En el verano estuve de vacaciones en Monte Hermoso, en el sur de la provincia de Buenos Aires. Es uno de los pocos balnearios argentinos desde el cual se puede ver la puesta del sol en el mar. En enero esto ocurre a eso de las 20:30, de manera que es un espectáculo habitual si uno se queda tomando mate y comiendo churros en una tarde templada y sin nubes. Un día, minutos después del ocaso, se vio el fenómeno que aquí muestro: un replandor anaranjado, de forma oval, un poco por encima del horizonte. Nunca había visto un fenómeno atmosférico semejante. ¿Alguien sabe qué es? Acompáñeme para ver lo (poco) que encontré en la web.
Este fenómeno, parece, se llama en inglés afterglow y se debe a la presencia de partículas muy finas o aerosoles en la alta atmósfera, que reflejan la luz del sol cuando éste se encuentra debajo del horizonte. El ejemplo clásico de afterglows remite a la catastrófica erupción del volcán Krakatoa en Indonesia en 1883. Durante muchos meses después del evento pudieron observarse en todo el mundo atardeceres extraños hasta bastante después de la puesta del sol. El volcán inyectó en la estratósfera enormes cantidades de ceniza y polvo que dispersaron la luz del sol de forma inusual. Desde el otro lado del mundo el artista inglés William Ashcroft documentó estos atardeceres de Krakatoa hasta 1886. Uno de sus cuadros es el que reproduzco aquí, y que muestra un afterglow muy parecido al que vi desde la playa. Este verano no hubo erupciones catastróficas, pero hacia el oeste de Monte Hermoso está la ciudad industrial de Bahía Blanca, donde las refinerías de petróleo producen permanentemente aerosoles. Estos pueden haber ascendido mucho según las condiciones meteorológicas de esa tarde. Ningún otro día se vio el mismo fenómeno.
Se dice también que el raro cielo rojo en la famosa pintura El grito del pintor expresionista Edvard Munch corresponde a uno de aquellos atardeceres, gentileza de Krakatoa.
La otra imagen muy parecida que encontré fue esta. Este hermoso atardecer fue fotografiado por el robot Spirit en el cráter Gusev, ¡en el planeta Marte! El cielo diurno de Marte es rojizo por el polvo en suspensión, y el mismo polvo tal vez refleje o disperse la luz del sol cuando éste se encuentra ya debajo del horizonte. Es notable que en la Tierra el cielo sea celeste con atardeceres rojizos, ¡mientras que en Marte el cielo sea rosado con atardeceres celestes!
No estoy para nada seguro de esta explicación, pero no encontré mucho más. Así que si algún aficionado a los fenómenos atmosféricos quiere aportar algo, será bienvenido.
¿Será el mismo fenómeno que genera la llamada "Luna Azul" o lo que se conoce como Nubes Noctilucentes?
ResponderEliminarVer Luna Azul en Ciencia@NASA.
La explicación, junto a las bellas imágenes, creo, pueden acompañarse de una canción de mi grupo preferido, Genesis, titulada justamente "Afterglow". Saludos
@Gerardo:
ResponderEliminarLas nubes noctilucentes son, efectivamente, nubes muy altas que, tal como el polvo de los volcanes, son iluminadas por el sol cuando éste se encuentra ya debajo del horizonte. ¡No me acordaba de la canción de Génesis, es verdad! Una luna azul es otra cosa: hoy en día se llama así a la segunda luna llena en un mes. Pero sí: se vieron lunas azules después de Krakatoa, ya que el polvo fino dispersa la luz roja, y deja a la luna con un exceso de luz azul. Otro día pongo una foto del sol azulado visto a través del polvo del Chaitén, que nos llegó a Bariloche en mayo de 2008.
Qué interesante lo que observaste allá en la playa, y encima comiendo churros, qué lujo! :) Y tampoco sabía que en Marte hay cielos rosados con atardeceres celestes, qué linda la imagen que tomó Spirit y que posteaste aquí!!
ResponderEliminarSaludos,
Laura García Oviedo