En las décadas de 1830 y 1840, el astrónomo Friedrich Bessel estaba interesado en observar estrellas de rápido movimiento propio, porque seguramente éste se debía a que eran estrellas cercanas que veíamos desplazarse con respecto al fondo inmóvil de estrellas lejanísimas. La razón es que quería, por primera vez, medir la distancia a una estrella (cosa que logró hacer exitosamente en 1838, vale decir). En una larga serie de observaciones de Sirio, la estrella más brillante del cielo nocturno, Bessel observó una ondulación de su movimiento propio, como si tuviera una compañera en órbita, tironeando para uno y otro lado de manera periódica. Recién en 1862 Alvan Clark logró observar esta compañera, Sirio B, que resultó ser una estrella relativamente brillante, de magnitud 8, pero perdida en el resplandor de la deslumbrante Sirio A. Las mediciones de Sirio B fueron paradójicas durante muchas décadas: era demasiado blanca para su luminosidad. Resultó ser una enana blanca, esos raros rescoldos de estrellas apagadas, sostenidos por una fuerza cuántica, que ya hemos comentado.
A pesar de su proximidad (Sirio es una de las estrellas más cercanas), Sirio B no es la enana blanca más fácil de observar (la más fácil es 40 Eridani, ya comentada). Es difícil de encontrar en medio del resplandor de la estrella principal. Yo nunca he logrado verla, y mucho menos fotografiarla, en el turbulento cielo de Bariloche. Por eso me encantó esta foto de mi amigo Aldo Kleiman, de Rosario.
La estrella súper brillante es Sirio A, la que vemos a simple vista en la cabeza del Can Mayor. Los 4 rayos que salen de ella son producidos por el diseño de su telescopio. Además vemos muchos rayos menores que forman el resplandor en el que normalmente se pierde Sirio B. Pero allí está, un poquito a la derecha. La distancia entre ambas es de 10 segundos de arco (un medio por ciento del tamaño de la Luna en el cielo). ¡La Estrella Perro y la Estrella Cachorro!
Pero el proyecto de Aldo era más ambicioso. Sirio B recorre su órbita en 50 años, así que fotografiándola a lo largo de unos pocos años ¡debería ser posible verla en movimiento! Vean esto.
Las fotos que vemos en el recuadro muestran a Sirio A y B en los años 2017, 2020 y 2022. En 2017 Sirio B está justo a la derecha de Sirio A. Pero en 2020 y 2022 la vemos progresivamente más arriba. Poquito, pero la estamos viendo recorrer su órbita, que imaginamos en sentido antihorario alrededor de Sirio A. Aldo pudo hacer esto gracias a que, en sus fotos, hay otras estrellas presentes, lejanísimas e inmóviles, que le permitieron alinear con precisión las tres imágenes.
¡Pero hay más! Las dos estrellas son de masas comparables. Sirio A es un par de veces más pesada que el Sol, y la enana blanca es una de las más masivas conocidas, casi igual a nuestro Sol. Así que la situación es bastante distinta de la que estamos acostumbrados a ver en nuestro sistema planetario, con el Sol prácticamente quieto y los planetas orbitando a su alrededor. Sirio A y Sirio B, ambas orbitan el centro de masa común, cada una siguiendo su propia elipse kepleriana. Iba a hacer una película con Celestia, pero Ken Ramsley ya la hizo antes:
Sirio B es la estrella en la órbita más amplia. Noten que se mueve en sentido horario, al revés de lo que vimos en la foto de Aldo. Esto se debe a que el telescopio de Aldo invierte la imagen, como ocurre con muchos diseños de telescopios astronómicos. Este vals estelar fue irresisitible para Aldo, quien compuso una mini película con sus tres fotogramas, mostrando cómo se mueven las dos estrellas. Lo hizo de tres maneras distintas. Primero alineó las imágenes en las estrellas vecinas, lo cual de paso muestra el movimiento propio de Sirio en el cielo. Después muestra lo mismo centrado en Sirio A, y finalmente centrado en el centro de masa común (similar a la simulación que mostré arriba). Aquí está el video:
Es familiar para un astrónomo, o para un aficionado a la astronomía, este concepto de las estrellas binarias. Para
quien nunca haya pensado en ello, sin embargo, es algo que produce un
asombro extraordinario: ¡una estrella en órbita alrededor de otra!
Olvídense de que lo saben posible: ¿no es para decir "¡Guau!"? Sirio B se encuentra actualmente cerca de la máxima separación de Sirio A (que alcanzará en 2025). Así que estos próximos años son ideales para tratar de observarla. Todavía nos quedan unas pocas semanas para intentarlo, antes de que el Can Mayor se pierda en el horizonte occidental y tengamos que esperar al próximo verano.
La simulación de las órbitas de Sirio A y B hecha en Celestia es de Ken Ramsley. Las fotos y el otro video son de Aldo Kleiman, a quien agradezco haberme mandado su trabajo.
¡¡ qué mayúscula emoción ver estos trabajos aquí !!
ResponderEliminarya tengo para presumir durante tres vidas seguidas jajaja,
sonaron mis amigos y parientes que me van a tener que soportar jajaja
la simulación de las órbitas esta soberbia !
¡ Gracias Mil Guillermo !
Un artículo muy instructivo. Gracias!
ResponderEliminarMuy interesante, gracias.
ResponderEliminarQue hermosura lo que han publicado hoy chicos !! Felicitaciones a ambos!! A Guillermo por su habitual didáctica y claridad en explicar fenómenos astronómicos, especialmente para los no entendidos en estas ciencias, como yo,y a Aldo por su genial trabajo de fotografía astronómica y ese video imperdible de danza cósmica de Sirio A y Sirio B.
ResponderEliminarLo que me trajo a la mente,de nuevo..(mil perdones por remitirme a ello, en medio de científicos tan calificados..pero como curiosa innata que soy de grandes verdades) un programa de Alienígenas Ancestrales que vi hace 2 años, el 13 de Ene 2020, lo sé porque tomo nota de ello, sobre la tribu de los Dogones en Mali al Norte de África. Esta tribu milenaria, como tantas otras culturas de transmición oral, tienen unas muy especiales celebraciones que repiten hace miles de años, con extrañísimas máscaras de madera y pintura en sus cuerpos, donde cuentan su historia y no sólo conocen a Sirio A sino también a Sirio B, de donde cuentan que provenían sus dioses que ellos llaman Otoro..Lo verdaderamente extraño e inexplicable es cómo podían los Dogones saber de la existencia de Sirio B cientos, si no miles de años antes,ya que Sirio B ni siquiera había sido descubierta por los astrónomos y no se puede ver a simple vista y sólo pudo ser vista por primera vez, como dice Guillermo a mediados del 1800.
Por otro lado el símbolo de los Dogones, según recuerdo haber visto en ese episodio, es como un instrumento hecho en algún metal..que muestra ¡¡la órbita combinada de Sirio A y Sirio B !!! No es maravilloso que un pueblo milenario cuya cultura fue sólo de transmisión oral tuviera esos conocimientos!!??
Lo cual también plantea si es lógico que lo tuvieran.
El astrónomo Carl Sagan escribió detalladamente sobre el misterio de Sirio y los dogones en su libro ‘El cerebro de Broca’, donde citó otros casos de contaminación científica y concluyó (Capítulo 6 ‘Enanas blancas y hombrecillos verdes’), que "son demasiadas las explicaciones alternativas para el mito de Sirio como para que podamos considerarlo prueba fehaciente de contactos extraterrestres con el pasado".
EliminarGran post,hermosas fotos y videos
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