. Otro día escribo más sobre este asunto, que es interesante.
Los observadores atentos habrán notado que esta luna se veía muy al norte, más al norte que otras lunas llenas, eclipsadas o no. Al atardecer del día anterior, cuando salió a eso de las 21 horas, desde Bariloche se la veía más al norte que el cerro Villegas, por ejemplo. Y al ponerse eclipsada estaba también mucho más al norte que el cerro Bella Vista, donde la fotografié durante el eclipse de invierno en 2007. ¿Cómo es esto? Bueno, la Luna llena ocupa el lugar opuesto al Sol en el cielo. Y el Sol, en verano, sale y se pone más al sur que en invierno. Así que la Luna llena, en verano, sale y se pone más al norte que el resto del año. Como el 21, encima, fue el solsticio de verano, el Sol estuvo en su máximo corrimiento al sur. Así que fue el eclipse de Luna más norteño que pueda haber. Alguien calculó que hacía cientos de años que no ocurría, y quién sabe cuándo volverá a pasar. Mientras tanto, el próximo invierno, tenemos un eclipse súper austral el día 15 de junio, muy cerquita del otro solsticio.
Están muy buenas las imágenes que obtuviste, todas, las de campo amplio además tienen el atractivo de la referencia del paisaje. En este blog también las imágenes siempre tienen algo que las destaca.
ResponderEliminarPermitime que deje un aporte, aunque en este caso solo para mostrar el color increíble de este eclipse, no hay más que eso. Esta como salio, sin procesar.
http://1.bp.blogspot.com/_oTDDZz-bG1U/TRD-lFLWzYI/AAAAAAAAB6o/ul1_2dr9VRw/s1600/Eclipse%2Btotal%2Bde%2Bluna%2B21-12-2010.jpg
El eclipse en Buenos Aires no se vió tan bien, además que aquí empieza a amanecer antes y las luz diurna redujo mucho el tiempo de observación. Sacamos algunas fotos pero hubo que retocarlas digitalmente para mejorar los detalles. Espero que el próximo se vea mejor
ResponderEliminarGracias por estas hermosas fotas
Señor Guillermo, lo felicito por el artículo¡¡¡ Me ha encantado el tomo y el contenido.. ni hablar de la fotos.
ResponderEliminargracias por compartir su conocimiento
Bellísima narración también.muy interesante.gracias
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