1. Los anillos. Los anillos son finísimos (apenas 10 metros para una extensión de 70 mil kilómetros), y tienen una estructura dinámica debido a la interacción de las partículas que los forman y a la acción de pequeñas lunas embebidas en ellos. El Sol rasante del equinoccio permitió ver estructuras "enormes", de algunos kilómetros de alto.
Dafnis es una de la lunitas embebidas, que viaja acompañada por onditas gravitatorias por una de las divisiones principales. Lunitas aún más chicas van acompañadas por "hélices" (propellers, por su parecido con dos aspas de los aviones a hélice).
2. El hexágono. En el casquete polar norte de Saturno hay un sistema permanente de tormentas en forma de hexágono. Los lados del hexágono son más grandes que la Tierra, y está delimitado por una fuerte corriente de chorro a 78° de latitud, que se extiende al menos 100 km en profundidad. Decenas de grandes tormentas lo recorren. En el polo exacto hay un vórtice monstruoso. En el polo sur hay sólo un vórtice tipo ojo de huracán. No hay nada parecido al hexágono en ningún otro lugar del sistema solar.
3. Encélado. El desafío de la blancura lo gana este satélite, el más brillante del sistema solar. Su superficie es un glaciar que encierra un mar tibio. Por grietas cerca del polo sur surgen géiseres que acaban formando el difuso anillo E de Saturno. Cassini fotografió, midió, atravesó y olisqueó estos chorros, que resultan ser de agua, minerales y substancias orgánicas, delatando una actividad hidrotermal que podría albergar vida extraterrestre. Posta.
El robotito Huygens, a caballito de Cassini hasta llegar a Titán, aterrizó en la superficie barrosa de una de estas cuencas, y nos mandó las primeras fotos de "rocas" erosionadas en uno de estos exóticos mundos de hielo.
5. La Tormenta Serpiente. En febrero de 2011 una erupción de gases profundos desencadenó la tormenta más grande jamás observada en Saturno. Los vientos la estiraron en longitud hasta que la cabeza alcanzó la cola, como se ve en esta foto: una Ouróboros saturniana. Nos hemos ocupado de ella en el blog, por supuesto.
Y mucho más, por supuesto: el zoológico de lunas, incluyendo la naturaleza de los dos colores de Japeto, las lunas en forma de raviol por acumulación de material de los anillos y la rotación caótica del esponjoso Hiperión, los cambios atmosféricos y químicos producidos por las largas estaciones del año saturniano... De muchas de ellas nos hemos ocupado en el blog; pueden revisarse bajo la etiqueta Cassini. Seguramente seguirán apareciendo: Cassini ya no está, pero su enorme legado de datos seguirá revelando descubrimientos por muchos años.
Las imágenes son de NASA/ESA/JPL/Cassini. Varias de ellas las recorté del lindo librito preparado para la ocasión del fin de misión: The Saturn System through the eyes of Cassini. La última es un panorama tomado durante la última órbita, y muestra a Saturno como no volveremos a verlo en mucho tiempo. Vale la pena verla en grande para apreciar la sutileza de las distintas luces y sombras.
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