En la oscuridad del espacio interestelar, donde el Sol brilla apenas un poco más que las estrellas más brillantes, un robot de la Tierra está en problemas. Voyager 1, que empezó su viaje cuando yo era un niño, hace casi 50 años, tiene un problema informático. Pero Voyager 1 está viva, y los ingenieros se están comunicando con ella. ¿Qué oscuro código están transmitiendo, escrito en una lengua
informática casi muerta, que sólo habla uno, tal vez dos, demiurgos del
JPL?
La NASA lo anunció a medidos de diciembre: la computadora de V'ger no podía comunicarse adecuadamente con uno de sus subsistemas, encargado de preparar las mediciones de los instrumentos para enviarlos a la Tierra. Como consecuencia de esto, no se están recibiendo datos científicos.
En la Deep Space Network (¡qué nombre!) podemos ver que una de las antenas de Canberra, Australia, está en comunicación con la nave, transmitiendo con una potencia de 99 kilowatts, suficiente para alimentar cien planchas, o dos mil computadoras:
La velocidad de transmisión es increíblemente lenta, dada la inmensa distancia a la que se encuentra:
¡24 mil millones de kilómetros! ¡163 unidades astronómicas! A esa distancia, la transmisión tarda casi un día en llegar. Y un día en volver. ¡Hasta la luz se hace leeeeenta! Llevará tiempo saber si logran reparar el problema, pero estaremos atentos para compartir las novedades. Las Voyager son el primer paso de la humanidad hacia las estrellas, y todavía tienen cuerda para un buen rato.
Es una buena ocasión para poner Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, mirar en la dirección de Ofiuco en la madrugada (donde está Voyager 1) y recordar que el viaje de las Voyager fue extraordinario. Nos reveló un sistema solar al que nos hemos acostumbrado pero que, hasta hace tan poco, era casi desconocido. Desde el confín del reino de los planetas Voyager 1 tomó, el 14 de febrero de 1990, el famoso "retrato de familia", en el que la Tierra aparece como un "punto azul pálido" flotando en un rayo de sol, que inspiró a Carl Sagan algunas de sus mejores líneas. Eclipse, el último tema del disco de 1973, parece hablar premonitoriamente sobre lo que encierra ese punto azul pálido:All that you touch
And all that you see
All that you taste
All you feel
And all that you love
And all that you hate
All you distrust
All you save
And all that you give
And all that you deal
And all that you buy,
Beg, borrow or steal
And all you destroy
And all that you do
And all that you say
And all that you eat
And everyone you meet
And all that you slight
And everyone you fight
And all that is now
And all that is gone
And everything under the sun is in tune
But the sun is eclipsed by the moon
Excelente, como siempre nos tiene acostumbrados "Chule".
ResponderEliminarMe alegra saber que sigue funcionando.
ResponderEliminarY que alguien conoce el concepto de demiurgo.
"the pale blue dot" que poeta el Sagan! y que bueno que pudo convencerlos de hacer esa toma de fotos! no eran parte de la mision :)
ResponderEliminarSiempre me intrigaron y ahora me sorprenden las Voyager todavía activas y transmitiendo desde los confines y fuera del sistema solar. A menos que se les corrija trayectoria (no sé si es aún posible), seguirán un buen rato en MRU hasta tanto den con algún campo gravitatorio o reciban un cascotazo.
ResponderEliminarSon un prodigio de la ingeniería. Ya no pueden corregir su rumbo, y les queda energía nuclear para unos pocos años más. MRU: más bien, están en la rama saliente de una hipérbola, por ahora. Acabo de revisar, y Canberra está recibiendo datos de Voyager 2 a 160 bits por segundo, 10^(-21) kW. Para comparar, en Madrid están escuchando a Webb a 28 Mb/s, 10^(-15) kW.
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