En la Biblioteca del Instituto Balseiro tenemos sus libretas universitarias, y podemos ver quiénes fueron sus profesores. Primero estuvo dos semestres en Göttingen. Tuvo a Emmy Noether, que ya conocemos, como profesora de Geometría Analítica. James Franck (premio Nobel 1926) fue su profesor de Prácticas de Física. Luego vemos a Adolf Windaus (premio Nobel de Química 1928) en Química Experimental. Esto completa el primer semestre, verano del 22. En el semestre siguiente nos encontramos con David Hilbert (el más influyente y destacado matemático de fines del s. XIX y principios del XX), profesor de Conocimiento y Pensamiento Matemático (¡a la pucha!). Edmund Landau (destacado en análisis complejo y teoría de números, uno de los fundadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén, yerno del premio nobel Paul Ehrlich) fue su profesor de Trigonometría. Por si fuera poco con Hilbert y Noether, lo tuvo a Richard Courant (destacadísimo colaborador de Hilbert, inventor del método de elementos finitos) en Teoría de Funciones. (El libro de texto de Métodos de la Física Matemática de Courant y Hilbert, publicado en 1924, se sigue editando y usando hasta hoy en día.) James Franck nuevamente, esta vez en Radioactividad. Terminamos nada menos que con Max Born (premio Nobel 1954, uno de los físicos más destacados del desarrollo inicial de la Mecánica Cuántica), quien fue su profesor de Teoría Cinética de la Materia.
Después de este año en Göttingen Gaviola cometió lo que llamó "el peor error de su vida" y se fue a Berlin. Su biógrafo Omar Bernaola no da explicaciones, así que le pregunté a Bressan: dice que se fue a Berlín porque había más chicas. Allí fue alumno de Peter Pringsheim, pionero del estudio de la fluorescencia a la luz de la nueva física atómica (la primera especialidad de Gaviola), en Trabajo de Investigación en Física. Richard von Mises, un destacado matemático austríaco muy influyente en la ingeniería aeronáutica (hermano del famoso economista) le dio Óptica Geométrica. ¿Quién le iba a dar Teoría de la Relatividad si no el mismísimo Albert Einstein? Walther Nernst, el gran químico que ya había ganado el premio Nobel en 1920, fue su profesor de Mediciones Eléctricas. Vemos luego a Max von Laue, uno de los más grandes físicos del momento, también ya con un premio Nobel en 1914, dirigiendo su Proseminar (su tesis). Lise Meitner, la descubridora de la fisión nuclear, fue su profesora de Ionización y Radiación Corpuscular. Pringsheim de nuevo y por dos: Trabajo de Investigación en Física e Interacción de la Materia con la Radiación. De nuevo von Mises, en un curso con un título tan largo, que aprenderlo debe haber sido parte de la nota. El siguiente si no me equivoco es Franz Kiebitz, un ingeniero de radio que Planck elogiaba por esos años. Cierran la libreta dos cursos más correspondientes al Proseminar dirigido por von Laue. Se graduó en 1926 con calificación magna cum laude. El jurado examinador estuvo integrado por Einstein, Meitner y Pringsheim.
Guau. Muchos de estos capos se convirtieron, como es bastante común en nuestra actividad, en sus amigos. El tipo era amigo de Einstein, por ejemplo. Al terminar sus estudios en Berlín, Einstein le sugirió a Gaviola que solicitara una beca del International Educational Board para trabajar en Baltimore, en la Johns Hopkins University con el gran Robert Wood. Gaviola alcanzó el primer orden de mérito pero fue rechazado porque no era ni norteamericano ni europeo, y no estaba previsto que un sudaca ganara la beca de Rockefeller. Cuando Gaviola se lo contó a Einstein, según sus propias palabras fue la única vez que lo vio realmente enojado. Inmediatamente pidió papel membretado y se sentó en una escalera a escribir una carta de protesta. Cuenta Gaviola que, ya en el modo afable que le conocemos, Einstein le preguntó si tendría que escribir en alemán o en inglés. Gaviola le contestó “¡Ud. es Einstein, escriba en alemán!”. Y así lo hizo. Y Gaviola fue el primer sudamericano en obtener la beca del IEB.
Muchos, muchos de estos profesores fueron perseguidos por el nazismo, ya sea por ser judíos o por oponerse al régimen. Casi todos ellos lograron escapar en 1933: Einstein, Noether y Courant escaparon a Estados Unidos. Pringsheim era de una familia extremadamente rica de origen judío conversos al cristianismo. Pudo escapar a Bélgica, pero tras la invasión fue detenido y logró salvarlo su cuñado Thomas Mann. Finalmente escapó a Estados Unidos. David Hilbert era cristiano, pero sufrió presiones por su defensa de sus colegas ante el antisemitismo que ya existía antes de los nazis. Era mayor y falleció antes del fin de la guerra. Meitner escapó a Suecia. Von Laue se opuso enfáticamente al nazismo, ayudando en secreto a emigrar a los perseguidos, pero se quedó y sobrevivió, y fue el reorganizador de la ciencia alemana en la posguerra. Frank también se opuso, renunció a su cargo y se dedicó a hacer salir a sus conocidos judíos de Alemania. Las medallas Nobel de Frank y von Laue fueron contrabandeadas a Dinamarca, donde ocurrió uno de los eventos más curiosos de la resistencia al nazismo (que ya conté aquí): Georg de Hevesy, colaborador de Niels Bohr, las disolvió en agua regia y guardó el frasco a la vista de los invasores hasta que terminó la guerra, cuando precipitó el oro y lo entregó a la Academia Sueca para que las rehicieran. Nernst acudió al influyente Fritz Haber cuando expulsaron a un colega judío, y se encontró con que Haber (judío converso, químico genial, patriota y más bien belicista) ya se había escapado; entonces renunció y se retiró a vivir en el campo, sin hacer olas.
Cuando ocurrieron estos nefastos eventos Gaviola ya estaba en Argentina. Einstein y otros le escribieron para pedirle ayuda para sacar a científicos judíos de Europa. Uno de ellos fue Guido Beck, un físico austríaco genial (había predicho la existencia de ondas gravitacionales antes que Einstein, en su tesis en 1925). Gaviola se lo trajo, primero a Córdoba y luego a Bariloche. Beck fue el primer físico teórico en la Argentina, y su llegada transformó la ciencia nacional de la noche a la mañana. En Córdoba, en el Observatorio, lo conocieron Mario Bunge, Ernesto Sábato, José Balseiro, Fidel Alsina, Alberto Maiztegui y otros que no recuerdo, y les cambió la vida. Apenas llegado Beck dijo "¿Cómo que no tienen una asociación de física", y junto a Gaviola y los jóvenes estudiantes fundaron la Asociación Física Argentina en 1943. Es impresionante el cariño con el que lo recuerdan quienes lo conocieron.
Beck dirigió la tesis de Bunge, quien a su vez formó a Andrés Kálnay (¿hijo del famoso arquitecto?), y Kálnay en Córdoba inició la escuela de física teórica durante la dirección de Maiztegui, en la que se formarían los físicos argentinos que participaron en el descubrimiento de las ondas gravitacionales en el observatorio LIGO, Gaby González (quien era la vocera del experimento al realizarse el histórico anuncio) y Mario Díaz. Además, el mencionado Bressan dirigió la tesis de licenciatura en el Balseiro de Jorge Pullin, quien también colabora con LIGO (hace tremendos cálculos de la colisión de agujeros negros), es el marido de Gaby González, y también hizo su tesis doctoral en Córdoba. Su tesis de doctorado fue dirigida por Reinaldo Gleiser, que es el padre de Pablo Gleiser, mi amigo con quien hice el video sobre las supernovas. Kálnay, que emigró tras la infame Noche de los Bastones Largos, fue un asiduo colaborador del Centro de Física Teórica de Trieste, del cual fue miembro asociado, como yo mismo. Todo tiene que ver con todo.
Mario Bunge (¡que tiene 99 años!) le contó esta última vuelta de la historia en una carta a José Pastawski hace poco. Me enteré de la nota en La Voz del Interior por mi amigo Roberto Isoardi.
La foto de Don Guido es de una nota en Ciencia Hoy.
La Universidad Nacional de Córdoba fue fundada en 1613, cuando el Sidereus Nuncius de Galileo todavía tenía olor a tinta nueva. Es un hecho que nunca deja de sorprenderme.
No sé quién es el Direktor Winkler, que aparece dictando "ejercicios" en algo que no entiendo, y que está tachado. Si alguien lo entiende, que avise...
El curso tachado es de Prácticas de Soplado de Vidrio (Glasblasen), dictado por el Direktor Winkler (gracias Ingo, por descifrarlo). No sé está tachado, acaso porque no lo completó. Muchos años después, en Bariloche, Gaviola proverbiamente hacía que sus alumnos de Física Experimental aprendieran las técnicas de vidriería, carpintería y tornería tan útiles en el laboratorio.
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