Se lo promocionó como "el cometa del siglo", de manera totalmente injustificada. Pero el cometa Tsuchinshan-ATLAS se convirtió, al acercarse a su perihelio (máxima aproximación al Sol) en un lindo cometa, apenas visible a simple vista. Quizás "el cometa del año". En Bariloche, tras una racha de mal tiempo que culminó con tres días de nieve durante el equinoccio de primavera, pudimos verlo finalmente el día 23 de septiembre. Convalesciente de un fuerte resfrío, no pude moverme de casa. Por suerte las circunstancias del cometa lo pusieron en el cielo del amanecer, así que pude verlo asomado al balcón.
El cometa muestra una linda cola en binoculares y en fotos, de un par de grados de largo, apenas distinguible a simple vista. Compite, por supuesto, con la claridad del amanecer. A medida que el cometa sube en el cielo y se despega de la atmósfera densa del horizonte, también se acerca el amanecer y el cielo se vuelve más brillante. El día 25 pude verlo con más facilidad, y cada vez más lindo:
En estos días el cometa está pegando la vuelta en su apretada órbita parabólica, en forma de horquilla, y como su movimiento es retrógrado, nos lo estamos cruzando de frente, mientras pasa delante del Sol. Dentro de poco se producirá el máximo acercamiento a la Tierra, el 12 de octubre. Al adelantarnos, lo veremos aparecer nuevamente, pero esta vez en el cielo vespertino, como hace unos meses cuando empezó a aparecer en los medios de prensa.
Mencioné su órbita parabólica, abierta, muy inclinada y retrógrada, típica de un cometa no periódico de la nube de Oort. Esta es su primera visita a las regiones interiores del sistema solar, y viene cargado de hielos vírgenes, que jamás sintieron el calorcito del Sol. Esto hace que probablemente produzca mucho gas y polvo a su alrededor, y lo que vimos en septiembre parece indicar que será un cometa brillante (si bien tendrá que competir con la Luna gibosa creciente). Ojalá se convierta en un "gran cometa", es decir, en un cometa que es obviamente visible a simple vista, por todo el mundo, sin necesidad de binoculares o siquiera saber hacia donde mirar. Seguramente no será el cometa del siglo: el cometa del siglo ya lo vimos, fue el McNaught de 2007. Qué cometa, ese.
En todo caso, las cosas que he visto decir sobre el Tsuchinshan-ATLAS, más allá de la tontería del "cometa del siglo", o que "sobrevoló Córdoba", me han dejado boquiabierto, patitieso y turulato. He leído, en una misma nota, que es un cometa no periódico, que no se acerca a la Tierra desde hace 80 mil años, y que no volverá hasta dentro de 26 mil años. ¿En qué quedamos? ¿Es no periódico, o tiene un período de 80 mil años, o tiene un período de 26 mil años? ¿No leen lo que escriben? ¿No razonan? Qué lejos quedaron los tiempos en que un periodista como Jonathan Swift usaba las leyes de Kepler para "inventar" un par de lunas de Marte (que resultó que existían), o cuando un poeta como Edgar Alan Poe explicaba correctamente que la noche era oscura porque el universo tenía un principio, o cuando un periodista y poeta como Leopoldo Lugones filosofaba sobre las ideas de Einstein.
Bueno, una vez que pase el perigeo elegiré la mejor foto que tenga, para agregar a Tsuchinshan-ATLAS a la página de Los cometas de mi vida, que es tan popular en el blog.
La foto del cometa McNaught sobre Bariloche es de mi amigo Martín Moliné. ¡Síganlo! Martín siguió fotografiando el Tsuchinshan-ATLAS unos días después que yo, y me contó que estaba cada vez más brillante. Veremos dentro de unos días.
El diagrama de la órbita es de Gideon van Buitenen, que mantiene un lindo sitio con información actualizada de manera automática sobre cometas brillantes. La tomé de la página sobre el cometa Tsuchinshan-ATLAS y la adapté.