Unas dos mil estrellas ocupan un volumen de medio millón de años luz cúbicos alrededor de la Tierra. Todas mis modestas contribuciones al campo electromagnético del universo se encuentran estrictamente dentro de esta esfera de 50 años luz de radio. No deben ser muchas: la luz que reflejo, el infrarrojo que irradio, alguna vez que apunté una linterna al cielo, alguna entrevista por la radio... En todo caso ésta es la esfera a través de la cual, durante medio siglo, fue viajando a la velocidad de la luz la noticia de mi nacimiento, ocurrido hace exactamente 50 años.
Ciento treinta y tres de estas estrellas son visibles a simple vista desde la Tierra. Aquí están representadas en el simpático Atlas del Universo (con una estética un poco anacrónica hay que decir). Allí están las Alfas Centauris, que se enteraron cuando yo estaba en la salita de cuatro. Sirio, donde llegó la noticia mientras promediaba la primaria en la Escuela Número Doce Distrito Escolar Once Reconquista. Y muchas más de las conocidas: Vega, Proción, Capella, Arturo... La más lejana, exactamente a 50 años luz, es Mu Arae, donde recién hoy se han enterado del evento.
¿Cómo se verá el Sol desde Mu Arae? En Celestia podemos representarlo: las líneas son las de nuestras constelaciones, casi irreconocibles desde la nueva perspectiva. Pero ahí a la derecha se reconocen las Pléyades: muy juntitas en el espacio, se ven juntitas desde cualquier lado.
Muchas de estas estrellas son bien brillantes, pero no necesariamente las que vemos brillantes desde la Tierra. Habría que dibujar nuevas constelaciones, y nuestro Sol sería parte de una de ellas. Una linda constelación con Capella, Alfa Centauri, Sirio, Aldebarán... Me animo a dibujar una Trucha, nombre apropiado para una falsa constelación ;-)
Así como el Sol se ve tan pequeñito desde Mu Arae, Mu Arae es una estrella muy menor en nuestro cielo. Es un sol parecido
al Sol, casi en límite de la observación a ojo desnudo desde un sitio
oscuro. Cuatro planetas conocemos, una súper Tierra y tres gigantes,
orbitando a su alrededor. ¿Retoza algún bicho en una playa de uno de
estos mundos o sus lunas? ¿Mira al cielo, donde hay una estrella muy
parecida a la suya? ¿Sabe acaso que a su alrededor hay un planeta? ¿Se
imagina ese otro bichito que acaba de nacer ahí, justo en ese momento en que alzó su vista al cielo?
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