05/06/2021

La protuberancia de Eddington

El sábado pasado, 29 de mayo, se cumplieron 102 años del famoso eclipse solar total que consagró la validez de la Teoría de la Relatividad General de Einstein mediante la desviación de la luz de las estrellas al pasar junto al Sol. Fue observado y fotografiado por la expedición de Arthur Eddington desde la isla Príncipe en África y Sobral en Brasil. Ya lo he comentado aquí y mostré la foto que Eddington publicó en su paper. En esa foto (recorte aquí al lado) hay algo raro que se pierde en el resplandor de la corona solar inferior. En ocasión del centenario, en 2019, el Observatorio Europeo Austral hizo un nuevo scan de una copia de la placa fotográfica original y se revela de qué se trata: ¡es una monstruosa protuberancia solar!

Esta es una versión de 4000×2000 píxels, ¡vayan a descargar la versión original de 23800×14191! Comparadas con ésta, las protuberancias solares que vimos en el eclipse de 2020 son minúsculas:

Las protuberancias (prominences, en inglés) son estructuras de gas caliente de la cromósfera, ancladas en la fotósfera (la superficie brillante del Sol), que se extienden hacia la mucho menos densa corona solar. A veces se les dice "llamaradas", porque parecen lenguas de fuego, pero no lo son. Son más bien erupciones, producidas por la energía del campo magnético que dicta el movimiento de la materia eléctrica (se dice ionizada) del Sol. La protuberancia de Eddington no fue descubierta durante el eclipse: ya se la había observado con telescopios solares por lo menos desde el 1 de mayo, así que duró al menos una revolución solar entera. El día 28 se la vio desarrollarse enormemente, hasta completar el gran arco de 44° que vemos en las fotos del eclipse: más de 500 mil kilómetros de largo, 40 Tierras puestas una al lado de la otra. Reguau. El día 30 la parte más alta del arco ya se había desvanecido, y persistían sólo los pies en la cromósfera.

Ver las protuberancias solares, de un rojo escarlata en medio del blanco furioso de la corona, es un espectáculo único que ninguna foto logra representar cabalmente. Sólo podemos imaginar lo que debe haber sido presenciar la gigantesca protuberancia de 1919. El pobre Eddington se la perdió, ya que según su propio relato no pudo ver nada de la totalidad, absorbido como estaba por las exposiciones fotográficas. Hice una edición personal de la foto, aumentando el detalle de los filamentos de la corona y coloreando la protuberancia y el cielo en base a los colores de mis fotos del eclipse de 2020. Éste es el resultado:


Hace años observé que otro eclipse crucial en la historia de la ciencia ocurrió casi en la misma fecha, el día 28 de mayo pero mucho antes, en 585 A.E.C. Según Heródoto, Tales lo predijo. Si es cierto, sería el primer eclipse predicho de la historia. Como Tales es el padre fundador de la cultura científica que floreció en la Grecia antigua, de la cual somos herederos directos, y por la relevancia del eclipse del 29 de mayo de 1919, propuse celebrar estos días el cumpleaños de la ciencia. O, por lo menos, de la astronomía. Feliz cumpleaños. 🎂



La foto escaneada no es de las de Príncipe, hechas por Eddington y Dyson. Es una de las fotos de Sobral, tomada por Andrew Crommelin. Es la que aparece en el paper de Dyson, Eddington y Davidson.  

Mi edición tiene 10000 pixels de ancho, mucho más que la versión HD que puse aquí. Si alguien la quiere, me la pide. Me enteré de este scan a raíz de una edición que hizo uno de los fotógrafos del ESO, que mucho no me gustó, así que hice la mía propia.

Una descripción de la evolución de la protuberancia está en: John Evershed, The solar prominence of 1919 May 29, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, 80:8-12 (1919).

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