20/04/2013

El monstruo en el centro de la Vía Láctea

Cuando las noches se hacen más largas que los días, cada vez más alto hasta que pasa directamente sobre nuestras cabeza, podemos ver el centro de nuestra galaxia. Es una región notable, rebosante de estrellas, de nubes fluorescentes y de filamentos de polvo oscuro. El centro mismo está oculto a nuestra vista, velado por estas enormes nubes de polvo, tan frías que dan escalofríos de sólo imaginar año luz tras año luz a doscientos setenta grados bajo cero.

La radiación infrarroja, de todos modos, es capaz de atravesar esas tinieblas. Y los enormes telescopios modernos, capaces de ver en el infrarrojo, han develado el turbulento centro de la Vía Láctea. Este par de imágenes del Observatorio Europeo Austral muestra el notable contraste entre el paisaje infrarrojo y el visible. El centro exacto de la galaxia está en la parte más brillante de la imagen infrarroja, arriba del medio. La cantidad de estrellas es increíble.

Todas las estrellas de la Vía Láctea giran alrededor de ese centro, tal como los planetas de nuestro sistema solar giran alrededor del Sol, y los satélites alrededor de sus respectivos planetas. Nuestro Sol tarda unos 200 millones de años en dar una vuelta. Las estrellas que están más cerca del centro giran más rápido (tal como Mercurio gira alrededor del Sol más rápido que la Tierra). Así que rodeando el centro de la Galaxia hay un racimo de estrellas girando como locas alrededor de... nada. Bueno, no se ve nada, como se aprecia en esta imagen infrarroja del telescopio Keck. Los grandes telescopios infrarrojos pueden discernir estas estrellas individualmente, y los astrónomos han seguido sus órbitas con enorme precisión, algunas durante una órbita completa. ¿Qué fuerza hace orbitar esas estrellas? La gravedad, naturalmente. La misma fuerza que hace caer las manzanas de los árboles, y que hace que la Luna no caiga de su órbita. Así que las leyes de la Física permiten calcular la masa del objeto que mantiene a estas estrellas en sus apretadas órbitas. Pesa 4 millones de veces más que el Sol. Y es invisible.

¿Qué es este monstruo oscuro, 4 millones de veces más pesado que el Sol, pero que es más chico que el sistema solar? Bueno, no es del todo invisible. Los radiotelescopios muestran una intensa fuente de radio en el punto focal de estas órbitas, llamado Sagitario A*. Y cada tanto se ven destellos de rayos gamma viniendo de allí. Es uno de los objetos más inverosímiles del universo: un agujero negro gigante.

Hace un par de años se descubrió una nube de gas cayendo casi directamente hacia el agujero negro. En los próximos meses le pasará rasante, todavía más cerca que las estrellas del cúmulo central. Como es una nube, a medida que se acerca se va desarmando por efecto de las fuerzas de mareas. Esta caída de materia casi directamente a la boca del monstruo es algo que nunca se había observado directamente, así que los astrónomos están escudriñando de cerca el fenómeno, porque va a ser súper interesante. El siguiente video del ESO muestra las previsiones teóricas. Vale la pena destacar que no es un dibujo animado caprichoso: todos los objetos que se ven allí (así como en la imagen de aquí arriba) son reales, moviéndose tal como se observa a través de los telescopios, y el movimiento de la nube de gas es el que predicen las leyes de la Física. A lo largo de los próximos años podremos verlo directamente.

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¿Qué es esa nube? ¿De dónde viene? ¿Chocará contra algo? ¿Pasa muy seguido esto? Hay muchas preguntas sin respuestas, y mucha información interesante sobre el tema en la web, y en los próximos meses habrá más. Aquí van algunas de las cosas que encontré yo:

El paper del descubrimiento, hace poco más de una año, en Nature.

Wiki de la nube, con links a información y recursos.

Página de la nube en el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre.

SOFIA (un Boeing 747 con telescopio infrarrojo asomando por un agujero, literalmente) ya ve destellos.


Créditos
Comparación óptica/IR del centro de la Vía Láctea: ESO/VVV Survey/D. Minniti/Nick Risinger/I. Toledo/M. Kornmesser (click acá).
Imagen del cúmulo de estrellas en el centro de la Vía Láctea: Keck/UCLA/Andrea Ghez.
Imagen de la nube y el cúmulo estelar: ESO/MPE/M. Schartmann/L. Calçada.
Video: ESO/MPE/M. Schartmann/L. Calçada (en la página hay más videos e imágenes).

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