La materia del Sol está tan caliente que sus átomos están destrozados: los electrones van para un lado, los núcleos van para otro... forman una substancia eléctrica llamada plasma. Movido por la irrefrenable energía que le viene del núcleo, este plasma forma enormes corrientes eléctricas que circulan de manera caótica y se enroscan unas con otras a medida que el Sol, como no es sólido, rota sobre sí mismo a distintas velocidades. Tanta electricidad en movimiento produce un campo magnético fenomenal, que no vemos directamente pero que peina la atmósfera solar (la corona) para deleite de los cazadores de eclipses totales.
La rama de la física que describe la dinámica de los fluidos en movimiento (como el aire y el agua) se llama hidrodinámica. Sus ecuaciones son proverbialmente difícilísimas. ¿Querés complicarla más? En lugar de agua poné un fluido eléctrico como el plasma solar... así tenemos la magnetohidrodinámica. Por supuesto, hay gente siempre insatisfecha que no para hasta que no tiene entre manos una magnetohidrodinámica cuántica y, por qué no, la mismísima magnetohidrodinámica cuántica relativista, como en los chorros de materia y energía que surgen de algunos agujeros negros.
Volviendo al Sol: es magnético. Y su polaridad se invierte cada 11 años. Esto fue descubierto antes que su magnetismo, porque lo acompaña una variación en la cantidad de manchas solares, que son regiones menos calientes (y menos brillantes) por acción del campo magnético. Ahora estamos en un mínimo de actividad, y hay poquísimas manchas. El 1 de noviembre había una solita, chiquita, a ver si la ven ahí abajo a la izquierda:
Las manchas solares tienen los dos polos magnéticos, cosa que increíblemente los astrónomos pueden medir de lejos, analizando apenas la luz que nos llega de ellas. El telescopio espacial SDO, que otea el Sol permanentemente y lo escracha cada 15 minutos puede hacerlo. Aquí está en primer plano la mancha de la imagen de arriba, acompañada de su campo magnético: positivo (saliente) a la izquierda y negativo (entrante) a la derecha.
Tras una racha de 28 días sin manchas, sabemos que ésta es una de las primeras del nuevo ciclo solar, el ciclo 25, y no una de las últimas del ciclo anterior, porque las del ciclo 24 tenían la polaridad al revés:
Esta es una imagen del 3 de enero de 2012, durante el ciclo 24, cuando las manchas del hemisferio sur tenían el amarillo a la izquierda y el verde a la derecha (las del hemisferio norte, al revés). ¿Cómo se verá el Sol el año que viene, cuando estemos esperando el próximo eclipse total cruzando la Patagonia? Seguramente bien distinto que este año inmaculado.
Las imágenes son de NASA/SDO. Salvo la mía, que es mía.
Me encantó la publicación. No sabía que las manchas solares tenían polaridad. Muchas gracias profesor.
ResponderEliminarGracias, Elena.
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