Año Nuevo es Año Nuevo, ¿no? Bueno, según.
El que festejamos anteayer es el de los almanaques: el año civil o año calendario, de 365 o 366 días (como 2016, que es bisiesto). Es el único que dura una cantidad entera de días, y rige los aniversarios de todo tipo.
En nuestro calendario actual, el gregoriano, la duración promedio del año a lo largo de los siglos puede calcularse fácilmente teniendo en cuenta los bisiestos cada 4 años, excepto los años múltiplos de 100 (1900 no fue bisiesto), salvo cuando son también múltiplos de 400 (2000 sí fue bisiesto): 365 + 1/4 - 1/100 + 1/400 = 365.2425 días.
El calendario gregoriano pretende aproximar el año trópico, medido de equinoccio de marzo a equinoccio de marzo, que dura 365.24219 días. Como se ve la diferencia es de menos de una parte por millón, lo cual habla muy bien de los astrónomos del siglo XVI que diseñaron la reforma del calendario juliano, de 365.25 días. Cuando terminen los 366 días de 2016 habremos dado un poquito más de una vuelta alrededor del Sol.
El año sideral es el tiempo que tarda la Tierra en completar una órbita, medido con respecto a un sistema de referencia fijo, tal como las estrellas lejanas. Actualmente dura 365.256363004 días. Bueno, eso duró en el año 2000, que se usa como referencia.
El año anomalístico es mi favorito, porque se mide con respecto a un punto particular de la órbita terrestre: es el tiempo que transcurre de un perihelio al siguiente. El perihelio es el punto de mayor acercamiento al Sol en la órbita elíptica de la Tierra (en la figura el óvalo está muy exagerado para que se note mejor). Dura 365.259636 días.
Ah, el año anomalístico comienza hoy, 2 de enero a las 19:49 hora argentina. ¡Feliz Año Anomalístico Nuevo!
Y también está el año dracónico, que se mide entre dos pasos sucesivos del Sol por la línea formada por la intersección de la órbita de la Luna con la de la Tierra. También se lo llama eclíptico, porque sólo en esa línea se producen los eclipses. Y el año lunar, que dura exactamente 12 ciclos lunares (unos 354.37 días), y que es la base de muchos calendarios antiguos y el islámico moderno. Y el año heliacal, medido con respecto a las estrellas, que coincide con el sideral para estrellas cercanas a la eclíptica. Y el año de Gauss, y el de Bessel, y el sótico...
La ciencia: 26 siglos complicándolo todo.
Feliz año anomalístico nuevo pues!!
ResponderEliminarMuy felíz Año Nuevo, profesor Abramson!!! Gracias por su vocación por divulgar la ciencia entre nosotros, los ignorantes amantes del conocimiento científico.
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