25/01/2014

Uñas

La distancia entre la Tierra y la Luna puede medirse con extraordinaria precisión gracias a estos instrumentos dejados en la superficie lunar por los astronautas de los Apollo. Son retrorreflectores, similares a los "ojos de gato" de las bicicletas. Si se los ilumina con un láser reflejan casi toda la luz de vuelta hacia donde vino (a diferencia de lo que haría un espejo). En esta foto, tomada en el Museo de Ciencia de Londres, está reflejando la luz del flash de mi cámara.

Tal cual hacen los chicos de The Big Bang Theory en el capítulo The Lunar Excitation, es bastante fácil medir la distancia a la Luna mandando un pulso de luz y midiendo el tiempo que tarda en regresar a la Tierra. Así se descubrió que, aparte de todos sus otros movimientos, la Luna se aleja de la Tierra a una velocidad de 4 cm por año.

¿Conocen otra cosa que se mueva a 4 cm por año? ¿No? ¡Las uñas! Las uñas de los dedos de las manos crecen aproximadamente a esa velocidad. Sí señor, la Luna se aleja de nosotros a la misma velocidad a la que crecen las uñas. Así que apuntando hacia la Luna con el dedo índice, el borde delantero de mi uña permanece a la misma distancia de la Luna mientras ésta se aleja lentamente... ¿No es sorprendente?

Otra velocidad coincidentemente similar es la del alejamiento de Sudamérica y África por el crecimiento del Océano Atlántico en la dorsal medio-oceánica. Es un poco menor: unos 2,5 cm/año, pero del mismo orden de magnitud. Así que estas vacaciones, si están en la costa atlántica, apunten hacia el horizonte y el borde de las uñas permanecerá a casi la misma distancia de la costa africana mientras impercetiblemente se ensancha el océano a nuestros pies...

18/01/2014

Letras griegas

En el año 1603 el astrónomo alemán Johann Bayer publicó su atlas estelar Uranometria. En esta obra Bayer inició la tradición de designar a las estrellas de manera sistemática, usando una letra griega minúscula y la constelación correspondiente. La letra correspondía al brillo de la estrella en la constelación: alfa la más brillante, beta la segunda más brillante, y así siguiendo.

Con el correr de los siglos hubo muchas modificaciones y adiciones, estrellas que cambiaron de brillo, estrellas que no eran tales, constelaciones que cambiaron de forma... Hoy en día, cuando los catálogos tienen miles de millones de estrellas, el sistema de Bayer es por supuesto impracticable. Sin embargo se lo sigue usando para las estrellas más brillantes, tanto entre los aficionados y los profesionales como para el público general.

Claro, cada vez que uso una letra griega aquí en el blog me pregunto si mis lectores la reconocerán. Todo el mundo conoce las letras griegas más habituales, alfa, beta, pi... ¿Pero todas? Poca gente. Por eso, cuando me refiero a una estrella cuya letra griega es inusual, en general pongo su nombre en castellano, o el símbolo y su nombre entre paréntesis. Además, la pertenencia a la constelación se designa con el genitivo latino (ya que el latín no usa preposiciones para este caso), que son un rompecabezas adicional. Pero de eso hablaré otro día. (PS: ya está aquí la nota sobre los genitivos astronómicos.)

Las letras griegas se usan mucho en las ciencias exactas, y en castellano (al menos en la Argentina) he notado que no todos los científicos las pronuncian correctamente. Ni qué hablar de los estudiantes de Mecánica Clásica, que a menudo le dicen "épsilon" a toda letra que no sea ni alfa, ni beta, ni pi. Aquí están todas, con sus símbolos, sus nombres y algunas aclaraciones para los hispanoparlantes. Las más peliagudas para nosotros son las dos formas de la letra equivalente a nuestra zeta, que encima, en América, pronunciamos de manera muy distinta a la española y la griega. ¡A practicar!

α alfa  
β beta  
γ gamma  
δ delta  
ε épsilon  
ζ dseta Se pronuncia como la z del francés: como una z española pero con la lengua contra el paladar en lugar de entre los dientes. Es la inicial de palabras castellanas que comienzan con zeta, como zoología, etc.
η eta  
θ zeta Se pronuncia como la zeta de los españoles, con la lengua entre los dientes. En Argentina se pronuncia de mil maneras distintas, todas incorrectas: tita, teta, seta... Es la inicial de palabras latinas que empiezan con th en inglés y con t en castellano, como teatro, etc.
ι iota  
κ kappa  
λ lambda ¡No "lamda"!
μ my En Argentina se suele pronunciar "mu", pero el nombre correcto es más parecido a "mi".
ν ny Ídem.
ξ xi ¡No "viborita"!
ο ómicron  
π pi  
ρ ro  
σ sigma  
τ tau  
υ ýpsilon Ésta es como my y ny: mejor decir ípsilon que úpsilon.
φ fi  
χ ji ¡Jamás "chi"! Es la letra con la cual se escribió "México" en castellano antiguo, que por lo tanto se pronuncia "Méjico" y no "mécsico". Ídem Texas ("Tejas", al menos en castellano).
ψ psi  
ω omega Ojo: es "omega", no "ómega".


En la nomenclatura de Bayer sólo se usan letras griegas minúsculas. Sin embargo, cuando se las escribe de manera completa (para ayudar a quien no sabe los nombres, por ejemplo), es usual usar mayúsculas en el nombre: Alfa Canis Majoris refiriéndose a Sirio, que es α Canis Majoris, por ejemplo. En la nomenclatura de Bayer, cuando se acaban las letras griegas, se usan a continuación las letras latinas minúsculas y, cuando éstas se acaban, letras latinas mayúsculas. 



La ilustración es la portada de Uranometria que figura en la nota correspondiente en Wikipedia, cortesía de la U.S. Naval Observatory Library.

11/01/2014

En un lugar de la mancha

Esta semana el Sol nos deleitó con una de las manchas solares más grandes de los últimos años. Estas manchas gigantescas son perfectamente normales durante los años del máximo de actividad solar, que nuestra estrella está experimentando desde el 2013. Esta mancha, o mejor dicho complejo de manchas, como se ve en la foto, es tan grande que sin dificultad pude verla a simple vista (usando filtros especiales para observar el Sol, naturalmente). Así la pude fotografiar el martes, desde casa, en horas de la tarde, usando simplemente mi cámara compacta y el susodicho filtro.


Ya he comentado aquí que las manchas solares son regiones menos calientes de la superficie del Sol. No mucho: en lugar de 5500 grados pueden estar a 4000, mucho más caliente que el hierro fundido. Así que se ven oscuras simplemente por contraste con el resto del Sol. Este enfriamiento localizado es un fenómeno magnético, producido por campos muy intensos que "congelan" el hirviente plasma. Tan intensos que pueden "explotar", en forma de llamaradas y erupciones. Un par de horas antes de esta foto, la mancha 1944 produjo una de estas explosiones en dirección de la Tierra, lo cual produjo abundantes auroras en las regiones polares. El observatorio espacial solar SOHO registró este video de la erupción propagándose en el espacio interplanetario. (El Sol, señalado por ese circulito blanco, está enmascarado destrás del círculo azul un poco más grande. Es un gif animado, paciencia hasta que cargue...)


La abundante "nieve" que se ve en las imágenes se deben a partículas subatómicas aceleradas por el frente de la explosión. Afortunadamente ninguna de estas cosas representa un problema grave para la vida en la Tierra, ni el campo magnético, ni la radiación, ni la lluvia de partículas. La atmósfera y la magnetósfera de la Tierra nos protegen. Los astronautas, en cambio, tienen que buscar refugio durante estos eventos. Fanáticos del Sol están invitados a visitar SpaceWeather y SolarHam...

El miércoles por la mañana volví a observar la mancha, esta vez a través del Newtoniano de 114 mm, tras el excelente filtro solar de Orion que creo no se fabrica más. La foto está tomada con la misma Lumix, apuntando en el ocular. Observen cómo la rotación del Sol se ha llevado la mancha hacia la derecha, y ha aparecido una nueva manchita en el extremo izquierdo, que el día anterior no se veía.


En esta imagen las manchas se ven un poco más nítida, y se distingue algo de su compleja estructura. Telescopios y cámaras especiales son capaces de detectar extraordinarios detalles. Busquen en Google que vale la pena (una buenísima está acá). La mancha es gigantesca, como ya dije. El diámetro del Sol es 100 veces mayor que el de la Tierra toda, así que estas manchas son varias veces mayores que nuestro planeta.

¡ATENCIÓN! Nunca, NUNCA, mire el Sol directamente sin usar un filtro adecuado. Ni a ojo desnudo, y mucho menos usando binoculares o telescopios. Se destruirá el ojo irremediablemente. Sí es seguro usar un par de binoculares para PROYECTAR el Sol en una hoja de papel, y las manchas se ven fenómeno. Googlear y aprender.

04/01/2014

Cuesta arriba

¡Uf! Pasaron las fiestas de fin de año. A partir de ahora todo es cuesta arriba...

Antes de que escarnicen mi pesimismo, me apuro en aclarar que a partir de hoy toda la Tierra  se mueve cuesta arriba. Literalmente.

Como ya conté muchas veces, la órbita de la Tierra no es circular sino ovalada, una elipse que nos pone a veces más cerca y a veces más lejos del Sol. Hoy, 4 de enero de 2014 a las 9 de la mañana hora argentina, es el perihelio de la Tierra, el punto más cercano al Sol (en la ilustración la excentricidad de la elipse está exagerada). Así que a partir de hoy la Tierra se mueve "hacia arriba" en el campo gravitatorio del Sol. Claro, ni nos damos cuenta, ni nos cuesta nada. La Tierra obtiene la energía para esta subida de su propia energía cinética, o sea de su velocidad. Invertirá un poquito de ésta para llegar al punto más alto, el afelio, el 4 de julio de 2014. A partir de allí empezará a descender hasta el perihelio de 2015, recuperando la velocidad perdida. El tiempo que transcurre de un perihelio al siguiente se llama año anomalístico. Algún día tendré que hablar sobre los distintos años de la Tierra...

Cuando hice la cuenta no podía creer la cantidad de energía involucrada en este juego entre energía cinética y energía potencial. Si no me equivoqué (escribo ésto en la mañana del 1 de enero, así que todo es posible...) son 1.77×1020 TJ (terajoules). Según Wolframalpha es un quinceavo de la energía orbital de la Tierra. Son 40 mil millones de millones de megatones. Que nadie se le ponga delante.