El elusivo Mercurio se unió a la danza planetaria sobre el horizonte occidental. Durante el atardecer del jueves, a las 19:00 horas, se tenía esta hermosa alineación a lo largo de la eclíptica. Es una exposición de 15 segundos tomada con mi cámara compacta desde el barrio de Belgrano en Buenos Aires. Esta imagen anotada puede clickearse para verla un poco más grande (se abrirá en otra pestaña del navegador). Muestra los planetas y principales estrellas visibles. Y siga leyendo para ver una imagen de alta resolución, sin las anotaciones.
Esta es la versión de alta resolución (más de 5 megapíxels, definitivamente les recomiendo clickearla para agrandarla y verla en toda su gloria). De abajo hacia arriba se distinguen Mercurio, el brillante Venus, el rojizo Marte y el lejano Saturno. Además de los planetas vemos a Régulus y Denébola, las estrellas más brillantes de la constelación de Leo, el León. Lo vemos patas arriba desde el hemisferio sur, pero puede apreciarse la silueta estilizada de un león echado, con parte de la cabeza melenuda que se pierde en el resplandor del ocaso.
Si miran con aumento la imagen de alta resolución verán que las estrellas y los planetas se ven como pequeñas rayitas. Esto se debe a que en 15 segundos el cielo se mueve apreciablemente por efecto de la rotación de la Tierra, aunque a simple vista no nos demos cuenta. La cámara estaba apoyada, de manera que apuntaba a un lugar fijo sin rastrear este movimiento.
Los planetas se mueven en el cielo, además, como resultado de sus órbitas alrededor del Sol. Este movimiento es más lento, pero puede apreciarse noche tras noche como un cambio de su posición respecto de la de las estrellas. Los planetas más cercanos al Sol se mueven más rápido que los más lejanos (por eso es fácil perderles el rastro a Mercurio y Venus, que pasan rápidamente del cielo del atardecer al del amanecer). Como todos los planetas (incluida la Tierra) tienen sus órbitas casi en un mismo plano, en el cielo los vemos cambiar de posición a lo largo de una franja (la eclíptica, donde están las constelaciones del Zodíaco, y donde también se mueven la Luna y el Sol). Por un efecto de perspectiva (al movernos todos alrededor del Sol) lo planetas hacen unos rulos en nuestro cielo, acercándose y alejándose entre sí de manera aparentemente caprichosa. Estos movimientos le dieron dolores de cabeza a generaciones de astrónomos a lo largo de siglos, hasta que Kepler los explicó matemáticamente de manera razonable.
Objetos más cercanos se mueven en el cielo de manera más rápida. A veces producen efectos interesantes en estas fotos de larga exposición, como este avión que se cruzó durante una de mis fotos.
Antes de entrar a tu blog tenìa miedo de encontrarme con mucho palabrerìo cientìfico y cerrarlo rapidamente por ignorante, pero realmente te agradezco la forma sencilla en que explicas las cosas. sandra
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