Las casi simultáneas oposiciones de Marte, Saturno y Plutón, junto con la máxima elongación de Venus al anochecer y la presencia cercana de Júpiter, nos permitieron disfrutar de un magnífico trencito de planetas este invierno. La Luna se sumó varios días cada mes. Así los vimos al caer la noche el mes pasado.
Vale la pena una versión anotada, para señalar los planetas:
Venus estaba excepcionalmente brillante, y también Marte, que superaba a Júpiter. Saturno parecía una estrella perdida en la Vía Láctea, y sólo un conocedor del cielo notaba la "estrella fuera de lugar" en Sagitario. Plutón, como lo esencial, es invisible a los ojos, y tampoco salió en esta foto.
La foto está tomada en los fondos del Centro Atómico Bariloche, desde uno de los últimos rinconcitos oscuros. Fui con el telescopio, pero la sesión estuvo plagada de dificultades técnicas. No pude rescatar nada, excepto esta foto tomada sin telescopio, con la lente ojo de pez y la cámara en trípode. Por supuesto, al día siguiente armé el telescopio en el balcón y anduvo todo perfecto. Así que aproveché para fotografiar a Plutón y completar el retrato familiar.
Plutón también está perdido en la maraña de estrellas de la Vía Láctea, y es tan chiquito que en una sesión única es imposible identificarlo sin ayuda. Registrando la foto en astrometry.net, y cargándola en Cartes du Ciel fue la única manera de encontrarlo:
Lamentablemente al día siguiente se nubló; si no, podría haber repetido la foto para capturarlo moviéndose con respecto a las estrellas. Así lo descubrió Clyde Tombaugh en 1930. Pero claro, estaba en Arizona, no en Bariloche. Se las debo.
Actualización: A pedido de Tommy Guozden, he aquí un simulacro hecho en Stellarium mostrando las órbitas de los planetas. Se ve que la razón de que los planetas no apaezcan completamente alineados en el cielo se debe a que los planos de las órbitas son parecidos, pero no coinciden exactamente.
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