Era el anuncio de un ¡tránsito de la Estación Espacial Internacional delante del Sol! Es decir, a las 8 horas con 21 minutos y 46.47 segundos yo, la Estación Espacial y el Astro Rey estaríamos perfectamente alineados. El brevísimo eclipse duraría (óvalo azul) ¡UNO COMA SESENTA Y UN SEGUNDOS!
La Estación Espacial, que orbita la Tierra entera cada 90 minutos a 400 km de altura, moviéndose a 30 mil kilómetros por hora, es enorme. Cuando pasa de noche no hay estrella que supere su brillo. Cuando pasa de día, bueno, por algún lugar pasa. Bien mirado, el hecho de que pase delante del Sol no es tan extraordinario. Hasta el pelo más delgado hace su sombra en el suelo, dice Martín Fierro. Así que la Estación, que mide 100 metros de punta a punta, siempre pasa delante del Sol si se la mira desde algún lugar de la Tierra. ¡Lo extraordinario es que pase justo encima de UNO! No me lo podía perder. Corrí a CalSky para ver el mapa del paso de la sombra. No podía ser mejor. El centro de la sombra pasaba justo por el Centro Cívico de Bariloche, pero no necesitaba siquiera moverme de casa: mi propio balcón estaría cubierto por el tránsito.
Es perfectamente posible fotografiar estos tránsitos de la Estación Espacial delante del Sol, y también delante de la Luna. El superdotado fotógrafo francés Thierry Legault ha logrado una maestría inigualable, tomando fotos exquisitas en las que se ven hasta los astronautas realizando tareas fuera del satélite. Siendo mi primer intento, y sin contar con equipo comparable al de Thierry, no podía pretender exposiciones perfectas. Pero definitivamente valía la pena intentarlo. Mi filtro solar estaba en la oficina, así que a pesar de los 38 grados volví al Centro Atómico a buscarlo, para preparar todo y tenerlo listo para la mañana siguiente.
Después de una consulta con Thierry, quien me recomendó tomar fotos en ráfaga o hacer video, me decidí por la ráfaga para aprovechar la máxima resolución de la cámara. Monté el telescopio con el filtro solar, la Canon T1i en foco principal y el visor de aumento. Enfoqué lo mejor que pude las varias manchas solares, hice unas exposiciones de prueba y me preparé, con un ojo en el visor y el otro en el reloj del GPS. El tránsito duraría un segundo y medio. No podía parpadear, ni errar el comienzo de la ráfaga. La estación es invisible hasta que pasa delante del Sol, así que si me distraía y la veía ya sobre el disco solar no habría manera de disparar a tiempo. Faltando medio minuto para la hora señalada empezé la ráfaga, chak-chak-chak-chak-chak-chak... y de golpe silencio. A pesar de lo que decía el manual (3.4 fotos por segundo, hasta 170 JPG's en ráfaga) se había llenado el búfer de la cámara y se atoraba la exposición. Solté el disparador y recomencé. De nuevo lo mismo: unas cuantas exposiciones y se paraba. El ojo en el reloj me mostraba que faltaban 15 segundos. ¿Qué hacer? ¡Por qué había confiado en el manual sin hacer una prueba! Ya no había tiempo de cambiar a video, por más arrepentido que estuviera. Doce segundos. Las ráfagas habían durado unos 3 segundos. Sólo había una posibilidad: nervios de acero, disparar unos dos segundos antes de las 08:21:46.47, y esperar lo mejor. Diez segundos. Contuve la respiración... ¡ahora! Chak-chak-chak-chak....
Y entonces, para mi asombro, yo que he visto la Estación innumerables veces en el cielo nocturno, que he visto la Luna de cerca por el telescopio, como si estuviera aterrizando, que he visto tormentas más grandes que la Tierra en Júpiter y en Saturno, que he visto eclipses en otros mundos, que he visto la cola de cometas cruzando el cielo (esa misma semana, sin ir más lejos), que he visto los grandes criaderos de estrellas que iluminan las nubes de gas de nuestra Galaxia, que he visto los añejos fotones que, tras cruzar los abismos intergalácticos, nos traen la luz de estrellas a cientos de millones de años luz, yo, decía, vi pasar una sombra fugaz delante del Sol. Zooooom. Uno coma seis segundos. Suficientes para verla en todo detalle, nítida, pequeñísima, llevando dentro su tripulación que, quién sabe, tal vez miraban hacia abajo en este día de verano impecable, sin nubes, sin cenizas. Uno coma seis segundos, se me aflojó la mandíbula, no podía volver a parpadear, no podía sacar el ojo del visor. La ráfaga de fotos se atoró y solté el disparador. Aun sin mirarlas sabía que había tenido éxito, porque dos chaks habían ocurrido durante el tránsito.
Excelente: genialidad, perseverancia, curiosidad que da sus frutos.
ResponderEliminarGracias Guillermo.
Extraordinario. La sensación que me produjo de solo leerlo es indescriptible Y coincido con Charlie, gracias por llevar estas cosas adelante.
ResponderEliminarIncreíble Guillermo! Coincido totalmente con Charlie y Alejandro, gracias por llevar este blog adelante que de cierta manera nos da un empujón a los otros astrónomos aficionados!
ResponderEliminarMuy buenas, Chule, pero no sabía que la Canon tenía una falla tan grosera, voy a probar la mía, aunque no para fotos astronómicas sino para bailes de tango.... un abrazo! Roberto
ResponderEliminarExcelente, felicitaciones por el trabajo y la perseverancia.
ResponderEliminarExcelente descripción Guillermo y felicitaciones por el logro. El segundo del tránsito es sin dudas muy estresante y emocionante al mismo tiempo, lo que lo hace único! Saludos. Alejandro.
ResponderEliminarTREMENDO!!!! casi me quede sin aire tan solo leerlo....!!! GRACIAS GUILLE, como siempre un placer. ABRAZO Y BUENOS CIELOS PARA TOD@S:! Luciano Señorans
ResponderEliminarHola Guillermo! Excelente nota, como siempre.
ResponderEliminarHe tenido la oportunidad de ver varias veces a ojo desnudo a la ISS, aunque nunca fue un evento programado.
Simplemente veía algún satélite en el cielo, y luego consultaba con el "Stellarium" de que satélite se trataba. Y en más de una ocasión resultó ser la ISS.
De todas maneras conozco una página donde le indicamos País/Ciudad y nos informa para los próximos 10 días las oportunidades de ver a la ISS (e incluso otros Satélites, Cometas, Planetas Enanos, etc).
http://esa.heavens-above.com/countries.aspx
Espero que sirva de algo mi aporte, y aprovecho para felicitarte por este excelente Blog. Espero muy ansioso, semana a semana para encontrarme con una nueva historia.
Saludos!
Matías Delgado
Te mudaste para que la sombra pase por tu balcón?
ResponderEliminarLa pregunta (imagino chistosa) de Nacho sirve para aclarar que, como en cualquier eclipse, no es necesario estar JUSTO en la línea marcada en el mapa (la que pasa por la estatua de Roca en el Centro Cívico). Si uno está dentro de una franja de más o menos un kilómetro de ancho también ve el tránsito. Si uno está en el centro de la franja ve el tránsito por el centro del Sol. Si está en el borde de esta franja, lo ve rasante (lo cual es medio arriesgado, aparte de rapidísimo). En mi caso, como se ve en la foto, la línea del tránsito pasó un poco a un lado del Sol porque mi balcón está a algunas cuadras de la línea central.
EliminarImpresionante Guillermo! Acabo de encontrar tu blog, muy inspirador.
ResponderEliminarTe mando un abrazo,
Luis.
Me quedé literalmente sin aliento. No sólo te superas como informador científico con cada nota sino que ahora lograste, con tu relato, transmitir una cantidad de sensaciones reservadas tan sólo a un puñado de escritores profesionales. Te felicito con todo mi corazón y te agradezco (una vez más) que sigas compartiendo con todos nosotros tus pasiones.
ResponderEliminarRecien veo esta entrada, que alegria debes haber sentido!
ResponderEliminarMuy bueno y que la vida te siga regalando estas sorpresas =)