¿Qué pasa con los demás planetas? ¿Podría un astro rocoso tener anillos? ¡Claro que sí! Se conocen desde hace no mucho asteroides con anillos. El primero fue Chariklo, un centauro que trota entre Saturno y Urano, cuya sombra cruzó Sudamérica fugazmente el 3 de junio de 2013 cuando pasó por delante de una estrella de magnitud 12. Muchos observatorios participaron, en Brasil, Uruguay, Argentina y Chile, entre ellos el Observatorio de Córdoba, y se detectó la presencia de dos anillos en su silueta.
Fue una sorpresa un sistema de anillos en un cuerpo tan pequeño, y de hecho se conjetura que no deben ser estables. Pero, ya se sabe, si no está prohibido, es obligatorio. Así que los astrónomos empezaron a buscar y encontraron, en el ocultamiento de una estrella por otro centauro, Quirón, también (cierta) evidencia de un anillo. Tomá mate.
¿Y planetas posta, lo que se dice planetas planetas? Si un asteroide de morondanga tiene anillos, por qué no la Tierra, o... Marte? Bueno, acaba de publicarse la sugerencia de que las peculiares lunas de Marte son como son y están donde están porque Marte supo tener un anillo. Y después lo perdió. Y lo recuperó. Y lo volvió a perder...
Las lunas de Marte, Fobos y Deimos, son raras. Son muy chiquitas, para empezar. Fobos está muy baja (¡tanto que sale por el oeste y se pone por el este!), y hace tiempo se sabe que está cayendo lentamente y que eventualmente llegará dentro del límite de Roche donde la fuerza de marea lo destrozará y formará un anillo. Deimos está mucho más afuera, y un poco inclinada. Ambas parecen asteroides tipo C capturados, pero varias peculiaridades de sus órbitas conspiran contra esto. La alternativa es que se hayan formado a partir de un gran impacto en Marte, como nuestra Luna.
Hace un par de años se sugirió que las peculiaridades de Fobos podrían deberse a la existencia de un gran anillo formado como resultado de un impacto ancestral. Como ya contamos en el caso de Saturno, un sistema de anillos se va ensanchando. El material que escapa fuera de la región de Roche coalesce y forma una lunita, que sigue escapando mientras el anillo cae. Cuando el anillo desaparece, la lunita empieza a bajar, hasta que ella misma entra a la zona de Roche y forma un nuevo anillo, que se ensancha y forma una nueva lunita... Habría así ciclos repetidos de anillos y lunitas, y Fobos sería la más reciente encarnación de este proceso. Cuando ella misma entre en la zona de Roche repetirá una vez más lo que hicieron sus antecesoras.
Mientras tanto, desde afuera de este ciclo Deimos observa todo el proceso. El nuevo trabajo muestra que la interacción de la lunita que escapa del anillo con Deimos puede explicar las peculiaridades de su órbita.
¿Habrá sido así? No lo sabemos. Estos trabajos están basados en la simulación numérica de procesos físicos que pueden haber ocurrido, pero no son evidencia directa. Estaría bueno observar si la superficie de Deimos es antigua, de miles de millones de años, mientras que la de Fobos fuese reciente, de cientos de millones. Es una pena que el robot Phobos Grunt de Rusia fracasó en traer una muestra. Pero los japoneses van a mandar su propia Martian Moons eXploration en 2024, que va a observar las dos lunas y traer una muestra de Fobos. ¡Ojalá tengan éxito!
El paper sobre el posible anillo de Quirón es Otriz et al., Possible ring material around centaur (2060) Chiron (2016).
El paper sobre el efecto del ciclo de anillos en Deimos es Ćuk et al., Evidence for a Past Martian Ring from the Orbital Inclination of Deimos (2020).
El video del ocultamiento de Chariklo es de ESO/L. Calçada/M. Kornmesser (CC-BY). La figura de los anillos de Chariklo es del paper de su descubrimiento. La imagen de los anillos de Marte es de Universe Today. La imagen del MMX es de Jaxa.
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