26/01/2019

Mientras el Balseiro duerme

Durante la luna nueva de enero me pasé dos noches haciendo fotos en el campus del Instituto Balseiro y Centro Atómico Bariloche. Durante la primera hice fotos de los edificios con el cielo nocturno, aprovechando que en algunas partes (¡cada vez menos!) del enorme predio todavía hay pocas luces. El nuevo edificio de Ingeniería en Telecomunicaciones, todavía en obra, resultó uno de los mejores lugares. Hice esta foto con la Vía Láctea austral de fondo.


La Gran Nebulosa de Carina, el Saco de Carbón, la Cruz del Sur y los Punteros apenas empezaban a elevarse en medio del verano. Es una de las mejores regiones del cielo, y a partir del otoño está magníficamente posicionada en el cielo para observarla desde nuestras latitudes. (Foto única de 10s a F/2.2 ISO3200, F14 con el Tokina 14-20 F/2.)

Lo que sí estaba bien alto en el cielo de verano eran las Nubes de Magallanes, las estupendas galaxias satélites de la Vía Láctea. Tuve que ponerme a ras del suelo para hacer esta foto de las Nubes, Mayor y Menor, sobre el frente histórico del Laboratorio de Bajas Temperaturas. Con su frente de ladrillos, es un raro edificio del Centro Atómico. Bajas Temperaturas está de aquí hacia la derecha. Justo detrás de estos ventanales está también el Laboratorio de Fotónica y Optoelectrónica, y a la izquierda la Gerencia de Física. Era medianoche. Me pregunto si habría algún estudiante de doctorado dormitando junto a su experimento.

Me pasé varias horas recorriendo edificios para fotografiar, y voy a seguir haciéndolo en otras épocas del año para tener distintos cielos. Ya volverán a aparecer por aquí.

La noche siguiente me instalé junto a la obra de Telecomunicaciones (el de la primera foto), que es uno de los sitios más oscuros (¡por ahora!), para hacer fotos del cielo profundo. Usé el tele Canon de 100 mm F/2, stoppeado a 2.8, con la cámara en la monturita motorizada SkyTracker bien alineada con el polo sur celeste (valiéndome de σ Octantis). Y como las Nubes de Magallanes estaban tan altas era inevitable hacer esta foto:


Son 65 exposiciones de 15 segundos. Foco perfecto logrado con una máscara de Bahtinov tallada en la tapa de un tarro de Nescafé que entra justo en el frente del lente. El apilado está hecho en Sequator, un nuevo programa extremadamente bueno y fácil de usar, capaz incluso de apilar astrofotos con paisaje.

Volviendo a la Nube, salió bastante bien. El color naranja del cielo suburbano está eliminado en postprocesamiento, así como unos halos rojos que me hace el 100 mm cuando está perfectamente en foco. Me gusta la cantidad de detalles que se ven en los muchos cúmulos estelares que adornan la periferia de esta galaxia, especialmente la región de 30 Doradus, donde está la extraordinaria Nebulosa Tarántula. En la imagen a resolución completa encontré cosas muy interesantes. Éste es un detalle que se encuentra justo a la izquierda (el Este) del extremo de la barra de la galaxia:


Señalé algunos de los objetos interesantes que participan en la vertiginosa profundidad de campo de este tipo de imágenes. Para empezar, arriba a la izquierda hay una estrella brillante, Nu (ν) Dor (mag 5), que está a 300 años luz de nosotros, por supuesto en nuestra propia galaxia. En el extremo derecho vemos una de las abundantes regiones de intensa formación estelar de la Nube: NGC 2122, cúmulo con nebulosidad. Arriba, NGC 2157 parece una estrella pero es un cúmulo jóven en la Nube, sin nebulosidad (100 millones de años de edad). Más interesante aún es NGC 2210, nada menos que un cúmulo globular de nuestra galaxia vecina. En la foto, haciendo un buen zoom, se aprecia su carácter. Lo mismo ocurre con un cúmulo anónimo (que luego identifiqué como Hodge 11).

Todos estos objetos se encuentran a 160 mil años luz de nosotros, en la Nube de Magallanes. Pero de golpe, en medio de la maraña de estrellas, ¡en el centro de la imagen identificamos galaxias aún más lejanas! Hay un par, NGC 2187, muy juntitas pero sin signos de estar en interacción, a 182 millones de años luz. Y otra, NGC 2150, un poco más lejana. Las encontré a ojo, porque son claramente galaxias, y las identifiqué sin problema en Cartes du Ciel. Ver galaxias a través de otra galaxia (porque aquí estamos viendo a través de los suburbios de la Nube) es no sólo fascinante, sino también muy interesante para los astrónomos porque permite estudiar el polvo y el gas fríos e invisibles que pueblan el espacio entre las estrellas.

Finalmente, cerca de mi presunto cúmulo globular anónimo, Cartes me mostró que había otra galaxia colada, mucho más tenue (no tiene nomenclatura NGC, sino que está en el catálogo más completo PGC, de fines del siglo XX). No está calculada su distancia, pero puede consultarse su redshift, z  = 0.038. Convertido prima facie a distancia cosmológica son 500 millones de años luz. Reguau. Esos fotones iniciaron su largo camino cuando recién aparecía la vida multicelular en la Tierra, a comienzos del Cámbrico.

¡Habrá más fotos de esta sesión!

19/01/2019

No te pierdas este eclipse

En la noche del domingo 20 al lunes 21 de enero habrá un magnífico eclipse de Luna, visible desde toda América. El evento ocupará casi toda la noche, y en nuestras latitudes, en medio del verano, es la situación ideal para disfrutarlo. Los eclipses de Luna se ven igual y simultáneamente desde la mitad de la Tierra que apunta hacia la Luna. Pero la hora del evento depende del huso horario. Las circunstancias para la Argentina (UT-3) son las siguientes:

00:34 Comienzo de la fase parcial. (La sombra de la Tierra empieza a morder la Luna.)
01:41 Comienzo de la fase total. (A partir de aquí la Luna completamente en sombras.)
02:13 Máximo eclipse. (Nunca sabemos cuán oscuro será un eclipse de Luna, pero lo más oscuro es aquí.)
02:43 Fin de la fase total. (El borde de la Luna empieza a ser iluminado por el Sol.)
03:51 Fin de la fase parcial. (Se ilumina el último pedacito eclipsado.)


Antes y después de estas horas está la fase penumbral, prácticamente imperceptible. En esta figura se ve el recorrido de la Luna a través de la sombra de la Tierra (en Argentina vemos la Luna al revés de esta figura). Las horas están en Tiempo Universal, por si estás en otro huso.


¿Qué observar en un eclipse de Luna? Como se ve, el evento es larguísimo. Si querés aprovechar lo mejor, preparate a las 00:30 para ver 10 minutos del momento cuando la sombra empeza a reptar por la superficie lunar. Después poné el despertador a la 01:20, y salí a ver el borde de la sombra de la Tierra sobre la Luna parcialmente eclipsada, con su color rojo característico. A las 2 te podés ir a dormir tranquilo, ya viste lo mejor.

Cuando veas el borde de la sombra de la Tierra pensá por qué es redondo. ¿Por qué será? ¡Porque la Tierra es redonda! Hace 2500 años los astrónomos griegos lo notaron y concluyeron (acertadamente) que la Tierra es redonda. No es una conspiración de la NASA, que no existía hace 2500 años. Es redonda. Y no: los eclipses no tienen ninguna relación especial con las mareas, y mucho menos con la sangre. Por supuesto, tienen un efecto positivo sobre la gente: son preciosos y son gratis.

Aprovechá este eclipse. En la próxima temporada eclipsal, en pleno invierno, tendremos apenas un eclipse parcial visible con la Luna en el horizonte. En todo 2020-2021 no hay ningún eclipse lunar interesante. Eso sí: los próximos dos eclipses totales de Sol ocurren en la Argentina, el 2 de julio de este año y el 14 de diciembre de 2020. Si podés, andá a verlos en la región de totalidad.


La imagen del eclipse es del sitio de eclipses de la NASA. También hay muy buena información (localizada, además) en Timeanddate. Las fotos del eclipse de 2008 son mías.

12/01/2019

La quietud del Sol

El Sol está en su mínimo de actividad. Esto no tiene ninguna relación con el hecho de que esta semana nevó en Bariloche (en el resto del hemisferio sur raja la tierra con furia estival) ni con su posición más cercana del año (el perihelio, el 3 de enero pasado). A través de un telescopio solar lo veíamos así el último día del año, liso, sin manchas solares. El Sol terminó el 2018 acumulando 221 días sin manchas. Todo indica que el 2019 será similar, con alrededor del 60% de los días sin manchas visibles, y que será un mínimo muy profundo, similar al anterior.


Cuando no hay manchas, cuando el Sol está en su mínimo de actividad, el campo magnético solar se extiende suavecito en el espacio, sin intrincadas turbulencias responsables de las violentas erupciones y emisiones de materia típicas de los máximos de actividad. El campo magnético "peina" la tenue atmósfera solar, llamada corona, que se ve muy distinta durante los mínimos que durante los máximos. Durante el eclipse solar total del próximo 2 de julio, por lo tanto, veremos la corona solar formando dos alas a uno y otro lado del Sol. No muy distintas que las que se vieron en el Gran Eclipse Americano del 2017.

Cuando no hay grandes erupciones en el Sol, el viento solar se origina principalmente en los agujeros que se forman en la corona. Precisamente cuando descargué la imagen del Sol sin manchas, el 31 de diciembre, teníamos uno apuntando hacia nosotros. Podemos verlo en la imagen de aquí abajo, en el ultravioleta lejano (193 Å, 1 millón de K). El viento surgiendo de este agujero llegó a la Tierra el 4 de enero. ¿Alguien vio las auroras? En la galería de Spaceweather siempre hay lindas fotos casi en tiempo real.


El ciclo de actividad solar dura 11 años*, así que volveremos a estar en máximo recién en 2024 más o menos, cuando no pasará un solo día sin manchas. O no: tal vez nos encaminemos hacia un nuevo mínimo de Maunder y su "pequeña Era del Hielo". No entendemos del todo el ciclo de actividad del Sol. Pero la Tierra vive dentro de su atmósfera radiactiva, y por lo tanto es muy importante conocer su dinámica. Afecta principalmente los vuelos espaciales, tanto a la electrónica como a los astronautas y las órbitas de los satélites, pero también a la atmósfera terrestre, las comunicaciones, las redes eléctricas, los oleoductos, la aviación y tal vez ciertos patrones locales de clima.


* El Sol invierte la polaridad de su campo magnético cada 11 años, así que el período completo es el doble, 22 años.

La foto que muestra la corona durante un mínimo y un máximo es de NCAR's High Altitude Observatory and Rhodes College. Las imágenes del Sol el 31/12/2018 son del Solar Dynamics Observatory.

05/01/2019

La Luna en 2019

Para los lunáticos del nuevo año, he preparado como siempre el compilado de la Luna. El movimiento está acelerado 200 mil veces, y tiene el sur hacia arriba, tal como la vemos desde nuestras latitudes.



Todas las lunas llenas de la primera mitad del año son superlunas, especialmente la de febrero, cuando el plenilunio ocurre a apenas 6 horas del perigeo. Pero la más interesante es sin duda la de enero, ¿vieron el paso fugaz de la sombra de la Tierra? Y si les pareció que algún planeta pasaba por detrás, probablemente era Saturno, ¡porque en 2019 la Luna lo oculta 14 veces!


Para destacar:

Enero 21: Eclipse total de Luna. Visible desde las Américas, pasada la medianoche del día 20. ¡Ampliaremos!
 
Enero 31: Conjunción de la Luna y Venus, muy muy cercana, diurna. Es una rara oportunidad de ver una "estrella" (Venus, mag -4.3), de día. Ya lo conté una vez hace años, aquí.

Junio 18: Ocultamiento de Saturno. Éste es el mejor para nosotros, aunque el del 5 de octubre también será visible (de día). 

Julio 2: Eclipse total de Sol, visible desde una franja que cruza la Argentina desde San Juan hasta el norte de la provincia de Buenos Aires. El resto del país disfrutará de un eclipse parcial, preguntándose por qué no fueron hasta la totalidad. Si les pasa eso, tienen una segunda oportunidad en 2020...


Julio 16: Ocultamiento de Saturno (a las 5 de la madrugada en Bariloche, casi rasante). Y el mismo día, más tarde:  Eclipse parcial de Luna. ¡No te pierdas la salida de la Luna eclipsada! (con Saturno todavía cerca).

Julio 20: Medio siglo del alunizaje de Neil Armstrong y Buzz Aldrin, a bordo del módulo Eagle de la nave espacial Apollo 11, en el Mar de la Tranquilidad.


El video está hecho en Celestia. Las simulaciones de conjunciones con Stellarium. Las predicciones de ocultamientos con Occult. El mapa de eclipses usa los cálculos de Xavier Jubier.