05/02/2011

Estrellas brillantes

En estos días de verano hay un impresionante despliegue de estrellas brillantes. Después de fotografiar la luna llena hace poco desde el balcón de casa se me ocurrió tomarles unos retratos individuales, para ponerlas una junto a otra. Este es el resultado. En el cielo no se las ve así, ¡claro que no! Las acomodé en una pseudo-constelación ortogonal. Pero los más atentos reconocerán la forma de Orión, con las Tres Marías en el medio.

Aquí están con sus nombres y unos pocos datos. Sirio es la estrella más brillante del cielo, y Canopus es la segunda. Rigel y Betegeuse son la 6a y la 8a. Esta última aparece en las noticias últimamente, con predicciones apocalípticas. No les hagan caso.

En fotos como ésta se destaca el color de las estrellas, que a simple vista a veces pasa desapercibido. Cuando le estoy mostrando el cielo a algún observador ocasional, casi siempre llega un momento en que dice: "Pero... esa estrella parece más roja, ¿no?" Esos colores son reales: las estrellas son de distintos colores. Y en sus colores hay muchísima información acerca de sus propiedades físicas y químicas, de su temperatura, de su composición, de su edad, de sus campos magnéticos, de su movimiento y mil cosas más. Los astrónomos estudian estos colores con su segundo instrumento favorito: el espectroscopio. El espectroscopio es un aparato que sirve para analizar los colores, descomponiendo la luz de las estrellas en preciosos arcoíris. Por supuesto, también puede hacerse con otras fuentes de luz, no sólo astronómicas sino en el laboratorio, y no sólo con luz visible sino con todo el espectro electromagnético. Es uno de los instrumentos más versátiles de la ciencia moderna. También es sorprendentemente sencillo de hacer: un espectroscopio casero como éste lo puede hacer un niño de 3er grado, y divertirse analizando el espectro del tubo fluorescente de la cocina.

Click en las fotos para agrandarlas.

1 comentario:

  1. Tenés razón: más de uno va a buscar la "Constelación Ortogonal". Los datos son geniales, aunque lo más lindo sigue siendo levantar la vista en una noche clara y mirar... mirar... mirar... mientras soñamos despiertos.

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