¿Cómo es una supernova antes de explotar? Así:
Esta rara nebulosa, que vemos a simple vista en la constelación de Carina, tiene en su interior a una de las estrellas más extraordinarias que conocemos, la enigmática Eta Carinae. Es una súper pesada, tal vez la más pesada de la galaxia.
¿Cómo sabemos que es la más pesada de la galaxia? Simplemente porque estrellas más pesadas no pueden existir. Estas estrellas gigantescas son increíblemente brillantes, radian con furia millones de veces más intensamente que el Sol. Están al borde de desintegrarse a sí mismas venciendo a su propia fuerza de gravedad. En cada galaxia hay una docena, como mucho. Cuando yo era chico Eta Carinae era la única conocida (decíamos que era la más pesada del universo). Hoy en día se conocen un puñado más.
Durante algún tiempo viven una vida loca, inestable como la de ningún otro tipo de estrella. Pero tienen los días contados. Inevitablemente agotan su combustible nuclear, que las mantiene infladas, y terminan sus vidas en un santiamén, en un paroxismo explosivo más allá de la pesadilla pirotécnica más desaforada. Pero eso lo contaré otro día. Volvamos al objeto nebuloso que envuelve a Eta Carinae.
Lo llamamos "el Homúnculo", vale decir "el hombrecito". Lo bautizó así nuestro Enrique Gaviola, genial físico y astrónomo argentino, pionero de ambas ciencias en nuestro país, y tremendamente respetado internacionalmente. Es uno de los héroes lamentablemente ignorados de nuestra ciencia. Durante sus años como director del Observatorio de Córdoba estudió minuciosamente la nebulosa que rodea a Eta Carinae, que se conocía desde principios del siglo XX, y publicó sus análisis en 1949. Allí lo describe como un hombrecito gordo, con cabeza, piernas y brazos cruzados:
Sus imágenes fotográficas lo muestran así en la figura 1 del artículo:
El nombre que le dio Gaviola pegó en la comunidad internacional y fue inmediatamenta adoptado. Hay que decir que otro astrónomo famoso, el inglés Andrew Thackeray, publicó el mismo año sus propias observaciones hechas desde Sudáfrica, dándole a la nebulosa un nombre mucho menos marketinero al compararla con un barba roja tipo collar (red spade-beard, el estilo de barba de Lincoln). No fue trending topic, en cambio #homunculus sí.
¿Podemos ver esta extraña nebulosa? ¡Claro que sí! Hasta en Bariloche, donde la turbulencia de la atmósfera no permite usar grandes aumentos, en noches calmas he visto al homúnculo como un par de disquitos anaranjados, uno más intenso ocultando parcialmente a uno más oscuro, realmente muy parecido a la imagen que puse al principio (sin los detalles extraordinarios que logra el telescopio Hubble, claro). Un día, hace varios años, me propuse fotografiarlo. Hice una secuencia de fotos con distintas exposiciones (1 a 10 segundos), tal como hizo Gaviola y las combiné. El resultado fue sorprendentemente bueno.
Para comparar mi foto con la del Telescopio Hubble hice un gif animado que pasa de una foto a la otra, usando a Eta y a las otras dos estrellas que aparecen junto a ella para alinear las imágenes. Me encantó. Hasta me parece que veo estructuras en los dos lóbulos esféricos y en los "bracitos".
Como siempre, hay muchas cosas para decir sobre el Homúnculo, pero me las guardo para otro día. Porque lo mejor es salir a verlo. ¿Dónde está? Para quienes no sepan encontrar a Eta Carinae hice este zoom, usando otras fotos mías de la zona, que es una de las favoritas de todos los aficionados australes. En la foto del fondo se ven la Cruz del Sur y sus Punteros, que todo el mundo debería saber encontrar en el cielo. Cerca de la Cruz está la gran Nebulosa de Carina (también llamada de Eta Carinae) pero el Homúnculo es mucho más chiquito. En medio de la gran nebulosa hay una región oscura llamada el Ojo de la Cerradura, y cerca de éste la estrella más brillante, naranja, es Eta (η) Carinae. A mirar con cuidado, con paciencia, con buen aumento y con cielo calmo (no necesariamente muy oscuro, yo la veo regularmente desde el balcón de casa, donde también saqué las fotos).
Bueno, pero ¿qué es el Homúnculo? Paciencia. Otro día.
La imagen del Homúnculo (la buena, no la mía) es de NASA/ESA/HST. Las otras son mías, mías, mías.
26/04/2014
El Homúnculo del cielo austral
19/04/2014
Me mareo con el eclipse
Esta semana, en ocasión del eclipse de Luna, me hicieron varias veces una pregunta que se repite cada tanto. Tiene que ver con las mareas, de las cuales ya comenté algo hace poco, explicando que hay dos mareas altas por día y que se atrasan algo menos de una hora cada día. Allí prometí explicar por qué se producen las mareas, pero esa explicación tendrá que esperar. Lo de hoy es mucho más urgente, sencillo y fundamental, y todo el mundo debería tenerlo claro.
La pregunta, que surge siempre en ocasión de un eclipse de Luna, es más o menos la siguiente:
En primer lugar, las mareas son un efecto de la gravedad de la Luna. ¡No de la luz de la Luna! Durante el eclipse lo único que cambia es la luz de la Luna: se pone oscura y roja, por el hecho de meterse dentro de la sombra de la Tierra. Por lo demás, es una luna llena como la de todos los meses. Su marea no es distinta de la de todas las lunas llenas.
OK, entonces. El eclipse no tiene efecto alguno sobre la marea. Pero de todos modos estamos hechos en gran medida de agua. Si la Luna es capaz de mover el agua del océano, ¿qué efecto produce en nosotros?
La respuesta es que el hecho de que estemos hechos de agua es irrelevante. Las mareas del océano son las más evidentes. Pero las mareas son un efecto de la fuerza gravitatoria, que afecta a toda la materia por igual. El agua no tiene ninguna propiedad que la vuelva susceptible a las mareas. La gravedad lunar produce mareas en toda la materia de la Tierra. El agua es fluída y se acomoda cambiando de lugar, y la vemos fácilmente. El aire también es fluído, y aunque no las veamos también la atmósfera de la Tierra tiene mareas como las del océano. Hasta la propia corteza rocosa del planeta se deforma todos los días bajo la influencia gravitacional de la Luna. Son unos pocos centímetros, pero perfectamente medibles y de hecho, hoy en día, relevantes en la calibracíón del sistema GPS. Galaxias enteras se deforman por efecto de la fuerza de marea producido por otras galaxias, como ya he contado en alguna ocasión.
En resumen: 1. El eclipse es irrelevante en el fenómeno de las mareas. 2. El agua es irrelevante en el fenómeno de las mareas. ¿OK?
Ojo: esto no quiere decir que los eclipses no tengan ningún efecto sobre nosotros. El efecto es triple: estético, económico e intelectual. Son preciosos, son gratis, y nos encanta entender qué está pasando.
Alguien insistirá: Ah, bueno, está bien que el agua sea irrelevante. Pero igual estamos hechos de materia. Si la Luna produce mareas en el aire, en el agua y en la tierra, ¿qué produce en nosotros? La respuesta, cuando explique por qué se producen las mareas. (PS. Acá está: Me mareo con los fideos, y Me mareo relativamente...)
Las fotos son del eclipse del 15 de abril, que a mí me pareció más brillante que otros. Lo más lindo del eclipse fue el triángulo formado por la Luna roja, la estrella azul Spica y el brillante planeta Marte, que se ve en la primera foto. Spica y la Luna se ven en la segunda. Ambas están tomadas durante la fase de eclipse total. En Bariloche hubo mucho viento y llovizna, así que las fotos están maso maso.
La pregunta, que surge siempre en ocasión de un eclipse de Luna, es más o menos la siguiente:
"Si la Luna causa las mareas, y nuestro cuerpo está hecho en un 70% de agua, ¿qué efecto produce el eclipse en las personas?"La respuesta tiene dos partes, y las dos son igualmente sencillas.
En primer lugar, las mareas son un efecto de la gravedad de la Luna. ¡No de la luz de la Luna! Durante el eclipse lo único que cambia es la luz de la Luna: se pone oscura y roja, por el hecho de meterse dentro de la sombra de la Tierra. Por lo demás, es una luna llena como la de todos los meses. Su marea no es distinta de la de todas las lunas llenas.
OK, entonces. El eclipse no tiene efecto alguno sobre la marea. Pero de todos modos estamos hechos en gran medida de agua. Si la Luna es capaz de mover el agua del océano, ¿qué efecto produce en nosotros?
La respuesta es que el hecho de que estemos hechos de agua es irrelevante. Las mareas del océano son las más evidentes. Pero las mareas son un efecto de la fuerza gravitatoria, que afecta a toda la materia por igual. El agua no tiene ninguna propiedad que la vuelva susceptible a las mareas. La gravedad lunar produce mareas en toda la materia de la Tierra. El agua es fluída y se acomoda cambiando de lugar, y la vemos fácilmente. El aire también es fluído, y aunque no las veamos también la atmósfera de la Tierra tiene mareas como las del océano. Hasta la propia corteza rocosa del planeta se deforma todos los días bajo la influencia gravitacional de la Luna. Son unos pocos centímetros, pero perfectamente medibles y de hecho, hoy en día, relevantes en la calibracíón del sistema GPS. Galaxias enteras se deforman por efecto de la fuerza de marea producido por otras galaxias, como ya he contado en alguna ocasión.
En resumen: 1. El eclipse es irrelevante en el fenómeno de las mareas. 2. El agua es irrelevante en el fenómeno de las mareas. ¿OK?
Ojo: esto no quiere decir que los eclipses no tengan ningún efecto sobre nosotros. El efecto es triple: estético, económico e intelectual. Son preciosos, son gratis, y nos encanta entender qué está pasando.
Alguien insistirá: Ah, bueno, está bien que el agua sea irrelevante. Pero igual estamos hechos de materia. Si la Luna produce mareas en el aire, en el agua y en la tierra, ¿qué produce en nosotros? La respuesta, cuando explique por qué se producen las mareas. (PS. Acá está: Me mareo con los fideos, y Me mareo relativamente...)
Las fotos son del eclipse del 15 de abril, que a mí me pareció más brillante que otros. Lo más lindo del eclipse fue el triángulo formado por la Luna roja, la estrella azul Spica y el brillante planeta Marte, que se ve en la primera foto. Spica y la Luna se ven en la segunda. Ambas están tomadas durante la fase de eclipse total. En Bariloche hubo mucho viento y llovizna, así que las fotos están maso maso.
12/04/2014
La sombra del mundo
Ochocientos sesenta y cinco días. Tres años, tres meses y 25 días. Sin eclipse. El último eclipse total de Luna que vimos en Bariloche fue el 21 de diciembre de 2010. Hubo un par en 2011 que no vimos desde aquí. Así que venimos juntando ganas, y si la meteorología nos favorece nos pondremos al día esta semana.
Habrá un eclipse total de Luna en la madrugada del 15 de abril. Será íntegramente visible desde Bariloche y desde todo el continente. Los siguientes son los momentos relevantes para tener en cuenta al momento de planificar una sesión de observación (indicados en hora argentina, GMT-3):
Comienzo de la fase parcial: 02:58 (La Luna llena empieza a meterse dentro de la sombra de la Tierra.)
Comienzo del eclipse total: 04:07 (La Luna está completamente dentro de la sombra de la Tierra.)
Máximo eclipse: 04:46
Fin de la fase total: 05:25 (La Luna empieza a salir de la sombra.)
Fin de la fase parcial: 06:33 (La Luna vuelve a verse llena.)
Como se ve, un eclipse de Luna es un evento muy lento, que se desarrolla a lo largo de horas. Para el que quiera verlo de punta a punta, todo el fenómeno es fascinante. Lo mejor, de todos modos, es la fase de eclipse total. Así que el curioso que no quiera pasarse la noche entera tiritando bajo las estrellas puede poner el despertador un poco antes de las 4 de la madrugada, y salir a ver cómo la Luna llena desaparece en las sombras de la Tierra. Si aguanta tres cuartos de hora puede esperar hasta las 5 menos cuarto, el momento de máximo eclipse, cuando la Luna esté pasando bastante cerca del centro de la sombra, que es la parte más oscura. Y después se vuelve a la cama.
Hay un par de cosas interesantes que quiero comentar sobre los eclipses de Luna. En primer lugar, durante la fase parcial, observen el aspecto de la Luna. Ésta es una secuencia de fotos del eclipse del 21 de febrero de 2010 que, como el de esta semana, vimos enterito con la Luna bien alta en el cielo:
Durante la fase parcial del eclipse (o durante un eclipse parcial, por supuesto), vemos la Luna con forma de creciente, como durante las fases creciente o menguante que vemos todos los meses en la Luna. Sin embargo, mirando con cuidado vemos que no es exactamente como una Luna creciente. Claro, lo que estamos viendo no es el borde que separa el día de la noche lunares (el "terminador", se llama). Es el borde de la sombra de la Tierra. Y vemos que es redondo. Vemos un cachito, pero es fácil imaginar la sombra entera. La sombra de la Tierra es redonda. ¿Y por qué es redonda la sombra de la Tierra? ¡Porque la Tierra es redonda! Hace 2500 años los antiguos griegos observaron el fenómeno y concluyeron, acertadamente, que nuestro mundo era redondo. Es un conocimiento que forma parte de nuestra cultura desde hace miles de años. No es verdad que hasta Colón la gente creyera que la Tierra era plana.
Otra cosa interesante para observar es el color de la Luna durante la fase total. ¡Se ve roja! Si la Luna está completamente metida en la sombra de la Tierra, ¿por qué no desaparece por completo? ¿Y por qué se ve roja? La respuesta es tan sencilla como encantadora.
Hay que hacer un ejercicio de imaginación. Imaginemos que estamos en la Luna durante el eclipse, como ilustré en la imagen de aquí al lado. El eclipse de Luna ocurre durante la luna llena, así que si miramos hacia la Tierra estamos también mirando en la dirección del Sol, que aquí en la ilustración puse asomando tras nuestro planeta. O sea, la noche de la Tierra apunta hacia nosotros (vemos las luces de las ciudades...) y el día de la Tierra hacia el otro lado. ¿Qué es esa corona roja alrededor de la Tierra, separando la noche del día? ¿Qué es lo que separa la noche del día en la Tierra?... ¡El amanecer y el atardecer! Estamos acostumbrados a pensar en el amanecer y el atardecer como momentos, pero en realidad son lugares. Todo el tiempo hay, en la Tierra, un círculo enorme de amaneceres y atardeceres. Y durante el eclipse, desde la Luna, lo vemos rodeando la Tierra, separando la noche (que está de nuestro lado) del día (que está del otro lado). La luz rosada de todos los amaneceres y de todos los atardeceres del mundo pinta de rojo la Luna llena durante el eclipse.
La cantidad de luz y la intensidad del rojo son siempre distintos y muy difíciles de predecir. Dependen de la composición de la atmósfera que atraviesa ese poquito de luz del Sol, y particularmente del polvo de erupciones volcánicas, que llega muy alto en la atmósfera. Así que todos los eclipses totales de Luna son distintos, y pueden ser desde un rojo ladrillo brillante hasta un rojo oscuro con la Luna casi invisible.
Habrá otro eclipse total de Luna este año, el 8 de octubre. Pero no veremos la fase total, veremos a la Luna casi totalmente eclipsada poniéndose tras la Cordillera al amanecer. Lo cual también tiene su encanto. Después, el 27 de septiembre del año que viene tendremos otro, en un horario un poco más amigable, con la totalidad empezando antes de la medianoche.
¿Cómo observar? ¡Como puedan! A ojo desnudo, con binoculares, con telescopio... Algo de aumento pero no mucho es en general lo mejor para un eclipse de Luna, pero de cualquier modo se puede disfrutar.
Bueno, ¡que lo disfruten, no tomen frío, saquen fotos y compártanlas! Y a no olvidarse que también esta semana, el 17 de abril, los astros vuelven a alinearse para que la Luna oculte a Saturno (de 04:05 a 05:27, visto desde Bariloche).
La referencia obligada sobre eclipses es la página de la NASA, a cargo de Fred Espenak, sobre cuyos cálculos se basa toda la información de eclipses lunares y solares que encontrarán en programas de astronomía como Stellarium, Cartes du Ciel, etc. Está sólo en inglés en: http://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html. La ilustración está hecha con Celestia.
Habrá un eclipse total de Luna en la madrugada del 15 de abril. Será íntegramente visible desde Bariloche y desde todo el continente. Los siguientes son los momentos relevantes para tener en cuenta al momento de planificar una sesión de observación (indicados en hora argentina, GMT-3):
Comienzo de la fase parcial: 02:58 (La Luna llena empieza a meterse dentro de la sombra de la Tierra.)
Comienzo del eclipse total: 04:07 (La Luna está completamente dentro de la sombra de la Tierra.)
Máximo eclipse: 04:46
Fin de la fase total: 05:25 (La Luna empieza a salir de la sombra.)
Fin de la fase parcial: 06:33 (La Luna vuelve a verse llena.)
Como se ve, un eclipse de Luna es un evento muy lento, que se desarrolla a lo largo de horas. Para el que quiera verlo de punta a punta, todo el fenómeno es fascinante. Lo mejor, de todos modos, es la fase de eclipse total. Así que el curioso que no quiera pasarse la noche entera tiritando bajo las estrellas puede poner el despertador un poco antes de las 4 de la madrugada, y salir a ver cómo la Luna llena desaparece en las sombras de la Tierra. Si aguanta tres cuartos de hora puede esperar hasta las 5 menos cuarto, el momento de máximo eclipse, cuando la Luna esté pasando bastante cerca del centro de la sombra, que es la parte más oscura. Y después se vuelve a la cama.
Hay un par de cosas interesantes que quiero comentar sobre los eclipses de Luna. En primer lugar, durante la fase parcial, observen el aspecto de la Luna. Ésta es una secuencia de fotos del eclipse del 21 de febrero de 2010 que, como el de esta semana, vimos enterito con la Luna bien alta en el cielo:
Durante la fase parcial del eclipse (o durante un eclipse parcial, por supuesto), vemos la Luna con forma de creciente, como durante las fases creciente o menguante que vemos todos los meses en la Luna. Sin embargo, mirando con cuidado vemos que no es exactamente como una Luna creciente. Claro, lo que estamos viendo no es el borde que separa el día de la noche lunares (el "terminador", se llama). Es el borde de la sombra de la Tierra. Y vemos que es redondo. Vemos un cachito, pero es fácil imaginar la sombra entera. La sombra de la Tierra es redonda. ¿Y por qué es redonda la sombra de la Tierra? ¡Porque la Tierra es redonda! Hace 2500 años los antiguos griegos observaron el fenómeno y concluyeron, acertadamente, que nuestro mundo era redondo. Es un conocimiento que forma parte de nuestra cultura desde hace miles de años. No es verdad que hasta Colón la gente creyera que la Tierra era plana.
Otra cosa interesante para observar es el color de la Luna durante la fase total. ¡Se ve roja! Si la Luna está completamente metida en la sombra de la Tierra, ¿por qué no desaparece por completo? ¿Y por qué se ve roja? La respuesta es tan sencilla como encantadora.
Hay que hacer un ejercicio de imaginación. Imaginemos que estamos en la Luna durante el eclipse, como ilustré en la imagen de aquí al lado. El eclipse de Luna ocurre durante la luna llena, así que si miramos hacia la Tierra estamos también mirando en la dirección del Sol, que aquí en la ilustración puse asomando tras nuestro planeta. O sea, la noche de la Tierra apunta hacia nosotros (vemos las luces de las ciudades...) y el día de la Tierra hacia el otro lado. ¿Qué es esa corona roja alrededor de la Tierra, separando la noche del día? ¿Qué es lo que separa la noche del día en la Tierra?... ¡El amanecer y el atardecer! Estamos acostumbrados a pensar en el amanecer y el atardecer como momentos, pero en realidad son lugares. Todo el tiempo hay, en la Tierra, un círculo enorme de amaneceres y atardeceres. Y durante el eclipse, desde la Luna, lo vemos rodeando la Tierra, separando la noche (que está de nuestro lado) del día (que está del otro lado). La luz rosada de todos los amaneceres y de todos los atardeceres del mundo pinta de rojo la Luna llena durante el eclipse.
La cantidad de luz y la intensidad del rojo son siempre distintos y muy difíciles de predecir. Dependen de la composición de la atmósfera que atraviesa ese poquito de luz del Sol, y particularmente del polvo de erupciones volcánicas, que llega muy alto en la atmósfera. Así que todos los eclipses totales de Luna son distintos, y pueden ser desde un rojo ladrillo brillante hasta un rojo oscuro con la Luna casi invisible.
Habrá otro eclipse total de Luna este año, el 8 de octubre. Pero no veremos la fase total, veremos a la Luna casi totalmente eclipsada poniéndose tras la Cordillera al amanecer. Lo cual también tiene su encanto. Después, el 27 de septiembre del año que viene tendremos otro, en un horario un poco más amigable, con la totalidad empezando antes de la medianoche.
¿Cómo observar? ¡Como puedan! A ojo desnudo, con binoculares, con telescopio... Algo de aumento pero no mucho es en general lo mejor para un eclipse de Luna, pero de cualquier modo se puede disfrutar.
Bueno, ¡que lo disfruten, no tomen frío, saquen fotos y compártanlas! Y a no olvidarse que también esta semana, el 17 de abril, los astros vuelven a alinearse para que la Luna oculte a Saturno (de 04:05 a 05:27, visto desde Bariloche).
La referencia obligada sobre eclipses es la página de la NASA, a cargo de Fred Espenak, sobre cuyos cálculos se basa toda la información de eclipses lunares y solares que encontrarán en programas de astronomía como Stellarium, Cartes du Ciel, etc. Está sólo en inglés en: http://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html. La ilustración está hecha con Celestia.
05/04/2014
Veo, veo... ¿Qué ves?
¿Papá Noel te trajo un telescopio y no sabés qué mirar? Cada tanto me encuentro con algún principiante frustrado porque no sabe qué observar con su primer telescopio. ¿Qué ver? Todos hemos pasado por esa etapa. La sobredosis de información que provee la Web sólo ha empeorado el problema.
Claro, hay catálogos de objetos astronómicos. ¿Pero qué catálogo uso? ¡Hay montones! El clásico NGC, New General Catalogue ("new" en el siglo XIX...) tiene más de siete mil objetos. Su complemento el Index Catalogue (IC) miles y miles más. ¿Te gustan las galaxias? El Principal Galaxies Catalogue (PGC) nos abruma con más de un millón de galaxias cuidadosamente clasificadas. ¿Entonces?
Hay dos, y sólo dos, catálogos que son cruciales para el principiante. Uno de ellos es una reliquia del siglo XVIII, compilado por Charles Messier para su uso personal, sin ningún criterio científico. Messier era un cazador de cometas parisino, y preparó su lista con objetos fácilmente confundibles con cometas, para no equivocarse. Como resultado de esto su catálogo es muy sesgado. Faltan objetos magníficos que Messier no creyó que fueran confundibles con cometas, e incluye algunos objetos de dudoso interés. Además, para los que vivimos en el hemisferio sur, le faltan montones de objetos que valen la pena y que simplemente son invisibles desde París. Aún así, el catálogo Messier se volvió inmensamente popular y vale la pena explorar los que podamos de sus 109 o 110 objetos.
En 1995 un legendario divulgador de la astronomía inglés, Sir Patrick Moore, se propuso enmendar un poco las falencias del Messier y compiló su propia lista de 109 objetos, distribuídos más uniformemente en el cielo, y sin repetir los de Messier. Como su propio apellido también empezaba con M, para evitar confusiones decidió usar su apellido completo y compuesto, Caldwell-Moore, y llamó al suyo catálogo Caldwell. Sky&Telescope lo publicó y se hizo inmediatamente popular.
El catálogo Caldwell no carece de críticos, pero no vale la pena perderse en discusiones ociosas. ¿Era necesario un catálogo más? No. ¿Es útil? Sí. Bueno, usalo y punto. ¿No te gusta el Caldwell? Hacé tu propia lista, como hacen tantos. ¿No sabés qué poner en la lista? Ay, ay, ay...
Preparé una carta de todo el cielo con la ubicación de los objetos Caldwell (el link al pdf está al pie de la nota). No la usen más que como guía para encontrarlos con respecto a las constelaciones, y para saber qué se puede observar según la hora y la época del año. Intencionalmente no puse estrellas ni líneas de ascención recta ni declinación. Cualquiera puede imprimir una carta detallada de la región que le interese usando Cartes du Ciel o su planetario favorito, para poder "navegar" hasta el objeto elegido. También pueden visitar el excelente Jim's Cosmos, donde hay una tabla del Caldwell con links a detalles de los objetos, una preciosa guía de bolsillo y una carta parecida a la mía. Y lo mismo para el catálogo Messier y algún otro. La página de Jim es muy informativa y sus cartas interactivas son una belleza, no sé cómo las hace.
Entre ambos catálogos suman más de 200 objetos astronómicos fascinantes, cúmulos de estrellas, nebulosas y galaxias, tanto para observar como para fotografiar y para aprender sobre ellos. Ojo: una cosa es tener una lista, otra cosa es encontrarlos en el cielo. Para eso hay dos alternativas: comprarse un telescopio computarizado (llamados popularmente GOTO), o aprender a navegar en el cielo con una carta, como explicamos hace años acá. Las dos opciones tienen sus ventajas y sus desventajas, sus defensores y sus críticos.
No puedo terminar esta nota sin mencionar que, aparte de los objetos "del cielo profundo" que listan estos catálogos, no hay que desdeñar la observación de la Luna ni de las estrellas dobles. Sobre la Luna ya escribí algo, y ya regresaremos con otros particulares.
Descargar la carta celeste del catálogo Caldwell.
Descargar el catálogo Caldwell para Cartes du Ciel.
Patrick Moore fue el creador y conductor del legendario programa de televisión de la BBC The Sky at Night, semanalmente en el aire desde el año 1957. Debe ser uno de los shows más longevos de la historia, y sin duda el que ha tenido mayor continuidad de conducción, ya que Sir Patrick fue el presentador de todos los episodios menos uno desde 1957 hasta enero de 2013 (¡habiendo fallecido en diciembre de 2012!). Tengo el honor de que, en dos ocasiones, The Sky at Night me pidiera fotos para mostrar en el show: en ocasión del tránsito de Venus en 2012, y recientemente con el hermoso cometa PANStarrs.
¿109 o 110? El catálogo original tenía 45 objetos, desde M1 la nebulosa del Cangrejo hasta M45 las Pléyades. La versión final publicada por Messier llegaba hasta el número 103. Sucesivas adiciones llevaron la lista hasta M110. M102 fue incluído por Messier a sugerencia de un amigo, quien después dijo que el objeto no existía, que había sido un error. A veces se identifica a la galaxia NGC 5866 como M102, pero su descripción no conincide con la del M102 original, y se lo hace simplemente para que no quede un hueco en la lista.
Claro, hay catálogos de objetos astronómicos. ¿Pero qué catálogo uso? ¡Hay montones! El clásico NGC, New General Catalogue ("new" en el siglo XIX...) tiene más de siete mil objetos. Su complemento el Index Catalogue (IC) miles y miles más. ¿Te gustan las galaxias? El Principal Galaxies Catalogue (PGC) nos abruma con más de un millón de galaxias cuidadosamente clasificadas. ¿Entonces?
Hay dos, y sólo dos, catálogos que son cruciales para el principiante. Uno de ellos es una reliquia del siglo XVIII, compilado por Charles Messier para su uso personal, sin ningún criterio científico. Messier era un cazador de cometas parisino, y preparó su lista con objetos fácilmente confundibles con cometas, para no equivocarse. Como resultado de esto su catálogo es muy sesgado. Faltan objetos magníficos que Messier no creyó que fueran confundibles con cometas, e incluye algunos objetos de dudoso interés. Además, para los que vivimos en el hemisferio sur, le faltan montones de objetos que valen la pena y que simplemente son invisibles desde París. Aún así, el catálogo Messier se volvió inmensamente popular y vale la pena explorar los que podamos de sus 109 o 110 objetos.
En 1995 un legendario divulgador de la astronomía inglés, Sir Patrick Moore, se propuso enmendar un poco las falencias del Messier y compiló su propia lista de 109 objetos, distribuídos más uniformemente en el cielo, y sin repetir los de Messier. Como su propio apellido también empezaba con M, para evitar confusiones decidió usar su apellido completo y compuesto, Caldwell-Moore, y llamó al suyo catálogo Caldwell. Sky&Telescope lo publicó y se hizo inmediatamente popular.
El catálogo Caldwell no carece de críticos, pero no vale la pena perderse en discusiones ociosas. ¿Era necesario un catálogo más? No. ¿Es útil? Sí. Bueno, usalo y punto. ¿No te gusta el Caldwell? Hacé tu propia lista, como hacen tantos. ¿No sabés qué poner en la lista? Ay, ay, ay...
Preparé una carta de todo el cielo con la ubicación de los objetos Caldwell (el link al pdf está al pie de la nota). No la usen más que como guía para encontrarlos con respecto a las constelaciones, y para saber qué se puede observar según la hora y la época del año. Intencionalmente no puse estrellas ni líneas de ascención recta ni declinación. Cualquiera puede imprimir una carta detallada de la región que le interese usando Cartes du Ciel o su planetario favorito, para poder "navegar" hasta el objeto elegido. También pueden visitar el excelente Jim's Cosmos, donde hay una tabla del Caldwell con links a detalles de los objetos, una preciosa guía de bolsillo y una carta parecida a la mía. Y lo mismo para el catálogo Messier y algún otro. La página de Jim es muy informativa y sus cartas interactivas son una belleza, no sé cómo las hace.
Entre ambos catálogos suman más de 200 objetos astronómicos fascinantes, cúmulos de estrellas, nebulosas y galaxias, tanto para observar como para fotografiar y para aprender sobre ellos. Ojo: una cosa es tener una lista, otra cosa es encontrarlos en el cielo. Para eso hay dos alternativas: comprarse un telescopio computarizado (llamados popularmente GOTO), o aprender a navegar en el cielo con una carta, como explicamos hace años acá. Las dos opciones tienen sus ventajas y sus desventajas, sus defensores y sus críticos.
No puedo terminar esta nota sin mencionar que, aparte de los objetos "del cielo profundo" que listan estos catálogos, no hay que desdeñar la observación de la Luna ni de las estrellas dobles. Sobre la Luna ya escribí algo, y ya regresaremos con otros particulares.
Descargar la carta celeste del catálogo Caldwell.
Descargar el catálogo Caldwell para Cartes du Ciel.
Patrick Moore fue el creador y conductor del legendario programa de televisión de la BBC The Sky at Night, semanalmente en el aire desde el año 1957. Debe ser uno de los shows más longevos de la historia, y sin duda el que ha tenido mayor continuidad de conducción, ya que Sir Patrick fue el presentador de todos los episodios menos uno desde 1957 hasta enero de 2013 (¡habiendo fallecido en diciembre de 2012!). Tengo el honor de que, en dos ocasiones, The Sky at Night me pidiera fotos para mostrar en el show: en ocasión del tránsito de Venus en 2012, y recientemente con el hermoso cometa PANStarrs.
¿109 o 110? El catálogo original tenía 45 objetos, desde M1 la nebulosa del Cangrejo hasta M45 las Pléyades. La versión final publicada por Messier llegaba hasta el número 103. Sucesivas adiciones llevaron la lista hasta M110. M102 fue incluído por Messier a sugerencia de un amigo, quien después dijo que el objeto no existía, que había sido un error. A veces se identifica a la galaxia NGC 5866 como M102, pero su descripción no conincide con la del M102 original, y se lo hace simplemente para que no quede un hueco en la lista.
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