29/05/2010

Antípodas

Antes de que se me pierda, tengo aquí este fragmento de Astronomia Nova, de Kepler, que quisiera rescatar:

"En teología puede valer el peso de la Autoridad, pero en filosofía sólo vale el de la Razón. Así, fue santo Lactancio, que negó la redondez de la tierra, y fue santo Agustín, que admitió su redondez pero negó los antípodas. Y sagrado es el Santo Oficio en nuestros días, que admite la pequeñez de la tierra pero niega su movimiento. Pero para mí más sagrada que todo es la Verdad cuando, con todo respeto por los doctores de la Iglesia, demuestro que la tierra es redonda, habitada por antípodas, de una insignificante pequeñez, y rápida vagabunda entre las estrellas."

Johannes Kepler, Astronomia Nova

23/05/2010

Martin Gardner, 1914-2010

No suelo escribir noticias en este blog, pero voy a hacer una excepción para recordar a Martin Gardner, fallecido ayer. Martin Gardner fue un hombre extraordinariamente influyente de manera muy sutil, gran escritor y divulgador de la ciencia y de la matemática, promotor del pensamiento racional y del movimiento escéptico. Quienes tuvieron la suerte de conocerlo recuerdan también que era una gran persona. El mundo es un poco más oscuro hoy.

22/05/2010

Band of brothers

Cada astrónomo aficionado tiene sus lugares favoritos en el cielo. Uno de los míos es un rincón muy denso de la Vía Láctea que se encuentra en la constelación de la Popa, detrás de la cola del Can Mayor. En la imagen de aquí al lado (click para agrandarla) marqué la zona que les comento con un recuadrito. En esta época del año está bien alta, hacia el oeste, a comienzos de la noche. Es fácil ubicarse con Sirio y Canopus, las estrellas más brillantes del cielo. Allí, detrás de la cola del perro hay un par de estrellas no tan brillantes de la Popa. Son π Puppis (una hermosa estrella bien roja) y ζ Puppis. Entre ellas está mi rinconcito. En un denso campo de estrellas se destacan los cúmulos abiertos NGC 2451 y 2477. Siga leyendo para ver qué es lo que me gusta de ellos y ver las fotos que saqué el sábado pasado. 

Primero una foto de campo ancho, tomada con mi Canon XTi y un teleobjetivo de 100 mm, que muestra una inmensa cantidad de estrellas en esta región del cielo. Estamos mirando en el plano de la Vía Láctea, más o menos en ángulo recto respecto de la dirección del centro de la Galaxia, y en la dirección del Brazo de Orión. Es una hermosa vista con binoculares de 10x50, y en fotos como ésta la cantidad de estrellas es abrumadora. La estrella roja del extremo izquierdo de la foto es π Puppis. La estrella brillante a 3/4 del campo hacia la derecha es ζ Puppis, llamada Naos. El campo mide unos 12 grados a lo ancho (algo más de un puño con el brazo extendido). Observen cerca del centro de la foto. A uno y otro lado se ven dos zonas que parecen tener más estrellas juntas.

Esas regiones más densas son los cúmulos estelares NGC 2451 y NGC 2477. Esta imagen es un detalle de la foto anterior, y pueden verse los enjambres estelares más claramente. Estos son los objetos por los cuales este rincón de la Galaxia es uno de mis favoritos. Con binoculares se los puede ver claramente: NGC 2451 (el de la izquierda) con una notable estrella roja brillante, y NGC 2477 (el de la derecha) como una nubecita no resuelta, similar a un cúmulo globular.

Los cúmulos estelares son grupos de estrellas que se formaron al mismo tiempo a partir de una gran nube de gas y polvo, similar a la que vimos en el verano. Con el paso del tiempo los vientos estelares disipan los restos de la nube, y las estrellas viajan juntas por la galaxia hasta que finalmente se dispersan. Nuestro Sol debe haber tenido compañeras de este tipo en sus años mozos, pero les hemos perdido el rastro.

Estos dos racimos estelares, tan cercanos en el cielo, son tremendamente distintos uno del otro. NGC 2477 tiene muchísimas estrellas. A través del telescopio sigue pareciendo un cúmulo globular (que son agrupaciones estelares de otro tipo, otro origen, etc.). Si no me equivoco, es el cúmulo abierto más poblado que se conoce, con varios cientos de estrellas. Está lejos, a casi 3000 años luz de nosotros. Después de sacar la foto de campo amplio acoplé la cámara a mi telescopio Meade LX10 de 20 cm y saqué unas fotos mostrando cada objeto por separado. Aquí vemos a NGC 2477 en toda su gloria. Hay una hermosa estrella azul a su lado (b Puppis), que no forma parte del cúmulo.

Mientras NGC 2477 se destaca por sus muchas y apretadas estrellas, NGC 2451 apenas se distingue del fondo, pero tiene estrellas más brillantes. Son unas cuarenta estrellas, entre las cuales se destaca una bien roja (c Puppis). Vean la foto. Una estrella gigante roja y un puñado de gemas azules nos recuerda otro hermoso cúmulo, el Joyero, del que me ocuparé otro día. Sorprendentemente, parece que NGC 2451 no es un cúmulo ¡sino dos! Los vemos perfectamente alineados, pero están lejos uno del otro: el más cercano está a 640 años luz, y el otro mucho más lejos, a 1100 años luz de nosotros.

No se los pierdan. Estos objetos del cielo profundo son hermosos vistos a través del cualquier instrumento, y nos reconcilian con la astronomía en estas ya gélidas noches, en las que es tan difícil salir a observar un rato. Cuando junté el equipo el sábado después de sacar las fotos eran apenas las 21:30, ¡pero ya hacía 5 grados bajo cero!

Una última foto. En la imagen telescópica no cabían los dos cúmulos en un mismo campo, así que saqué una foto adicional de la región intermedia. Luego monté todas sobre el campo de estrellas de la foto de campo amplio para rellenar los huecos. La composición da una buena idea de la región, de lo próximos y diversos que son estos cúmulos. La imagen tiene apenas dos grados a lo ancho (cuatro Lunas). El norte está hacia abajo y a la derecha.

Ah, ¿y qué significa el título? "We few, we happy few, we band of brothers" es un famoso verso de Shakespeare (de Enrique V). Después del post de la semana pasada, donde citaba un verso de Romeo y Julieta, me vino a la memoria este otro, en relación a las estrellas juntitas en estos notables cúmulos. Sólo eso.



Fotos: NGC 2477, 8x1min, ISO 400, Canon XTi en foco primario de Meade LX10, f=1250 @f/6.3. NGC2451, 6x1min, idem. Campo ancho, 11x1min, ISO 400, Canon XTi sobre Meade LX10, tele Canon EF 100mm 1:2 @f/4. Todas tomadas desde Bariloche, cielo suburbano, 41S 71W, 2010-05-15 20:00 a 21:30 (GMT-3), visibilidad excelente.  Todas con guiado manual. Todas apiladas en DeepSkyStacker, post-procesadas en Photoshop.

15/05/2010

What's in a name?

En Romeo y Julieta leemos:
What's in a name? That which we call a rose
By any other name would smell as sweet.
"¿Qué hay en un nombre? Eso que llamamos rosa perfumaría igual de dulce con cualquier otro nombre". Julieta le está diciendo a Romeo que un nombre es una convención artificial. Que ella ama a una persona que se llama Montesco, y no al nombre "Montesco" ni a la familia Montesco. Romeo, arrastrado por la pasión, niega a su padre y se bautiza tan sólo "amante de Julieta". Son un par de versos que condensan buena parte del conflicto que recorre la tragedia. La expresión What's in a name? se ha convertido en un lugar común en lengua inglesa. Si la buscan en Google encontrarán 100 millones de citas.

¿Y esto qué tiene que ver con la astronomía? Había prometido ocuparme de los nombres de los asteroides. Aquí va.

08/05/2010

En el cielo las estrellas, en todas las librerías

Me complace anunciar que he completado el manuscrito final, mil y una veces corregido y revisado, de En el cielo las estrellas. El libro se publicará en la colección Ciencia que ladra, de la editorial Siglo XXI, en el próximo mes de agosto. El sábado a las 19:00 estaré en la Feria del Libro para la presentación de los libros más recientes de la colección y el anuncio de los de próxima publicación.

En el cielo las estrellas cuenta la historia de la medición del tamaño del universo, con coloridos personajes y descubrimientos colaterales. Nadie debe dejar de leerlo.

Nota importante: El título final del libro es Viaje a las estrellas. Aquí hablo más de él.

01/05/2010

La huella del choique

Ésta es la época ideal del año para observar la Cruz del Sur. En las primeras horas de la noche se la  puede ver bien alta en el cielo del sur, correctamente orientada con el palo largo casi vertical y el crucero  horizontal. En esta foto, tomada en diciembre desde el balcón de mi casa en Bariloche, se la ve casi de cabeza, en el lado derecho de la imagen. A la izquierda brilla fugazmente un destello de un satélite Iridium. (Click para agrandarla, as usual...)

La Cruz del Sur es la constelación más pequeña del cielo. Pero está formada por cuatro estrellas muy brillantes y que forman un diseño compacto tan fácil de identificar que todo el mundo sabe reconocerla. La Cruz era visible a los antiguos griegos, pero el lento movimiento de precesión de la Tierra la puso fuera del alcance de los observadores europeos posteriores. Fue redescubierta durante los viajes oceánicos en el Renacimiento, y le pusieron un nombre significativo para la cultura de su época.

Todos los pueblos del hemisferio sur de la Tierra, por supuesto, ya la conocían. En la lengua de los mapuches su nombre es Melipal. ¿Quieren saber qué representaban estas cuatro estrellas antes de la llegada de los europeos? Sigan leyendo.